Trabajadores de Pepsico presionan a Rodolfo Daer y la CGT por un paro nacional por el cierre de la planta Florida
La comisión interna aseguró que le reclamó la conducción del Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimenticia (STIA) que realice una medida de fuerza para frenar el cierre de la planta, que deja a 600 empleados en la calle. Además, quieren sumar a la central obrera al pedido. “La decisión de cerrar la planta está tomada”, dijo el delegado Camilo Mones, que se mostró “poco entusiasta” con la posibilidad de una medida de fuerza nacional. “Vamos a endurecer las medidas”, prometió.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
Desde que se enteraron del cierre por un cartel pegado en la puerta de la planta, los trabajadores de Pepsico mantienen una atenta vigilancia en el lugar, en estado permanente de asamblea. Desde que la multinacional tomó la medida de cerrar el establecimiento ubicado en el partido bonaerense de Vicente López, los 600 empleados están en vilo. Atentos a cómo se va desarrollando el conflicto, quieren evitar que se trasladen las máquinas a otras plantas, y plantean medidas de fuerza para la próxima semana. En este camino, presionan al gremio de la alimentación para que llame a una medida de fuerza, que obligue a la empresa a negociar una salida para los cesanteados, que hasta ahora no tuvieron comunicación formal con los directivos, más allá del frío cartel que en la madrugada los invitaba a llamar a un 0-800. Además, quieren involucrar a la CGT, ya que después de los despidos de la empresa láctea Sancor, este cierre es el más grande de este proceso. Luego de la reunión de ayer miércoles en el Ministerio de Trabajo, son poco optimistas sobre su futuro, pero prometen dar pelea en la calle.
Desde que se informó del cierre de la Planta Florida, los 600 empleados de Pepsico mantiene un acampe fuera del lugar, en primer lugar para evitar que se retiren máquinas ni elementos de la producción. La decisión de la multinacional tomó por sorpresa a todos, ya que no hubo preaviso ni ningún tipo de contacto. Recién en la audiencia celebrada en la cartera laboral los delegados y los representantes del Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimenticia (STIA) tuvieron comunicación con los directivos. “En el ministerio presentaron un preventivo de crisis, que a todas luces es ilegal. Por lo que dijeron en ese encuentro, la decisión está tomada: cerrar la planta de forma definitiva”, sostuvo el integrante de la Comisión Interna Camilo Mones. En diálogo con Gestión Sindical, el delegado agregó que la cartera laboral “tuvo una actitud muy condescendiente con la empresa, y la aceptó el preventivo sin objetarles nada”.
Ante esto, desde ayer los trabajadores realizan asambleas para decir los pasos a seguir. Lo que está claro es que piensa seguir con la lucha. “Vamos a endurecer las medidas, y la semana que viene seguro vamos a llevar el conflicto a la calle”, agregó Mones. En este camino, buscan el apoyo del gremio y de la propia CGT. “El miércoles nos reunimos con Rodolfo Daer y le reclamamos que llame a una medida de fuerza, por lo menos en Capital Federal y gran Buenos Aires, para frenar esta ola de despidos. Quedaron que mañana en un plenario podían llamar a la medida”, confirmó Mones, que junto al resto de los delegados va por más: un paro nacional del sector alimentación. Además, van a reclamarle a la dirigencia cegetista algún pronunciamiento. “Tienen que apoyar un paro nacional, los 600 despedidos de esta firmas es la mayor cantidad desde la crisis de Sancor, tienen que reaccionar”, se quejó el delegado. En la última asamblea, los empleados no se mostraron muy expectantes, ya que “hay despidos todos los días y no hay reacción”.
La comisión interna de Pepsico Florida no está alineada a la conducción de Rodolfo Daer, lo que generó algunos desencuentros. Los delegados forman parte de una serie de agrupaciones clasistas, que viene creciendo en el sector, en especial en las grandes multinacionales de los alimentos. En 2012, este grupo logró ganar la minoría en el sindicato, lo que le dio derecho a participar de la federación, pero cuatro años después el oficialismo logró la mayoría absoluta, pese a algunas denuncias de irregularidades. En esos comicios, Rodolfo Daer confirmó su cargo hasta 2020, cuando cumplirá 35 años al frente del sindicato. La dilatada trayectoria de Daer incluye un zigzagueante derrotero político, que inició cerca de la izquierda (en su juventud estuvo cerca del Partido Comunista) pero que de la mano del “loro” Lorenzo Miguel y las 62 Organizaciones Peronistas se metió en el justicialismo, desde el cual construyó su avance en su gremio y la CGT. Llegó a la conducción de la seccional Capital Federal en 1984, y nunca más dejó ese cargo. Durante estas tres décadas, supo apoyar a la mayoría de los oficialismos, y hoy forma parte del sector “gordos”. Antes, en los 90, condujo al CGT que se alineó con el gobierno de Carlos Menem, y que generó la ruptura con el sector de Hugo Moyano, que fundó el MTA.
En cuanto a los próximos pasos en el conflicto, más allá de las medidas de fuerza se espera que la empresa comience a negociar, no la reapertura pero si el pago de las indemnizaciones. “Es una crisis rara, porque sucede en una sola planta, mientras en Mar del Plata prometen inversiones. Creemos que son despidos encubiertos”, remarcó Mones. Hoy jueves, trabajadores de la plana Villa Martelli bloquearon la salida e ingreso en solidaridad con los despedidos, y pidiendo su reincorporación. Según los planes de Pepsico Snack, la idea es llevar a Mar del Plata una parte importante de la producción de la planta Florida. Por eso el bloqueo de los trabajadores.
El tiunvirato cegetista se autoconformó como un Poder judicial paralelo para atender los conflictos laborales. De allí es que se toman su tiempo para dar una respuesta a sus representados QUE NO SON LOS TRABAJADORES. El triunvirato cegetista se siente presionado POR LAS BASES DEL PODER REAL para no sacar los pies del plato. El triunvirato cegetista está programado para DICTAR UNO O DOS FALLOS por año para aquietar, conformar, y también disciplinar, actos de rebeldía. De allí, uno o dos paros materos. Entre este triunvirato y la antigua CGT, aunque utilizen las mismas estructuras, CAMBIARON LOS REPRESENTADOS.