Sanidad mete presión y ya anunció un paro para cuando venza la nueva conciliación
El sindicato de enfermeras y camilleros, que lleva un extenso conflicto salarial, anunció un paro nacional para el 4 de agosto, un día después de que caiga la nueva conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo.
Luego de que el Ministerio de Trabajo dictara una nueva conciliación obligatoria por cinco días hábiles en el conflicto salarial entre la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Fatsa) y las cámaras empresariales, el sindicato decidió redoblar la presión y convocó a un paro nacional con movilización para el próximo miércoles 4 de agosto, junto cuando vencerá la medida de la cartera laboral.
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Debido a la intervención del Ministerio que conduce Claudio Moroni, la organización gremial que conducen Carlos West Ocampo y Héctor Daer, debió suspender la medida de fuerza de 24 horas que había convocado a partir de las 0.00 de este jueves ante «la permanente intransigencia patronal a recomponer los salarios».
La directora nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo, Gabriela Marcello, dictó la extensión de la conciliación obligatoria y exhortó a sindicalistas y empresarios a mantener «la mejor predisposición y apertura para continuar el diálogo y contribuir a la paz social y a mejorar en ese contexto las relaciones laborales».
El reclamo de Sanidad
Desde hace varias semanas se extiende el reclamo de los trabajadores de la Salud afiliados al gremio de Sanidad que incluyeron huelgas nacionaes que afectaron clínicas, sanatorios, laboratorios, geriátricos y hospitales de comunidad privados en demanda de un aumento del 45 por ciento.
«La decisión ministerial es injusta e ilegítima. No se puede impedir la realización de medidas de fuerza, cuya única finalidad es lograr la actualización de los básicos del sector asistencial. El gremio negocia hace más de dos meses de buena fe y, los empresarios, se niegan a formular una propuesta», sostuvo el sindicato sobre la nueva conciliación.
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En este sentido, los gremialistas remarcaron que la resolución de la cartera laboral solo dilata «la solución del conflicto salarial», por lo que lanzaron este paro nacional para el 4 de agosto, que incluirá «una gran movilización en la Ciudad de Buenos Aires».
«Si los trabajadores pelean contra la pandemia de coronavirus, pueden hacerlo en rechazo de la mezquindad de los empresarios. Gobierno y patrones deben prestar atención y asumir las responsabilidades. Cuando una injusticia social alcanza esta dimensión es porque no son reales las prioridades declamadas», lanzó Daer.
Según aseguró el gremio, «las escalas salariales de esos convenios colectivos de trabajo están vencidas y, luego de extensas negociaciones, no hubo acuerdo posible con el sector empresario, que se negó de forma sistemática a convenir los justos reclamos«.
«Las negociaciones continúan estancadas, por lo que se impone la prosecución del plan de acción gremial para renovar esos convenios», denunciaron West Ocampo y Daer, que ratificaron que «sin salarios dignos no hay salud posible».
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