Zanella despidió a todos sus operarios de su fábrica en Caseros y la militarizó, y va camino a cerrar su tercera planta
Tras 70 años, la emblemática marca nacional de motos está al borde de la desaparición. La planta amaneció rodeada de policías, sólo se salvaron del despido los gerentes y el personal administrativo. Walter Steiner, su dueño, les adeuda dos meses de sueldos y aguinaldo.
Zanella, una marca con 70 años de historia en el país, no pudo hacer frente a su crisis. Al cierre de su planta de Mar del Plata, Cruz del Eje en Córdoba y al ajuste de su personal en San Luis, se suma hoy el despido de casi la totalidad de su planta de Caseros.
Cuando los trabajadores se presentaron hoy a las 6 de la mañana se encontraron con todas las manzanas rodeadas de policías de la Provincia de Buenos Aires, patrulleros dentro de las plantas y una nueva empresa de seguridad que se encargó de darles una copia del telegrama de despido a los 75 operarios de línea de producción.
Sólo quedó personal jerárquico y administrativo, el resto del personal fue despedido. Entre abrazos y llantos, los trabajadores no entendían cómo una marca líder como Zanella pudo terminar así.
Walter Steiner, propietario de Zanella, no pudo casi cumplir con el pago de las indemnizaciones a los despedidos. En enero tenía 500 trabajadores, hoy apenas quedan 50 trabajadores en su planta de San Luis y en la planta de Caseros, quedan hasta el momento 50, pero aún no se sabe si seguirán enviando telegramas de despidos.
Los trabajadores de Caseros vienen hace meses sufriendo la crisis de la empresa, cobraban los sueldos de a $2000 y $5000 semanales, no cobraron aguinaldo, no les pagaron vacaciones y sin embargo, seguían cumpliendo su horario todos los días.
Cuando le reclamaban el pago de los salarios a Steiner, le pedían que les entregara una moto y él les respondía: “Si quieren una moto, la tienen que pagar”. La semana pasada les había ofrecido entregarles unos equipos electrógenos que estaban abandonados en la fábrica hace años.
En el telegrama, la empresa explica que el ajuste se debe a que se derrumbaron los índices de producción y consumo. Explica que “pedimos ayuda a organismos públicos nacionales, provinciales y privados para conseguir financiamiento o medidas paliativas no hemos podido alcanzar una situación de equilibrio”.
Zanella señala en el telegrama de despido que debe hacer este ajuste para “sostener la continuidad a mediano plazo y en la espera que las condiciones se modifiquen a largo plazo”.
A las 12:30, los trabajadores junto a la UOM de 3 de Febrero irán al ministerio de Trabajo de San Martín para pedir la conciliación obligatoria y la reincorporación de los trabajadores.
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