Trabajo docente en tiempo de pandemia: más horas de clases y poco material de prevención
Una encuesta nacional realizada por la CTERA afirma que el 80 por ciento de los trabajadores de la educación están ocupando más horas que en la modalidad presencial. Además, sostiene que reciben pocos elementos como barbijos o alcohol en gel cuando deben realizar tareas presenciales, como entrega de alimentos. La vuelta a clases por el momento está lejos de concretarse.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
Esta semana se reanudó el ciclo lectivo en todo el país, con la promesa de intentar volver a clases presenciales en algunas provincias que tiene menos circulación de casos de coronavirus. Con el protocolo nacional aprobado, la apertura de los colegios se hace muy lentamente en lugares puntuales, pero en general los gremios alertan que no hay condiciones para dar este paso, en especial en la zona metropolitana. En este contexto, la CTERA aseguró que uno de los problemas es que los trabajadores de la educación no están recibiendo el material necesario para evitar los contagios.
Así lo denunciaron docentes de todo el país, en el marco de una encuesta realizada por la entidad, que se elaboró con el testimonio de más de 15 mil docentes y maestros, para conocer la realidad del trabajo en tiempos de pandemia. Además del reclamo de los elementos de protección, otro de los pedidos es ponerle un límite a la jornada laboral, ya que el 80 por ciento de los encuestados aseguran que en la modalidad virtual trabajan más horas que las habituales. En la provincia de Buenos Aires, la vuelta a clases se ve lejana, por la situación sanitaria y epidemiológica actual.
La encuesta “Salud y condiciones de trabajo docente en tiempos de emergencia sanitaria Covid-19” se realizó durante el mes de junio por la CTERA en todo el país, de la cual participaron 15.634 docentes de todos los niveles y modalidades, a través de los gremios de base de la federación.
El estudio, al que tuvo acceso Gestión Sindical, destacó entre sus resultados que “el 80 por ciento de las/os docentes dedican hoy más tiempo al trabajo que cuando hay clases presenciales”, una cifra que en el nivel superior “asciende al 87 por ciento”.
“Quienes indicaron en mayor proporción estar dedicando al trabajo más tiempo del habitual son los docentes frente a grupos de alumnos (maestros y profesores), los miembros de los equipos de conducción y aquellos en cargos de supervisión/inspección”, describió el trabajo de CTERA. La actividad del trabajo que más tiempo les está requiriendo a las docentes, afirmó la encuesta, “es la preparación de materiales didácticos para los estudiantes”.
“Esto es resultado de lo novedoso de la situación para docentes y estudiantes, y da cuenta del proceso de aprendizajes que se está transitando, que parte de una falta de formación generalizada para trabajar con esta modalidad”, analizó el informe, realizado por la secretaría de Salud del gremio, a cargo de Noemí Tejeda. Otro tema que genera que los docentes trabajen más es no tener una computadora disponible, o tener problemas de conexión.
La vuelta a las clases presenciales se planteó para las provincias que estuvieran en fase 5, es decir, hayan interrumpido la circulación viral. Pero hasta el momento, la medida es muy limitada. El 18 de agosto, por ejemplo, algunos grados y cursos de Santiago del Estero, con menos alumnos y cumpliendo los protocolos de aprobados del Ministerio de Educación nacional. La misma fecha tiene en su agenda Catamarca, y otras provincias con igual situación epidemiológica.
Pero la CTERA está exigiendo “la reapertura de la paritaria nacional docente ante los nuevos desafíos que se imponen con la tan reclamada vuelta a las aulas”. En la provincia de Buenos Aires, en tanto, los gremios no creen que esa vuelta sea posible en breve. “Hasta ahora, en ningún distrito bonaerense se están planteando la posibilidad de retomar las clases presenciales”, confirmó Silvia Almazan, secretaria Adjunta del gremio SUTEBA.
En diálogo con Gestión Sindical, la dirigente agregó que para dar ese paso “la incidencia de lo sanitario y epidemiológico es fundamental”. “Las provincias que han planificado volver lo hacen gradualmente, con semanas de trabajo previo con docentes”, aclaró Almazan. Esto incluyen por ahora, “sin fecha de retorno de alumnos, sabiendo que no regresarán todos, sino en grupos pequeños y con las prioridades de algunos años en cada nivel educativo”. “Las pautas de resguardo y cuidado se deben seguir garantizando”, agregó,
En las cuestiones de salud que detectó la encuesta, la CTERA explicó que la nueva modalidad de trabajo en contexto de pandemia tuvo impacto en la mayoría de los trabajadores. En este sentido, los resultados aseguran que muchos de los docentes “manifiesta la aparición o intensificación de malestares vinculados a la fatiga visual por la sobreexposición a las pantallas, contracturas cervicales, molestias articulares y musculares y dolores de cabeza”.
“Estos malestares también están asociados a la falta de espacio y mobiliario adecuados para el trabajo cotidiano que denuncian los encuestados”, subrayó el informe final. El otro malestar es “comenzado a sufrir stress o bien sentir un aumento del mismo durante el período de aislamiento social, preventivo y obligatorio”.
Esto se asocia, dice CTERA, “con el desgaste de estar elaborando una modalidad de trabajo sobre la que se ene escasa experiencia en general, en el marco la vida cotidiana del hogar, condicionados por la angustia e inseguridades propias de la situación pandémica, junto a las significativas dificultades para lograr el propósito planteado de sostener la continuidad pedagógica, entre otros factores”.
Más allá de la modalidad virtual de las clases, muchos docentes realizan tareas en los colegios, la mayoría vinculadas a la entrega de alimentos, ayuda social o materiales didácticos. Según la encuesta nacional, el 22 por ciento de los trabajadores hace algunas de estas actividades esenciales. Para ellos, el material preventivo para hacer su tarea no es suficiente.
Por ejemplo, un 76 por ciento dijo que no recibe barbijo o tapaboca, ni elementos de desinfección. Además, un 14 por ciento usa transporte público para estas tareas, mientras el 28 por ciento “está recorriendo, por sus propios medios, distancias más largas que cuando hay clases presenciales para visitar viviendas de estudiantes”.
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