[VIDEOS] Más escándalos con violencia en Coto: ahora echaron a los golpes a un empleado que cumplió con la cuarentena
Un trabajador del sector electrodomésticos de la sucursal Ciudadela se puso en aislamiento preventivo por haber sido contacto estrecho de un compañero contagiado con Covid-19. Lo intimaron a volver, trabajó un solo y día, y denuncia que le dijeron que no pertenece más a la empresa por más que no le haya llegado el telegrama de despido. Ayer quiso reinsertarse en su puesto y fue agredido por Luis Fernández, jefe de Operaciones del local, y personal de seguridad.
Por Matías Tagliani / Director de Gestión Sindical
Los escándalos en la cadena de supermercados Coto no se detienen. Al video del gerente operativo de la empresa, Eduardo Búfalo, apretando a inspectores municipales de Lanús para que no cerraran una tienda y a los numerosos episodios de agresión a delegados gremiales, en las últimas horas se sumó un hecho de violencia contra un trabajador de la sucursal Ciudadela que intentó reinsertarse en su puesto de trabajo y fue echado a los golpes, luego de haberse puesto en aislamiento preventivo por haber estado en contacto estrecho con un compañero con Covid-19.
Luis Tedesco, de 27 años, es empleado del sector electrodomésticos de la tienda. Hace dos semanas dio positivo de coronavirus un compañero suyo con el cual había estado en contacto estrecho. Como tuvo algunos síntomas, llamó al 148 e hizo todo lo que le indicaron. Le realizaron el hisopado y dio negativo, pero el médico le indicó que de todas formas debía hacer el aislamiento.
Ante la presión de la empresa, Luis estuvo solo siete días en aislamiento. Volvió, trabajó un día y al siguiente le dijeron que ya no pertenecía a la empresa. Pero todavía no le llegó el telegrama. Con lo cual, ayer intentó regresar a su puesto y fue echado a los golpes por Luis Fernández, jefe de Operaciones de la sucursal, y personal de seguridad, tal como se ve en los videos que publicó Gestión Sindical ayer.
“Obviamente lo mandan los gerentes. Es una cama que me están tratando de hacer para no dejarme trabajar e intentar forzar así un ‘causal’ de despido. Me están haciendo la vida imposible. Encima ayer me llegó un telegrama de la empresa intimándome a que tenía que ir a trabajar. Pero cuando llegué me golpearon, me decían que me tenía que callar e ir y me intentaron arrancar la credencial”, contó Tedesco en diálogo con este portal.
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El protocolo indica que ante un caso de un trabajador que haya tenido contacto estrecho con una persona infectada con el virus Covid-19, las empresas deben actuar de la siguiente manera: “Se retirará a la persona trabajadora de la actividad laboral y se realizará cuarentena domiciliaria por 14 días”.
Además, se deberá hacer una “vigilancia activa de los síntomas por parte de la empresa”, que a su vez está obligada a “comunicar formalmente al empelado que está en esa categoría de “Contacto Estrecho”, a través de un formulario que se puede descargar por internet. Todo esto, con el deber de pagar el 100% del salario.
Para Tedesco, el despido está vinculado a que hace unos meses ya estuvo en aislamiento. Ocurrió cuando fue a buscar al aeropuerto de Ezeiza a un familiar que volvía deportado del extranjero. “Un policía nos interceptó y me obligó a hacer el aislamiento por haber estado en contacto con alguien que ingresó del exterior. Tengo todo documentado. También llamé al 148 y seguí las indicaciones. Estuve los 14 días en aislamiento y me los descontaron del sueldo”, resumió.
A través de distintos decretos, el gobierno nacional estableció que están prohibidos los despidos en el plano privado y, de ocurrir, deben ser con doble indemnización. Nada de esto ocurrió. “Llamé al Ministerio de Trabajo y me dijeron que estaba bien como procedí, pero en la empresa nadie da la cara. Tampoco el sindicato (Comercio). Hablé con las delegadas, pero no hicieron nada. Mandé un mensaje al sindicato y me dijeron que tenía que esperar el telegrama. Me arruinaron porque ahora conseguir trabajo está muy complicado”, finalizó.
La historia de Tedesco se suma a un largo historial de episodios de violencia contra empleados por parte de la empresa de Alfredo Coto, que recrudecieron con la pandemia. En ese sentido, caben recordar los testimonios trabajadores que fueron agredidos por patotas al reclamar ante el no cumplimiento de los protocolos sanitarios, como el caso de los delegados Héctor Castro (sucursal Retiro) o Natalia Galeano (sucursal Flores), entre tantos otros. Episodios que terminaron en denuncias policiales.
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