A 15 años de la intervención del INDEC, alertan que «el germen de la intrusión» sigue vigente
Se cumple un nuevo aniversario de la decisión del entonces gobierno nacional de alterar las estadísticas nacionales, resistida por sus empleados. Desde ATE aseguran que la injerencia política sobre la entidad sigue.
El pasado 5 de febrero se cumplieron 15 años del inicio de la intervención política del INDEC, ordenada por el gobierno de Néstor Kirchner, que alteró varios de los indicadores que elabora el organismo, comenzando por el IPC.
La medida fue resistida desde un comienzo por la Junta Interna de ATE, que protestó desde ese momento reclamando transparencia en los datos, pero no lograron terminar con esta modalidad hasta el 2015.
Para recordar esa pelea, el gremio alertó que más allá de los cambios que se dieron desde ese año, el «germen de la intrusión» sigue vigente, ya que las leyes que rigen a la entidad no se derogaron.
Incluso el decreto de intervención se mantiene. Para superar esto, pidieron concurso para los cargos de responsabilidad y mejoras laborales.
Ante el aniversario de la puesta en marcha de la intervención, que incluyó la creación de una patota a cargo del entonces secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, desde ATE-INDEC alertaron que las condiciones para una nueva manipulación están vigentes.
«Lo que posibilitó la intervención política del organismo, que luego dio lugar a la manipulación del IPC y de datos sensibles como el índice de pobreza y desocupación, sigue estando vigente», aseguró Raúl Llaneza, delegado de la junta interna del organismo.
En diálogo con Gestión Sindical, el dirigente remarcó que en el organismo «hay gran precarización laboral, bajos salarios y la ley sigue siendo la misma, del gobierno dictatorial de Juan Carlos Onganía«.
Además, Llaneza criticó que ni hace 15 años ni ahora «hay una carrera profesional o concursos, incluso en los puestos de responsabilidad».
Desde ATE recordaron que «hace 15 años, con la salida del primer ‘IPC trucho’, comenzaba lo que se llamó fraude patriótico». «Más de 100 abrazos en defensa de la estadística pública confiable», se agregó.
Otro punto que alerta a los empleados es la «dependencia política» que continúa en la entidad. «Hoy el INDEC está en cabeza del ministro de Economía, el decreto que generó la Comisión de Seguimiento del Sistema Estadístico (CAES) y el puesto de Director Técnico sigue vigente, y por más que el ministro no se ocupe sigue estando a cargo», recalcó Llaneza. «Ese germen de intrusión está ahí», agregó.
Polémica maniobra
La decisión de intervenir las estadísticas fue ejecutada por la entonces Ministra de Economía Felisa Miceli por orden de Néstor Kirchner, y «debutó» con los datos de enero del 2007: 1,1 por ciento de inflación, cuando los técnicos del organismo habían elaborado un índice del 2,1 por ciento.
La encargada de hacer la tarea fue Beatriz Paglieri, que intervino el área de Precios. A partir de allí, se comenzó con los «retoques», que fueron resistidos por los trabajadores.
Para ese primer IPC, fueron desplazados los equipos técnicos, y un año después se dejó de elaborar el IPC nacional.
«Ya en 2008 todos los puestos de responsabilidad estaban con los concursos vencidos», recordó Llaneza. Además, hubo informes críticos al manejo del INDEC de la Defensoría del Pueblo y la UBA, y la propia comisión que se creó realizó un trabajo que nunca vio la luz, según remarcaron los trabajadores.
En el mismo, al que tuvo acceso Gestión Sindical, aseguró que «los tres programas estadísticos más débiles de INDEC son Sector Terciario y Precios (IPIM, IPIB, IPP, ICC-GBA), Encuesta Permanente de Hogares e Índices de Precios al Consumidor (IPC)».
«Son los únicos programas que están por debajo de los rangos totales de los programas estadísticos y del INDEC«, se agregó.
Esta comisión también apuntó a la incorporación de personal, que se hizo por «distintas formas de precariedad laboral».
«La política de incorporación de recursos humanos en el periodo 2006-2009 ha producido una disminución en la calidad del personal del INDEC, medida como el capital humano promedio por empleado en las direcciones con programas estadísticos o con servicios centralizados», destacó ese trabajo.
Como conclusión, se estableció que «no ha sido posible evaluar la gestión del organismo en virtud de no haber podido acceder el CAES a la información necesaria solicitada en el primer informe, reiterada en todos los siguientes».
Larga pelea
«No somos cómplices de la mentira”. Ese fue el primer lema elegido por los trabajadores de ATE-INDEC, que fue eje rector de la pelea, que generó muchas protestas y un activo plan de lucha hasta el 2015.
«Los trabajadores del INDEC estamos comprometidos en una pelea que no buscamos; por el contrario, nos vemos obligados a luchar por nuestra credibilidad», afirmaron en marzo del 2007, en uno de los primeros comunicados contra la intervención.
A partir de allí, realizaron informes técnicos, actividades públicas, y llevaron sus reclamos a varios ámbitos, incluyendo una participación en la 18° Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), realizada en Ginebra, Suiza.
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Luego de la llegada del macrismo, se regularizó la situación, aunque no se cambiaron las leyes que permitieron la intervención. Eso preocupa también porque el INDEC tiene por delante el censo nacional, y ya hubo algunos temas que generaron reclamos.
«Los trabajadores debemos ser los encargados de llevar adelante el trabajo estadístico más importante», resaltó Llaneza.
Además, recalcó que deben revisar «el tema de las designaciones de los directores nacionales, sigue cayendo en la cabeza del presidente de la Nación, es un llamado de atención. Estos puestos deben ser concursados».
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