Trabajadores de imprenta recuperada festejaron media sanción de la ley de expropiación

Los empleados de la ex Donnelley confirmaron que ya obtuvo el visto bueno de la cámara baja la declaración “de utilidad pública” de la empresa. Ahora, hasta la decisión final, piden al juez de la causa que renueve el alquiler para seguir funcionando. Con este paso, los empleados aseguran que pueden aumentar las fuentes de trabajo, y llevar los actuales 200 puestos a 500.

A pocos días de realizar un “cuadernazo”, se dio media sanción a la expropiación de la ex gráfica Donnelley, la gráfica recuperada por sus trabajadores que hoy funciona como cooperativa, y que cerró sus puertas en 2014 en medio de un verdadero escándalo. El proyecto obtuvo la aprobación de la cámara baja de la provincia de Buenos Aires, que entrega los bienes de la ex firma a la Cooperativa de Trabajo Madygraf, formada para salvar las fuentes de trabajo. Los integrantes de la fábrica festejaron medida, y reclamaron que hasta que haya una sanción definitiva se permita seguir pagando el alquiler en la actual ubicación, en la localidad de Garín. En la actualidad, son 200 los trabajadores que dependen de la cooperativa, pero aseguran que si logran la ayuda oficial, podrían emplear hasta 500 personas.

El proyecto D-2271/14-15- 0 fue presentado por el diputado del Frente de Izquierda (FIT) Guillermo Kane, y declaró “de utilidad pública y sujeta a expropiación la empresa Donnelley –ex Atlántida –ubicada en la localidad de Garín, provincia de Buenos Aires, la cual será administrada por una comisión designada por sus propios trabajadores”. La aprobación se dio con apoyo de todos los bloques, y ahora deberá esperar la sanción definitiva de Senadores, que podría ocurrir antes de año. Desde que se recuperó la firma, actúa bajo una cooperativa, denominada Madygraf.

“Este logro fue conseguido por la lucha y organización”, sostuvo Eduardo Ayala, integrante de la cooperativa. Consultado por Gestión Sindical, el obrero aseguró que ahora el siguiente paso hasta que la cámara alta de sanción definitiva es que el juez que tienen la causa de la quiebra mantenga el alquiler que pagan, para permitir su funcionamiento. “Ante esta media sanción de la ley, el Juzgado Comercial donde tramita la quiebra de Donnelley debe otorgarnos inmediatamente una renovación en el alquiler”, dijo. El contrato vence el próximo 30 de octubre, y se teme que la sanción definitiva a la expropiación llegue más adelante.

La semana pasada, los trabajadores de la cooperativa hicieron lo que denominaron un “cuadernazo”, donde se repartieron unos 20 mil cuadernos de forma gratuita, actividad para pedir por la aprobación de la ley de expropiación. El conflicto se inició en agosto del 2014, cuando de manera sorpresiva la planta cerró. En ello, se llegaron a imprimir hasta 60 millones de revistas de distintos tipos. En estas horas, dicen los trabajadores, la capacidad no llega al 15 por ciento, pero que una vez que se logre el traspaso del lugar comenzará a aumentar.

El preventivo de crisis presentado por los dueños de Donnelley en 2014 hablaba de una “crisis insuperable”, y la necesidad de cerrar sus puertas tras 22 años de actividad. Pero los trabajadores aportaron desde ese momento elementos para determinar que hubo un “vaciamiento sistemático” por parte de directivos y dueños. En estos momentos, ñla cooperativa se hace cargo del pago de los servicios, y el juzgado que tiene la causa de la quiebra le cobra el alquiler de la planta y le retiene un 15 por ciento de la producción.

“Este logro fue conseguido por la lucha y organización de los trabajadores de esta fábrica. Con los ‘cuadernazos’ demostramos que nuestra fábrica es viable y además puede prestar un importante aporte a la comunidad”, remarcó Ayala. Hasta el momento, resta saber cómo votarán los diputados de la cámara alta, pero en las comisiones donde se trató logró el apoyo de la mayoría.