Conseguir empleo, misión imposible: las contrataciones de personal, en su nivel más bajo desde 2002
El propio Ministerio de Capital Humano advierte acerca de un escenario drámatico para la búsqueda de empleo. En los últimos 22 años, solo durante un mes en plena pandemia hubo peores múmeros.
Argentina enfrenta un panorama cada vez más complejo desde que Javier Milei comenzó su gestión y las empresas dan cuenta de lo que sucede. De acuerdo a consultoras privadas y a estadísticas del Ministerio de Capital Humano de Sandra Pettovello, el nivel de contratación de personal es el más bajo desde mayo de 2002, con la única excepción de mayo de 2020, cuando el país estaba encerrado por la pandemia de Covid-19 y prácticamente no hubo nuevos empleos.
En base a estadísticas la recesión económica, profundizada por crisis políticas recurrentes y la inflación, ha llevado a que las empresas tengan que reducir su personal. Este fenómeno está impulsado por una combinación compleja de factores que incluyen la necesidad de reducir costos operativos, la crisis socioeconómica generalizada y el desempeño ineficaz en algunos sectores.
Casi no hay nuevos empleos
Según las últimas cifras conocidas, el coeficiente de contrataciones de personal en el mes de mayo se ubica en 1,4%, un valor bajo en términos históricos- medidas a través de la tasa de entrada -relación entre las incorporaciones de empleados y la dotación al inicio del mes (es decir: no se mide si hay más gente trabajando al finalizar el mes, sino cuántos consiguieron nuevo empleo, sin tener en cuenta despidos y desvinculaciones).
Esta cifra solo supera la de mayo del 2002 (1,2%), durante el comienzo de la salida de la profunda crisis a nivel país, y la de mayo de 2020 (0,4%), producto de la pandemia. Según el informe oficial «Encuesta de Indicadores Laborales (EIL)», elaborado por el Ministerio de Capital Humano, en términos interanuales, la tasa de entrada tuvo una contracción de 0,7 puntos porcentuales.
Menos empleo y menos suspensiones
Por otro lado, los números de la tasa de salida, es decir, las desvinculaciones con relación a la dotación inicial, muestran una caída en relación con el mes pasado y con el mismo mes del año anterior (1,7%). El comportamiento de las incorporaciones y desvinculaciones de personal observado en mayo de este año resulta habitual en contextos de caída de la actividad económica.
A su vez, de acuerdo con los últimos datos que se conocen, el porcentaje de empleo suspendido- que se mide a través de las empresas que aplican suspensiones y la cantidad de suspensiones cada cien trabajadores- es apenas levemente inferior al del mes pasado.
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Desde una perspectiva económica, los expertos señalan que la recuperación del empleo dependerá en gran medida de la implementación de políticas públicas más robustas y de la creación de un entorno macroeconómico estable que fomente la inversión y el crecimiento empresarial, algo que por el momento no ocurre de manera concreta.
La incertidumbre política y las fluctuaciones en los mercados internacionales también juegan un papel crucial en la configuración del panorama laboral del país.
Las expectativas, en crisis
Las expectativas netas de las empresas sobre la contratación de personal para los próximos tres meses se sitúan en 0%, lo que representa una disminución respecto del 0,4% registrado en abril.
Este indicador se calcula a partir de la diferencia entre el porcentaje de empresas que anticipan aumentar sus dotaciones y aquellas que planean reducirlas. En los próximos tres meses, el 4,2% de las empresas prevé realizar ajustes en sus plantillas: el 2,1% espera incrementar el número de empleados y el 2,1% estima reducirlo.
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