Trabajadores del frigorífico Penta hacen ollas populares y piden soluciones: “Cada vez se complica más”

Esta semana realizaron dos protestas frente a la sede de la empresa en la localidad de Bernal. “Estamos realmente complicados”, afirmaron. Luego de casi un mes sin producción, no tienen diálogo con la empresa, y piden una respuesta para paliar la difícil situación económica. El próximo lunes habrá una reunión en el ministerio de Trabajo bonaerense.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

La semana pasada, en plena cuarentena y en el marco de un largo conflicto sindical, los trabajadores del frigorífico Penta fueron violentamente reprimidos por la Policía Bonaerense, cuando pedían el pago de sus salarios atrasados. La empresa ubicada en la localidad de Bernal, en el partido bonae cerró hace un mes, y dejó haberes caídos, aportes patronales y sin atención de la obra social, lo que derivó en la protesta que las fuerzas de seguridad terminaron por la fuerza. A una semana, no hay soluciones en el horizonte.

“Cada vez se complica más”, dicen los obreros, que esta semana hicieron dos ollas populares para intentar mantener el conflicto, y denuncian que hasta el momento no hay diálogo ni con la firma de Ricardo Bruzzone ni con el gobierno provincial. Durante las nuevas protestas, se quejaron de la falta de apoyo, más allá que lograron una audiencia el próximo lunes en el Ministerio de trabajo de loa provincia de Buenos Aires.

El conflicto sindical en el frigorífico Penta es el primero durante la cuarentena, y derivó en el primer paro en plena pandemia: el lunes pasado la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Carne (FESITCARA) paralizó la actividad en todo el país en repudio a la violenta represión, que dejó a varios trabajadores heridos. Luego de la medida, la cartera laboral bonaerense dictó la conciliación obligatoria, pero esto no devolvió la actividad a la planta, que sigue cerrada. Ante esto, los trabajadores organizaron ollas populares para por un lado mantener la protesta activa, y así además paliar la grave situación en la que se encuentran junto a sus familias.

“Estamos complicados, acá la cosa está más difícil cada día, en medio de una pandemia tenemos que salir a hacer estas protestas”, le dijo a Gestión Sindical Ángel Mileo, representante de los empleados de Penta. Mileo explicó que muchos trabajadores “no tienen como sostener su situación”, y si no hay una respuesta “esto va a empeorar”.

La deuda que acumula Penta responde al incumplimiento de los aportes sociales, la falta de pago del salario de la última quincena de marzo, la ayuda escolar para los hijos de los trabajadores y al aporte solidario de 4 mil pesos decretado por el gobierno nacional. Si bien los problemas comenzaron hace tiempo, se profundizaron con el aislamiento social obligatorio, que se ordenó ante la pandemia de coronavirus.

En los últimos días se pagaban mil pesos de un “bono solidario”, pero eso se cortó, y a muchos de los empleados no se los dejó entrar más a la planta. “no tenemos nada de diálogo con la empresa, desde que cerraron la puerta quedamos afuera, sin nada”, se quejó Mileo. Desde la firma aseguran que están en una delicada situación financiera, y que podrían quebrar si no se reactiva la faena. En tanto, fueron ellos quienes realizaron la denuncia judicial que terminó con la represión policial.

En tanto, desde el gobierno provincial dictaron la conciliación obligatoria, y recibirán a los trabajadores el próximo lunes. “logramos una audiencia en el Ministerio de Trabajo, esperemos a ver que nos dicen, pero necesitamos una respuesta, los compañeros no pueden esperar”, insistió Mileo.

En medio del conflicto, los trabajadores fueron recibidos por la intendenta de Quilmes Mayra Mendoza, pero la situación no cambió. “La empresa continúa sin dejar ingresar a los 250 obreros al frigorífico y desvió la carne hacia otras plantas que posee para su procesamiento. Incumple de esta manera lo determinado en la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, hecho que llevó a éste a formular un nuevo dictamen dando cuenta de la desobediencia empresarial”, explicaron los trabajadores en un comunicado luego de la audiencia con la jefa comunal. Más allá de los papeles, aseguran, “nadie garantiza que la patronal cumpla con la reapertura y el pago de salarios y cargas sociales adeudados”.

Penta hace cuatro años se presentó en un concurso preventivo el cual aún está en proceso y una vez que pase la cuarentena por el coronavirus, al no reflejarse los pagos correspondientes a los acreedores, el juez podría intimarla en los cinco días hábiles posteriores a la reapertura de las actividades a demostrar solvencia y efectuar los pagos. En cuanto a la represión, se desafectaron a varios policías, por el accionar durante la jornada. El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, aseveró que la policía “actuó mal” porque “la orden era no reprimir” a los trabajadores. La auditoría general de Asuntos Internos, que depende del Ministerio de Seguridad, investigará a todos los uniformados y quedó desafectado el jefe del operativo.