Luego de la cumbre de la CGT con Macri, se enfría la alianza entre el MASA y la CTA de los trabajadores

Los espacios se reunieron en enero para marcar “una agenda común”. Pero la presencia de Caló en la reunión con el presidente parece alejarlos. Hoy habrá una reunión de la CGT Alsina y hay promesa de reproches. En el MASA hay más preocupación por la dirección de la central que por fortalecer este espacio.

Durante el kirchnerismo, la CGT Alsina y la CTA de los Trabajadores fueron los espacios más cercanos al gobierno, quienes defendieron las políticas oficiales e incluso se enfrentaron al resto de la dirigencia sindical cuando esta decidió salir a la calle en reclamos de algunas cuestiones. Con la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada, comenzó un nuevo proceso, y algunas señales adelantaban que serían parte de un sector movilizado contra las políticas gubernamentales. Incluso una serie de reuniones entre el brazo político de Antonio Caló y la dirigencia que lidera Hugo Yasky ratificaban este rumbo. Pero en los últimos días, la participación del metalúrgico en la cumbre con el presidente, más algunos gestos respecto a los despidos, enfrió esta alianza. Ahora, la dirigencia admite que si bien podrían volver a reunirse, están trabajando “por separado”, con intereses hasta el momento diferentes.

En la reunión de enero, el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) –espacio donde se refugia la dirigencia más cercana a Caló –y la CTA de Yasky propusieron una “agenda común” para potenciar “la defensa de los trabajadores”. Críticos al gobierno nacional, desde esa cumbre en el gremio de taxistas no volvieron a encontrarse. En el medio, Caló decidió participar de la cumbre de la dirigencia con Macri, una decisión que enfría la posibilidad de sostener esta alianza. “La primera reunión fue importante, siempre los diálogos son importantes entre los distintos sectores del movimiento obrero, más en esta situación que está viviendo el país”, dijo una fuente del sector a Gestión Sindical. Pese a esto, la misma fuente confirmó que las partes habían acordado un nuevo encuentro “para finales de febrero o principio de marzo”, pero hasta ahora la cumbre no tiene fecha. Tampoco el MASA discutió la posibilidad de sumarse a la jornada nacional de lucha que plantea la CTA, que se hará el martes 24 de febrero, coincidiendo con el paro nacional de ATE.

Por su parte, en la CTA decidieron darle visibilidad a su postura crítica, y llamaron a la jornada nacional de lucha, que la acerca a la fracción de pablo Micheli, que respalda el paro de los estatales. En este sentido, la dirigencia se mostró algo molesta por la postura de Caló respecto a los despidos, sobre todo en la cumbre con el presidente, cuando a la salida el dirigente dijo que “algunos de los muchachos lo mencionaron, pero no se habló mucho de eso”. “Con el gobierno anterior ellos se acercaron y obtuvieron respuestas, incluso más que nosotros, y ahora parece que van a hacer lo mismo”, remarcó en estricto off un dirigente de la central que comanda Yasky.

Lo cierto que este acercamiento de Caló a la mesa del gobierno creó algunos resquemores en el MASA. Primero, el movimiento se solidarizó con la situación de los gremios educativos UDA y SADOP, que forman parte de su CGT, por la falta de acuerdo en la paritaria. De esta forma, quieren mostrarse activos ante los problemas que van surgiendo en el sector. Segundo, Como informó el su edición de ayer el diario Ámbito Financiero, los pasos de Caló “detonó una nueva interna en la CGT”. “Las principales objeciones pasan por la soledad con la que el líder de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) se manejó tras ser invitado a la Casa Rosada. Y, sobre todo, por el silencio que mantuvo en las últimas semanas el dirigente frente a un escenario económico que varios de sus pares de la CGT consideran muy adverso para los trabajadores”, escribe el periodista Mariano Martín.

Lo cierto es que hoy la dirigencia de la CGT Alsina se reunirá para hacer un balance de la reunión con Macri, además de analizar la situación económica del país. Se espera según las versiones une reproche a Caló por haber asistido sin mayores consulta a sus aliados.