El camionero hizo saber de su malestar frente al posible nombramiento del empresario cordobés Jorge Lawson como ministro de Trabajo, algo que finalmente quedó sin efecto.
La integración del futuro Gabinete generó ayer el primer chispazo en la relación entre Mauricio Macri y Hugo Moyano. El camionero hizo saber de su malestar frente al posible nombramiento del empresario cordobés Jorge Lawson como ministro de Trabajo, algo que finalmente quedó sin efecto en el anuncio de Marcos Peña por la tarde, y que dejó el único casillero sin completar en la primera línea de Gobierno. La definición promete estar después de un encuentro que podría llevarse a cabo este mediodía entre Macri y Moyano. Los nombres que sonaban más fuerte eran los del actual ministro de Trabajo porteño, Ezequiel Sabor, y del diputado Jorge Triaca.
Como pocas veces en los últimos años, los distintos sectores en los que está dividida la CGT ayer unificaron sus voces para objetar la nominación de Lawson, que había trascendido a última hora del martes y que tenía como antecedentes su labor en la comunicación de empresas de primera línea como Arcor. Su postulación contaba entonces con el aval implícito de la empresa de Luis Pagani, de la Copal (la central industrial de alimentación) y de la propia Unión Industrial.
De hecho, el empresario cordobés contaba a priori con el perfil pretendido por Macri: un técnico proveniente del sector privado, con experiencia en el manejo de crisis pero sin vinculación con los sindicalistas. Ayer, cuando habían pasado las primeras horas tras la sorpresa que causó su nombre, surgieron las objeciones. Por lo pronto, desde temprano se despegó José de la Sota (que contaba en su propio equipo a Lawson) del nombramiento, que se lo suponía además un guiño del líder de Cambiemos al cordobés.
Por la tarde la presión sindical selló la suerte del candidato. Anoticiados del malestar de Moyano, en el entorno de Macri se comunicaron con el camionero para hacerle saber que el nombre del futuro ministro de Trabajo no estaba firme. En esa instancia el sindicalista enunció su segunda queja: el nombramiento de Guillermo Dietrich en el Ministerio de Transporte aparecía como un escollo insalvable para la integración a esa cartera de Guillermo López del Punta, un técnico ligado a Moyano y que estuvo en el área entre 2002 y 2003.
Además de esas dos áreas, el gremialista aspira, producto de la buena relación que mantuvo con Macri en los últimos años -entre otros aspectos por la recolección de residuos porteña-, a tener incidencia en la Superintendencia de Salud, el área que distribuye fondos estatales entre las obras sociales, otro casillero hasta ayer incompleto.
Moyano no fue el único en plantear reparos sobre Lawson. Ayer mismo hubo una reunión de emergencia de la Casia, la confederación de gremios industriales de la Alimentación (contraparte de Copal). «A los sindicatos no les pareció una buena señal el nombramiento de un hombre que viene del sector empresario», le dijo a este diario el abogado Lucio Garzón Maceda, asesor legal del núcleo gremial.
La Casia, además, prevé dar a conocer un documento con advertencias respecto de un eventual acuerdo social de precios y salarios, y como le confirmó a este diario que se intentará el dirigente de los peones rurales Gerónimo «Momo» Venegas, máximo apoyo gremial de Macri durante la campaña electoral.
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