Trabajadores de Ternium-Siderar denuncian que la empresa no cumple fallo judicial que ordenó reincorporaciones

Los empleados de la metalúrgica ubicada en el sur del conurbano bonaerense afirman que la empresa no deja ingresar a personal reincorporado en marzo pasado, en el marco de un largo conflicto por condiciones laborales.

En marzo de este año, los trabajadores de Ternium-Siderar, empresa metalúrgica del grupo Techint, denunciaron despidos en el marco de un intento de la empresa de «flexibilizar» las condiciones de trabajo. Si bien hubo un principio de acuerdo, el conflicto se mantuvo latente, y volvió a estar en los últimos días.

Ante la decisión de la empresa de no dejar ingresar a su planta ubicada en la localidad de Canning a personal que fue reincorporado, y que ahora no pueden ingresar a su lugar de trabajo. Por eso, se realiza una protesta en el lugar.

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Desde el inicio de la pandemia, denunciaron los trabajadores, el grupo Techint “impuso la incorporación de cláusulas de crisis en los acuerdos paritarios, que le permiten abonar los aumentos salariales como sumas no remunerativas”.

Además, impulsó “medidas de flexibilización laboral por diferentes vías – modificando regímenes de turnos, trasladando tareas de trabajadores efectivos a tercerizados, despidiendo a trabajadores subcontratados – en la totalidad de sus plantas”. En el transcurso de 2020, se registraron diversos conflictos, conducidos por las seccionales y comisiones internas de Campana, Villa Constitución o Valentín Alsina – algunos continúan.

Fallo judicial

En febrero de este año, los trabajadores de Ternium Canning resistieron los intentos empresarios de rebaja salarial y flexibilización de las tareas. “Junto con el rechazo a esta modalidad de pago, también reclamaban que se detenga la política de flexibilización, respetando la división de tareas entre efectivos y eventuales; y que todos los que trabajan el fin de semana perciban el pago correspondiente”, afirmaron mediante un comunicado.

Luego de semanas de paralización de tareas y asambleas, surcadas por represalias patronales como despidos, amenazas y cartas intimidatorias, los trabajadores exigieron a la dirección de la UOM seccional Avellaneda que “llevara sus reivindicaciones a la mesa de negociación con la empresa”.

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En este contexto, avanzó el reclamo judicial por la reincorporación de siete trabajadores que habían sido despedidos por su rol en la organización de las demandas y en la expresión del descontento del conjunto – la empresa se negó a reincorporar en el marco de las negociaciones.

La Resolución Judicial indica que la empresa “debe reinstalarlos en sus puestos, pero les niegan sistemáticamente el ingreso”. Los trabajadores denuncian la situación y reclaman “el inmediato cumplimiento de la resolución judicial, al tiempo que diversas organizaciones han hecho llegar su solidaridad ante tan grave avasallamiento de los mínimos derechos democráticos”.