El Sindicato de Locutores, en alerta: una empresa de robots eliminaría puestos de trabajo
La firma ofrece un servicio de conversión de texto en voz humana, bajo el slogan «nunca más gastes en locución». En el gremio ya hablan de «uberización laboral».
El avance de la tecnología de Inteligencia Artificial está poniendo en jaque a varias profesiones en el último tiempo. Y ahora el sector afectado es el de los locutores, luego de que una empresa comenzara a ofrecer un servicio de conversión de texto en voz humana, bajo el slogan «nunca más gastes en locución».
Ante esto, el Sindicato Argentino de Locutores y Comunicadores (SALCO) ya expresó su preocupación, apuntando que se trata de un caso de «uberización laboral». E incluso ya presentaron denuncias antes los entes y asociaciones que regulan el rubro.
Como un antecedente de lo que está pasando ahora se puede recordar el lanzamiento de ChatGTP, el chatbot de inteligencia artificial (IA) desarrollado por OpenAI que permitió que millones de usuarios tuvieran contacto directo con un asistente -potenciado por IA- que permitía reemplazar diversas tareas: desde la programación hasta la creación de piezas artísticas.
Pero en estos días surgió el caso de la empresa Voicely, que a partir de la posibilidad de automatizar el proceso de texto a voz promete generar productos de locución de manera muy sencilla.
La reacción del Sindicato de Locutores
Según la publicidad de la firma, lo que promociona es un software que «convierte instantáneamente cualquier texto en una voz en off 100% humana con sólo 3 clicks».
La novedad, claro, no cayó bien entre los trabajadores del sector. Por eso rápidamente el SALCO emitió un comunicado de prensa para dar a conocer la situación. Y otros gremios también se sumaron al rechazo.
Para el Sindicato de Locutores, se trata de una «alevosa actitud» que, remarcaron, «atenta contra el ejercicio profesional de locutores y comunicadores, pretendiendo reemplazar la voz humana por frases robotizadas».
Por eso el gremio no dudó en presentar la denuncia correspondiente ante el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), la Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas (ARPA) y la Asociación de Agencias de Publicidad.
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También advirtió que esto traerá como consecuencia la pérdida de miles de puestos de trabajo. Y consideró que «si bien no es directamente comparable, este es otro capítulo de la uberización laboral que estamos atravesando, donde una aplicación termina directamente con una profesión».
Por lo tanto expresó que «frente a estos hechos, necesitamos un Estado presente que le ponga coto a estas prácticas desleales».
25.000 profesionales amenazados por la tecnología
En diálogo con IProfesional, el secretario general del SALCO, Sergio Gelman, contó que «nos enteramos de esta oferta por Instagram, pero no hay forma de comunicarse con alguna autoridad o responsable de Voicely para solicitarles que dejen de hacer esta publicidad que es tan perjudicial para nuestro sector».
Y aseguró que no van a «tolerar que alguien se haga el distraído. No se pueden producir voces masculinas y/o femeninas robotizadas para ser utilizadas por cualquier medio de difusión o propaganda».
Por eso, agregó, «vamos a seguir con esta campaña hasta que cese esta oferta que solo pretenden profundizar la precarización laboral hoy existente».
Según el sindicato, la empresa tendría alguna sucursal o base de operaciones en España, «aunque se hace complicado detectarlos». En cuanto al servicio, estiman que arranca en poco menos de 10.000 pesos más impuestos (en caso de corresponder) y se puede abonar en cuotas por tarjeta de crédito.
En Argentina se calcula que actualmente hay unos 25.000 locutores y locutoras, tanto en el sector independiente como en relación de dependencia, con un salario básico (sin adicionales) de unos 100.000 pesos.
Y los trabajadores ya expresaron su opinión de que el producto de Voicely causaría «nefastas consecuencias» sobre el mercado de empleo. Y basan sus reclamos en la ley 26.522 y la resolución 709/2003, que amparan el ejercicio profesional en medios de comunicación y agencias o productoras de publicidad.
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