22 de Noviembre
de 2024
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Sigue la tensión en la planta de Electrolux, el conflicto que incomoda a Antonio Caló

13. 05. 2019

Los trabajadores realizaron una marcha este lunes, para pedir la intervención del gobierno de Santa Fe, ante el fracaso de la última audiencia en el Ministerio de Trabajo provincial. La muerte de un delegado abrió un duro enfrentamiento entre los despedidos y la seccional de la UOM, que se trasladó a Capital Federal. En el medio, el dirigente debe buscar un acuerdo en la paritaria de este año, que está casi trabada.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

El miércoles pasado, un delegado de la UOM de Rosario murió frente a la planta de Electrolux, producto de un paro cardiorespiratorio. El hombre era delegado de otra empresa de esa localidad de Santa Fe, y llegó al lugar como parte de un grupo que responde al gremio, y que se enfrentó con los 40 cesanteados y los empleados de del lugar, que mantienen un acampe frente a la planta y piden ser reincorporado. Con la escusa de una supuesta asamblea que decidió levantar las medidas, la gente de la UOM se enfrentó con los despedidos, en momentos que se produjo la muerte. Esto generó otro foco de tensión en un conflicto que hoy no tiene salida a la vista, y que comenzó a generar malestar en cúpula del gremio, y en el propio Antonio Caló.

En un breve contacto con la prensa en la Capital Federal, el dirigente –que supo conducir una de las fracciones de la CGT –se mostró fastidioso cuando le preguntaron de lo sucedido en Rosario. En estos días, la conducción nacional del gremio metalúrgico podría llamar a un paro nacional, por la falta de acuerdo en la paritaria del sector. En ese combo de despidos y negociaciones, además la CGT podría llamar a un paro, donde Caló tendrá otra vez que definir una postura, ante unas bases cada vez más movilizadas.

La situación de los despedidos de Electrolux empeoró desde que el miércoles el grupo vinculado a la UOM llegó al lugar e intentó desalojar a quienes estaban en el acampe, cesanteados con sus familias y organizaciones sociales y gremiales que se acercaron al lugar. Luego de los enfrentamientos y la muerte del delegado metalúrgico (de la firma Cym Materiales), se decidió levantar el acampe, por cuestiones de seguridad.

“Decidimos tomar esa medida porque no podemos exponer a los compañeros a pasar la noche sin condiciones de seguridad, porque ni el gobierno provincial ni nadie garantiza que la patota vuelva a atacarnos”, le dijo a Gestión Sindical Lucas Tondo, vocero de los despedidos. Además, Tondo acusó a la UOM de “mentir” sobre la muerte del delegado, ya que se dijo que los despedidos no dejaron pasar una ambulancia para atenderlo, cuando “se vio que la ambulancia pasó libremente”.

En este sentido, acusó al gremio del ataque “con personal jerárquico y barras bravas”, y desmintió que sólo tres cesanteados sean los que protestas en el lugar. La conducción de Rosario del sindicato metalúrgico fue al lugar y afirmó que una asamblea había resuelto levantar las medidas de fuerza, pero los despedidos desmienten su realización.

Luego del ataque, hubo una audiencia en el Ministerio de Trabajo provincial el viernes pasado, donde la empresa no se presentó, lo que hizo fracasar la negociación. Por eso, hoy lunes por la mañana hubo un corte en el acceso de la autopista Rosario-Santa Fe, que duro desde las siete de la mañana hasta el mediodía, de forma total e intermitente.

Allí se pidió la intervención del propio gobernador socialista Miguel Lisfchitz, ya que la empresa no responde a las órdenes de la cartera laboral, y la justicia avala su postra.

Esto quedó de manifiesto cuando se filtró un audio donde la fiscal Valeria Haurigot –que imputó a los despedidos por delitos como sabotaje y usurpación y pidió varias veces el desalojo por la fuerza –aconseja al abogado de la empresa y su jefe de planta cómo desarmar la protesta de los trabajadores.

Por eso, los despedidos quieren que el propio gobierno provincial se involucre en la cuestión, ya que no cuentan con apoyo de la justicia ni el gremio, sólo de organizaciones sociales, políticas y sindicales que firmaron una solicitada que se publicó el domingo pasado en medios locales, y que llevó al firma del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. Esta semana, pese a no resolver los 40 despedidos, la empresa volvió a producir.

El enfrentamiento del miércoles pasado y los cuestionamientos a la dirigencia de la UOM hicieron llegar el conflicto a la Ciudad de Buenos Aires. En una improvisada rueda de prensa, Caló explicaba el rechazo a la oferta en el marco de la última paritaria, cuando algunos periodistas quisieron preguntarle sobre el conflicto de Electrolux.

Allí, el dirigente se mostró molesto y rechazó contestar. Según le comentaron algunos de los presentes a Gestión Sindical, la custodia de Caló impidió que se acercaran a preguntar sobre el tema, rodeando al dirigente y sacándolo del lugar. Al suceder esto, caló dejó de hablar con la prensa y se retiró notablemente malhumorado. Este miércoles habrá una reunión de la conducción nacional del gremio, que definiría un paro nacional ante el fracaso de la negociación salarial. Pero el tema Electrolux será también parte de la jornada, y algunos dirigentes no dudan que habrá algún cuestionamiento al manejo de la crisis.

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