Químicos en pie de guerra porque quieren dejar de actualizarles el sueldo por inflación y les ofrecen el 1% mensual

Facundo Aveiro, secretario general de Químicos y Petroquímicos.
Los Químicos de Aveiro se suman al rechazo del techo paritario que pretende imponer Luis Caputo y advierten que el Gobierno está obligado a homologar.
Otro sindicato se plantó contra el techo paritario del 1% mensual que insiste en sostener el Gobierno pese a que la inflación de marzo se acercó al 4% y todas las consultoras anticipan que estará en ese orden en mayo, continuando una tendencia sostenida que parece que podría volverse un problema para el Ejecutivo nacional. En este caso fue el Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas (SPIQYP) que conduce Facundo Aveiro.
El SPIQYP rechazó la propuesta salarial presentada por la Cámara de la Industria Química y Petroquímica (CIQYP), que consistió, precisamente, en un aumento del 1% por mes para todo el período mayo 2025-abril 2026.
De este modo, la Cámara pretendería romper el mecanismo que se venía llevando adelante hasta ahora en el sector, con aumentos mensuales equivalentes a la inflación del mes anterior, que no permitían que los trabajadores ganaran poder adquisitivo pero al menos evitaba que lo perdieran.
Los Químicos y el IPC
El planteo patronal fue dado a conocer este jueves por la conducción gremial ante un plenario de delegados del gremio, donde el secretario general, Aveiro, habló de lo que pasó en la audiencia de paritarias.
Allí, el dirigente fue categórico: “No está ni cerca de los números que arroja el índice de precios al consumidor”, sostuvo, y aseguró que el sindicato no convalidará ningún acuerdo que implique una pérdida del poder adquisitivo. Se trata de una postura que comparten otros sindicatos y que le mete cada vez más presión a la CGT.
Los delegados analizaron el desfasaje entre los aumentos ofrecidos y el alza de precios que golpea de lleno el bolsillo de los trabajadores. “Si tomamos solamente desde la vuelta de las vacaciones hasta acá —explicó Aveiro—, dependiendo del producto, como la carne por ejemplo, tuvo subas por encima del 8 al 12 por ciento aproximadamente. Lo mismo lácteos, huevos, etcétera”.
Desde el sindicato también se hicieron eco de otro cuestionamiento que cada vez suena más fuerte, y es que la inflación que difunde el INDEC no condice con la realidad.

Recordaron que vienen reclamando hace años, bajo distintos gobiernos, una medición clara de la inflación que refleje la realidad cotidiana de los trabajadores Y en ese sentido cuestionaron que el índice oficial muchas veces no logra dar cuenta de lo que sucede en góndolas y comercios.
Qué pasa con la homologación de acuerdos
Otro de los temas discutidos en el plenario fue el mecanismo que ha asumido el Ministerio de Economía para impedir aumentos por encima del 1% mensual: si hay acuerdos entre trabajadores y empleadores que superen ese margen, no los homologa, dándoles la posibilidad a las empresas de no pagar lo que se comprometieron a pagar, tal como está ocurriendo en estos días con los supermercados.
Según señalaron en el plenario de los químicos, contradice lo dispuesto por la Ley N.º 14.250 y el régimen general de procedimientos administrativos. La única situación en la que el Gobierno podría no homologar acuerdos es si se comprueba que estos fueron alcanzados de manera espuria.
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La normativa establece que los acuerdos deben ser analizados y resueltos por el Ministerio de Trabajo en un plazo razonable, y que, vencido ese plazo —generalmente considerado de 30 días hábiles en la práctica administrativa y jurisprudencial—, deberían quedar homologados o, al menos, en condiciones de ser exigidos judicialmente, siempre que no existan observaciones legales o formales.
“Pretenden ponernos entre la espada y la pared. El mensaje es: si no firmás lo que quieren, no homologan y los trabajadores no cobran. Juegan con la necesidad para que aceptemos migajas de aumento”, advirtió Aveiro
«Desde el gobierno libertario existe libertad para las empresas para hacer lo que quieran con los trabajadores y para aumentar precios muchas veces sin ninguna justificación, pero no hay libertad para que los salarios aumenten, aun cuando los propios empresarios lo aceptan”, agregó.
«Se destruye el mercado interno»
Hasta ahora, los trabajadores químicos venían aplicando un sistema de actualización mensual por inflación vencida, que les permitió mantenerse apenas al nivel de los valores oficiales del IPC.
“Cuando el IPC informa el número de inflación, ese número es el que se otorgaba de aumento a los trabajadores. Y así, mes a mes se iba actualizando el salario”, explicó Aveiro.
No obstante, la nueva propuesta de la cámara empresaria busca abandonar ese esquema y avanzar en una fórmula que consolide aumentos por debajo de la inflación, como ocurre en otros gremios.
Desde el SPIQYP advierten que replicar acuerdos del 1% mensual en quimicos como así también en otras actividades industriales y de servicios generaría un fuerte perjuicio no solo a los trabajadores, sino a la economía en su conjunto.
“Todos sabemos que trabajadores mal remunerados y con salarios de subsistencia no motorizan la economía —señaló Aveiro—. Se destruye el mercado interno, perjudicando no sólo al trabajador que recibe un bajo aumento, sino también al comerciante, que ya no podrá vender los mismos artículos porque el trabajador le comprará menos”.
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