Venegas cuestiona el acercamiento de gremios y piqueteros: «La CGT es un mamarracho»
El secretario general de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) criticó duramente a la central obrera y aseguró que sus dirigentes no son representativos.
Gerónimo «Momo» Venegas explicó que impugnó en su momento el Congreso Normalizador de la CGT del 22 de agosto último porque «no fue otra cosa que un mamarracho».
«El Congreso de Obras Sanitarias fue impugnado por ser un mamarracho. Para modificar el Estatuto de la CGT hay que notificar con noventa días de anticipación a las entidades confederadas para que sepan qué cambios se introducirán. Eso no se hizo», afirmó.
El dirigente explicó que una hora antes del Congreso Ordinario se convocó a otro Extraordinario para modificar el Estatuto y, de esa forma, se designó a un triunvirato, y señaló que «la CGT sólo permite un secretario general y un consejo directivo».
Venegas aseguró a Télam que su espacio gremial agotará todas las instancias administrativas en el Ministerio de Trabajo y, de ser necesario, luego recurrirá a la justicia, a la vez que expresó su «convicción» de que «en uno u otro lado nos darán la razón».
El sindicalista, quien lidera a nivel nacional el partido Fe en la alianza Cambiemos, aseveró que los ochenta gremios
agrupados en «las 62» están afuera de la central obrera, aunque aclaró que de ninguna manera el sector constituirá una CGT paralela.
«De ninguna manera se conformará otra CGT. Se ganará en Trabajo o en la justicia y, luego, seguramente habrá otro Congreso para sellar la verdadera unidad. Lo que ocurrió fue un mamarracho. No habrá central obrera paralela porque no somos como ellos», afirmó.
Para el gremialista, los actuales dirigentes de la CGT sólo pelean para intentar representar a la totalidad del movimiento obrero, aunque «no reparan en su irrepresentatividad».
«Se continuará trabajando para que caiga ese Congreso de agosto. La CGT es Depetri, D’Elía, Pérsico, (Carlos) Alderete, Kiciloff y Boudou, entre otros. Son los mismos que durante doce años fabricaron pobres y generaron la inseguridad reinante. Eso no fue nunca la central obrera», puntualizó.
Además, al referirse al proyecto de impuesto a las ganancias votado en primera instancia por la Cámara de Diputados, Venegas subrayó que «se trató sencillamente de una iniciativa de la oposición, integrada por muchos que durante más de una década no reclamaron absolutamente nada al gobierno kirchnerista».
«Yo hablaba del mínimo no imponible en esa época. Ellos no. Hoy procuraron utilizar una herramienta sensible y cara a los trabajadores para perjudicar a Mauricio Macri. Pero les salió mal. Ganó el Gobierno. De haber prosperado la iniciativa opositora, las provincias hubiesen sufrido la transferencia del descuento del tributo. Eso generó gran preocupación entre los gobernadores y senadores. Hay que dejar de oponerse sólo por oponerse», afirmó.
Al referirse a la situación nacional, Venegas aseguró que «el campo es otra vez el primer engranaje para poner en marcha la economía» y enfatizó que en 2016 ese sector «invirtió mucho» respecto de años anteriores porque «el Gobierno es confiable».
«Quizá el Gobierno no puede cumplir todos los compromisos de campaña. Pero eso ocurre porque se la hacen difícil y muchos se niegan a sacar el país adelante. En seis meses, la Argentina será otra y habrá expectativas de trabajo porque se abrirán muchas licitaciones de obras. Hay potencial a desarrollar», puntualizó.
Venegas dijo que sólo sembrando los costados de los caminos se produciría en el país más que en Europa, por lo que «la muerte por desnutrición debería ser un crimen de lesa humanidad».
«Confío en el sector agropecuario, que puso la espalda en el 2001-02. Cuando asumió (Néstor) Kirchner había un 3 por ciento de inflación, un dólar competitivo de 3,10 pesos y una tasa de crecimiento del 6 o 7 por ciento. No hay que olvidarse de esa realidad. El campo volverá otra vez a salvar a la Argentina y, los trabajadores, acompañarán ese crecimiento», vaticinó Venegas.
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