Con la educación como servicio esencial en debate, empiezan a sonar voces que piden que vuelvan los paros docentes

Vienen de los gremios docentes nucleados en la Unión de Trabajadores. Las críticas al proyecto que ya tiene su progreso en el Congreso.

Durante el último plenario en el predio de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), en donde pisa fuerte CTERA, aparecieron voces del sindicalismo combativo para que se avance en un plan de lucha, con el objetivo de que el Gobierno de marcha atrás con el proyecto que declara a la educación como servicio esencial. En el debate de los docentes se oyeron voces con diferentes opiniones.

En UTE, conviven aquellas voces que piden esperar antes de declarar una manifestación en torno a la normativa que ya fue aprobada por la Cámara de Diputados y otras más enérgicas, que quieren motorizar un plan de lucha y critican a CTERA por no redoblar esfuerzos.

Por ejemplo, aparece en ese escenario la Organización 9 de Abril, vinculada al PTS, que aprovechó el plenario para manifestarse a favor de un plan de lucha.

Los reclamos en el plenario

“Cuando hubo convocatorias claras, se ganaron las calles de a millones, como el 24 de marzo o la marcha universitaria. Ni que hablar de Neuquén, donde la conducción de ATEN (el gremo docente neuquino) propuso levantar la lucha y miles de docentes dijeron que no piensan dejar las calles por unas migajas, entonces van a un nuevo paro de 72 horas la semana que viene”, se quejaron.

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Plantearon además ciertas medidas. Como prioridad, “poner en pie una coordinadora democrática junto a otros sindicatos, centros de estudiantes, familias, asambleas barriales y la comunidad universitaria para luchar por la educación pública y los derechos de las niñeces. Que pueda ya mismo organizar acciones de visibilidad como marchas de antorchas, festivales y otras iniciativas”.

Agregaron también la necesidad de “un plan de lucha con paros escalonados, no van más las medidas aisladas que sólo nos desgastan a nosotros con los descuentos. Que incluya una marcha federal los primeros días de septiembre, con paro de Ctera para que vengan delegaciones del interior, y medidas crecientes que incluyan parar y concentrarse si intentan tratar la esencialidad trucha en el Senado”.

El recorrido que preocupa a los docentes

El proyecto del PRO para la educación busca declararla servicio esencial pero en ningún punto de su articulado establece una contraprestación para quienes serían los responsables de sostener esa esencialidad. Es decir: los docentes pasarían a ser trabajadores esenciales pero sus condiciones de trabajo y sus salarios no mejorarían como consecuencia.

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En concreto, la propuesta elaborada por el el diputado Alejandro Finocchiaro, presentada en marzo pasado, busca “declarar la educación como servicio estratégico esencial en todos los niveles y modalidades comprendidos en la obligatoriedad escolar, para garantizar la protección y promoción integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes en el cumplimiento efectivo del ciclo lectivo completo”.

El sistema formal de educación, desde el nivel inicial hasta la escuela media, pasaría a tener estatus de servicio esencial de la misma manera que la actividad de hospitales, distribución de agua potable, energía, gas y control del tráfico aéreo.

El proyecto del ex ministro de Educación de Cambiemos dispone la creación de guardias mínimas que deben ser garantizadas por una dotación mínima del 50% de la nómina de cada establecimiento, incluyendo docentes, directivos y auxiliares.