“El campo está en crisis”, advierten desde al Sindicato Argentino de Trabajadores Horticultores y Agrarios (SATHA). Sus dirigentes analizaron la realidad del sector a una década del tenso conflicto que llevó al país al borde del enfrentamiento. “Los sectores de producciones regionales vienen en una caída de la actividad que no hay forma de frenarla”, afirman. Además, hubo fuertes críticas al gremio UATRE: “Son los socios del campo en la precarización de los sueldos”.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
Hace 10 años, una madrugada del 17 de julio de 2008, el voto “no positivo” del entonces vicepresidente Julio Cleto Cobos terminó con un conflicto de varios meses, que llevó al país a un punto de tensión pocas veces visto, y que marcó a un gobierno que comenzaba y un sector de la economía que, pujante, se unió para enfrentarlo. La llamada “pelea del campo” fue un largo conflicto que enfrentó al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y las entidades rurales, por la aplicación de retenciones móviles, a partir de la ya famosa resolución 125. Desde que empezó la pelea en marzo de ese año, cuando se anunció en nuevo esquema impositivo, hasta la noche que la ley fracasó en el Senado, hubo de todo: piquetes, manifestaciones, discusiones, enfrentamientos y mucha tensión. Una década después, el sector vive una realidad distinta. Si bien se muestran cercanos al gobierno actual, advierte que las retenciones no pueden volver. Pese a esta cercanía, un gremio agrario asegura que la situación no es la mejor, sino todo lo contrario. «El campo está en crisis», aseguran desde el Sindicato Argentino de Trabajadores Horticultores y Agrarios (SATHA), incluyendo el sector denominado “rico”. Además, critico el rol que jugó en ese momento el otro sindicato rural, el UATRE, quien hoy es aliado del gobierno, y se muestra con los integrantes de la mesa de enlace en La Rural.
A 10 años del conflicto por la resolución 125, para Gustavo Arreseygor, titular del SATHA, “el campo está en crisis”. “Incluso está entrando en crisis la parte que llamamos ‘el campo rico’, vinculado a la soja, porque están bajando los commodities. Todos los sectores de producciones regionales hace un tiempo que vienen mal, y en los últimos dos años vienen en una caída de la actividad que no hay forma de frenarla. Donde mirás en el país, todas las economías regionales están en crisis”, sostuvo el dirigente, en diálogo con Gestión Sindical. Una de las cuestiones principales de esta crisis es el tema del dólar. “Hoy todos los insumos que se compran están en dólares, mientras producir en pesos. Y no exportás, por lo cual el peso te licúa lo que producís cuando aumenta el dólar. No hay forma de poder financiarte, y te vas cayendo”, analizó Arreseygor. En este sentido, calificó como “una locura” que el gobierno nacional no obliga a los exportadores del sector, por lo general sojeros, a liquidar los dólares en tiempo y forma.
Sobre aquellos días agitados, Arreseygor recordó que “el campo se abroqueló en contra el gobierno por las retenciones, y lo que hay que entender es que los recursos de un Estado deben salir de algún lado”. “Si un país no tiene industria, que no tenga la capacidad de exportación y de generar recursos, el Estado de algún lado debe sacarlo, y en ese momento estaba el campo, donde debía tomarlos y poder gestionar y hacer una redistribución de la riqueza”, justificó el dirigente sindical, que agregó que en esos días las ganancias del campo “no se veían en ninguna parte del mundo”. “La Argentina siempre fue un país agroindustrial, primario, es verdad que el país no le dio al campo las posibilidades desarrollarse históricamente, ya sea por falta de infraestructura, pero es cierto que durante toda la historia pasó algo similar, pero hay que entender que el campo no puede reemplazar la industria”, remarcó el titular de SATHA. Luego del conflicto, los integrantes de la mesa de enlace quedó “totalmente enfrentado” al kirchnerismo, al punto que se alineó con este gobierno, que “le perdona todo”.
En este aniversario del conflicto, los integrantes de la mesa de enlace, las cuatro organizaciones agrarias, realizaron un acto recordando el voto “no positivo” y aquellos días de agitación. Lo hizo en La Rural, donde los referentes de las entidades analizaron la situación actual, y le enviaron un mensaje al gobierno respecto de las retenciones. En ese acto se homenajeó a Gerónimo “Momo” Venegas, el dirigente del gremio UATRE fallecido hace un año, que fue un histórico aliado del macrismo, y que en la crisis del campo intentó jugar un papel de mediador, pero que terminó siendo reconocido por los dirigentes rurales.
“UATRE apoyó a rajatabla el acuerdo con el campo porque son socios en la precarización de los sueldos de los peones de todo el país”, criticó Arreseygor. En una entrevista dada en 2008, Venegas decía que “nuestra posición es mediar para que haya negociación y se alcancen acuerdos que permitan salir de este conflicto que ha provocado pérdidas irreparables para el país”. Sin embargo, la presencia de su heredero Ramón Ayala en la inauguración de la exposición rural de este año marca la cercanía que denuncia Arreseygor. “UATRE es la garantía que los sueldos mínimos sean cada vez más mínimos, y obvio va a estar jugando al lado del campo. No hay mucho para festejar, ni para estar cortando ‘la tirita’ en la exposición roral”, concluyó el dirigente de SATHA.
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