La crisis generó una transferencia de 7 mil millones de pesos de los asalariados al capital
Según datos del centro CIFRA, de la CTA de los Trabajadores, la caída en la participación de los trabajadores en la economía cayó casi 10 puntos en cinco años.
La participación de los salarios en la economía argentina cayó casi 10 puntos desde el 2016 al 2021, dando lugar a una millonaria transferencia desde los trabajadores hacia el capital. Así lo alerta el último informe del Centro CIFRA de la CTA de los Trabajadores, que remarcó que la pandemia y la crisis económica generó un marco para este cambio, que aumento la desigualdad, incluyendo la brecha entre los que más ganan y los que menos ganan.
En este punto, la entidad remarcó que «la pérdida de participación de las y los trabajadores sobre el valor agregado supone una significativa transferencia de ingresos hacia el capital». Según el ejercicio que realizó en su trabajo, este valor alcanza los 7.700 millones de pesos, que equivalen al 46 por ciento de la masa salarial y al 19,6 por ciento del valor agregado de 2021.
Los datos de CIFRA ponen en relieve la caída de los ingresos, y la forma en que esto impacto en el mercado laboral, desde que el Frente de Todos se hizo cargo del gobierno.
«El mantenimiento de un bajo nivel salarial implica que el proceso de recuperación se haya dado con un marcado empeoramiento en la distribución del ingreso, que profundizó el que ya había tenido lugar durante la administración de Cambiemos», explicó el reporte, al que tuvo acceso Gestión Sindical.
En este sentido, «la participación de las remuneraciones en el valor agregado, que era de 51,8 por ciento en 2016, pasó al 46,1 por ciento en 2019 y descendió al 43,1 por ciento en 2021». Así, agregó, «en los últimos años puede computarse una transferencia de ingresos desde los asalariados hacia el capital de 7.700 millones de pesos».
El centro de estudios de la CTA de los Trabajadores llegó a ese número realizando un siguiente cálculo. Primero, «se expresa el valor agregado promedio por ocupado (productividad) y el salario promedio, deflactados por el Índice de Precios Implícitos, que refleja la evolución de los precios medios de la economía, y no sólo los precios de los bienes y servicios al consumidor, como el IPC«.
«La evolución comparada de salario y productividad permite apreciar cómo las remuneraciones evolucionaron negativamente por debajo de la productividad hasta 2020 y cómo continuaron cayendo en 2021 cuando la productividad se recuperó», completó.
En segundo lugar, «se evalúa cuál hubiese sido la masa salarial en cada año si la evolución de salarios medios hubiese seguido a la de la productividad, y se compara ese importe con la masa salarial real, todo en precios constantes de 2021». Allí, se llega al valor de 7.700 millones de pesos entre 2018 y 2021.
Menor participación
El tema de la participación se volvió clave en este contexto, que se profundizó con la interna en el Gobierno nacional, entre las alas que forman el Frente de Todos. Además, varios informes alertan no sólo la baja del ingreso real, sino del impacto de los salarios en la economía.
La semana pasada, en el marco del paro por la falta de acuerdo con la paritaria, el gremio SUTNA difundió que el salario de los trabajadores del sector sólo alcanza el 10 por ciento del valor de mercado de las cubiertas.
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En cuanto a la pérdida salarial, los peores números parecen estar en el sector público. Así, los trabajadores del INDEC informaron que según su reporte de abril, la caída del ingreso de los estatales desde el 2016 a este año supera el 40 por ciento.
«Por eso reclamamos que los paritarios que vayan a reunirse con los funcionarios nacionales antes de fin de mes pidan un aumento de emergencia del 60 por ciento», le dijeron a Gestión Sindical desde el espacio «Inter juntas» de ATE, que se volvió crítico a la dirección de la discusión salarial que lleva adelante la conducción del gremio.
Mayor brecha
Otro dato que marca cómo la crisis generada por el macrismo y la pandemia, y que se profundizó en estos días, hizo muy desigual el mercado laboral es la brecha entre los que más y menos ganan. En este sentido, CIFRA remarca que en este tiempo «persiste una importante desigualdad entre los trabajadores y se amplió la brecha entre quienes más y menos ganan».
«En el cuarto trimestre de 2017 el ingreso laboral del 10 por ciento de los ocupados con mayor ingreso equivalía a 18,4 veces el promedio del 10 por ciento con menores ingresos; en el mismo trimestre de 2021 esa brecha creció hasta 24,1 veces», recalcó el reporte.
En comparación con la situación previa a la pandemia, «el ingreso laboral del 10 por ciento con mayores ingresos creció 11,8 por ciento en términos reales, mientras el estrato medio continuó cayendo y el más bajo apenas se sostuvo».
Con estos datos, CIFRA discute «si la propia recuperación económica y del empleo es suficiente para inducir un aumento en los salarios reales y, por esta vía, mejorar también la situación social».
«Cierto es que la baja en la tasa de desocupación implica para las y los trabajadores una situación de mayor fortaleza relativa; aunque con desigualdades muy grandes», analizó, aunque se aclaró que «también es cierto que las políticas del Estado tienen incidencia –por acción u omisión– en la distribución del ingreso».
«Ante el deterioro acumulado en las condiciones de vida de las y los argentinos, esperar a que solo el libre mercado mejore estas condiciones implica sostener el empobrecimiento e incluso dificultar la propia recuperación de la economía», concluyó el trabajo.
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