La destrucción del mercado laboral: en 2018, hubo 190 despidos y suspensiones por día
Lo asegura un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). En total, se registraron 69.696 cesantías y suspensiones durante el año pasado, lo que representa un aumento del 91 por ciento respecto de 2017. Más de la mitad de los casos se dieron en el sector industrial, lo que profundiza el “industricidio”. Septiembre fue el mes donde la crisis llegó a un pico de más de 12.000 cesantías, unas 400 diarias.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
Cada día de 2018, en distintos puntos del país, unos 190 trabajadores fueron despedidos o suspendidos, según el caso. La escalofriante cifra casi duplica lo que sucedió el año anterior, y marca el grado de deterioro que la crisis económica genera en el mercado laboral.
Los números de la caída del empleo en la Argentina tienen atrás historias como las de los trabajadores de Canale, Siam, Cresta Roja, INTI, fabricaciones Militares, muchas de las cuales siguen abiertas, ya que la lucha por recuperar esos puestos de trabajo se mantiene en las calles.
Los datos de la caída de empleo fueron recopilados por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), en un informe que remarca que las cesantías temporarias o permanentes superaron un 91 por ciento respecto del 2017.
El desglose por sector
El 77 por ciento de los casos se dieron en el sector privado, siendo la industria la que tienen más de la mitad de los trabajadores afectados. La destrucción del mercado laboral se viene acelerando en los últimos años, desde que Mauricio Macri llegó a la presidencia, y alarma a empresarios y gremios, al punto que juntos afrontan medidas y planes de lucha para frenar la sangría de empleados. Los casos emblemáticos de esta situación, que promete mantenerse este año.
El informe de CEPA contabilizó 69.696 despidos y suspensiones durante todo el año, “correspondiendo 16.303 casos a empleo público y 53.393 a empleo privado”, lo que representa poco más de 190 situaciones por día.
“Estos datos implican un promedio de 5.800 despidos y suspensiones mensuales durante todo 2018”, remarcó el trabajo, al que tuvo acceso Gestión Sindical. En comparación con los 36.534 casos que se produjeron el año anterior, se generó un aumento del 91 por ciento.
Cifras terroríficas
La destrucción de puestos de trabajo tuvo un incremento notable en el bimestre noviembre-diciembre del año pasado, cuando los despidos y suspensiones ascienden a 9.727 casos, “más del doble respecto del mismo período del año anterior, que sumaron 4.758 casos”. “Al analizar el bimestre noviembre-diciembre con el mismo período del 2017, la diferencia alcanza los 4.969 casos, un incremento del 104 por ciento”, agregó el informe del CEPA.
Septiembre fue en el mes con mayores despidos y suspensiones, un pico que alcanzó los 12.072 casos, muy lejos de los 90 que se contabilizaron en 2017. En ese mes se comenzó a sentir el efecto de la brutal devolución, que generó una aceleración de la inflación y acrecentó el estancamiento del consumo.
En esa ecuación, los sectores productivos tuvieron especiales dificultades para mantener el personal, lo que explica el aumento notable de las cesantías. Ese mes se produjeron dos casos emblemáticos de la crisis laboral: el cierre de la fábrica de zapatillas Gaelle y la quiebra final de la metalúrgica Canale de la localidad de Llavallol.
Las historias detrás de las cifras
En el primero de los casos, la firma decidió dejar de producir en su planta de Avellaneda para realizar importaciones, ante la imposibilidad de competir con el ingreso del extranjero. En esa firmo, primero se concretaron suspensiones, hasta despedir a varios integrantes del sector productivo, y dejó una dotación mínima. “Todavía no nos pagaron las indemnizaciones entre noviembre y diciembre, pero no sucedió. En enero prometieron adelantar algo pero no llegó el dinero.
Hoy ya nos dicen que vayamos a juicio. No terminaron jodiendo”, le dijo a Gestión Sindical uno de los despedidos de Gaelle, que realizaron un acampe, varias marcas, pero no lograron no la reincorporación ni el pago de la liquidación final. En el caso de Canalle, la firma quebró en septiembre, despidió a todo su personal, que resiste en la puerta de la planta. Los trabajadores se constituyeron como cooperativa, y esperan el visto bueno de la justicia para iniciar el proceso de recuperación, una de las pocas fábricas que tiene la esperanza de reabrir.
Sobre la evolución de los despidos, CEP distingue que “en los primeros dos meses del año los despidos del sector público resultan más significativos que en el sector privado, en los siguientes cinco meses, toman “la posta” los despidos del sector privado, para, en agosto, converger en despidos del sector público y privado casi por igual”. “En los últimos cuatro meses de 2018 se produce un sensible incremento de la evolución de despidos y suspensiones en el sector privado que relativiza lo sucedido hasta ese momento”, agregó.
El segmento dominante en cuanto a suspensiones
Acerca de los despidos y suspendidos recolectados por CEPA, tuvieron una fuerte impronta del sector privado, que acaparó el 77 por ciento de los casos, contra el 23 del sector público. En relación a las actividades involucradas, el 54 por ciento corresponde a la industria”. Lo siguen el sector servicios (19 por ciento), gobierno (16), empresas de capital estatal (7), construcción (2) y sector primario (1).
No es casual que la industria encabece lejos la cantidad de cesantías, lo que marca el “industricidio” que se lleva adelante en estos tres años de macrismo. Según CEPA, la industria “protagoniza el proceso de despidos y suspensiones también en 2018, luego de importantes caídas en 2016 y 2017, donde se observa la continuidad en el proceso de expulsión laboral a lo largo del año, promediando 3.108 casos mensuales”.
“Es de destacar que, en el bimestre noviembre-diciembre de 2018, los despidos y suspensiones fueron motorizados en buena parte por el sector industrial que representa el 40 por ciento de los casos”, remarcó el informe.
Por último, el CEPA analizó las causas de los despidos y las suspensiones, y determinó que “42.396 casos corresponden a despidos netos, 9.210 a despidos cierre de empresas o plantas, 1.735 a retiros voluntarios o jubilaciones anticipadas, 15.280 a suspensiones junto con 1.075 casos de adelanto de vacaciones”.
La era del «industricidio»
“Es de destacar que 1 de cada 8 despidos durante 2018 se relacionan con cierre de empresas o plantas. En el caso de la industria la proporción es aún mayor: 1 de cada 6 casos están vinculados a cierres”, indagó el trabajo. Más allá de los números, muchos de los casos quedaron marcados por la lucha de los trabajadores, que se movilizaron para rechazar la situación.
Dentro de la industria, subrayó el CEPA, encabeza el sector automotriz y autopartes con las suspensiones en General Motors, FIAT, Renault y Volkswagen y despidos en Itec y Metalpar.
El sector textil fue motorizado por las suspensiones en Alpargatas, Tipoiti y Dass y despidos en empresas como Alpargatas, Karavell, Coteminas, Adidas, Cadein y Gaelle. Entre los casos de alimentos y bebidas sobresale el caso de los despidos en Ingenio San Isidro y el Tabacal, Alijor, Citrus Alem, La Campagnola, Alco Canale, Nestlé y Villa del Sur.
En el sector público hubo despidos en entes descentralizados como CONICET, Vialidad, INTI, Coros y Orquestas y SENASA, en las municipalidades de San Miguel de Tucumán, Morón, Quilmes, Tres de Febrero, La Plata y otras, despidos en el poder ejecutivo, en los Ministerios de Agroindustria, Desarrollo Social y Economía, entre otros.
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