Trabajadores de AGR-Clarín prometen “continuar la lucha” luego del desalojo
El fin de semana dejaron la planta de la firma del grupo Clarín ante la amenaza de un desalojo violento. Denunciaron que la policía llego con armas de fuego y la intención de golpearlos. “Quieren disciplinar al movimiento obrero”, remarcaron desde la comisión Interna. Críticas al Ministerio de Trabajo por su accionar: “el gobierno le da vía libre a Clarín para que haga y deshaga como quiera”.
Luego de más de 80 días de mantener la toma de la planta, los trabajadores de Artes Gráfica Rioplatense (AGR) abandonaron el lugar el viernes pasado, en el marco de un gran despliegue policial, que se disponía a cumplir una orden judicial para desalojar el lugar. Ante la posibilidad de enfrentamientos, se decidió dejar la planta, aunque se mantiene el reclamo por el cierre del lugar, considerado “un lock-out patronal. En este sentido, desde la comisión interna aseguraron que “no abandonamos la lucha”, y se movilizarán este miércoles al Ministerio de Trabajo, para pedir que el Estado deje de “ser cómplice” del grupo Clarín, dueño de la firma. Denuncian que la intención del operativo era golpear a algunos integrantes de ese cuerpo, para intentar “disciplinar al movimiento obrero”.
“Tienen un minuto para desalojar el lugar”. Esa fue la orden que dio el jefe del mega operativo envido para desalojar la planta del grupo Clarín. Por orden del juzgado penal Nº14, efectivos policiales y de Gendarmería Nacional rodearon el lugar, ante lo que los trabajadores decidieron abandonar por sus medios la ocupación, que llevaba unos 82 días. “Nosotros en asamblea habíamos votado que si la policía traía una orden de desalojo escrita lo fundamental era preservar la integridad física de los trabajadores”, explicó Marcelo Quintero, secretario Adjunto de la comisión internad e los trabajadores. En diálogo con Gestión Sindical, recordó que el segundo día de ocupación hubo una amenaza de desalojó, que finalmente no se realizó. Pero el viernes pasado se terminó de concretar: “no somos un grupo paramilitar para enfrentar la fuerza policial”. “La lucha va a seguir, va a continuar, porque no hayan sacado de la gráfica no la vamos a abandonar”, agregó Quinteros.
Luego de la salida de los casi 100 empleados del lugar –muchos con 15 o 20 años de antigüedad como empelados gráficos –se realizó un acto de apoyo, y la jornada terminó sin inconvenientes. Para los empleados los efectivos “venían con toda la intención de hacer un desalojo violento”. “Apenas llegaron al taller, se formaron y nos dieron un minuto para salir. Lo más sorprendente es que las primeras dos o tres líneas de efectivos venían con armas de fuego, largas, no con balas de goma. Cuando le preguntaos por qué venían así armados respondieron que no sabían con qué se iban a encontrar adentro del taller. Una locura”, relató Quinteros.
Durante el desalojo, se vivieron momentos de tensión, sobre todo porque afuera del lugar se congregaron rápidamente dirigentes gremiales, militantes y personas que apoyan la protesta. Quintero sospecha que la orden era “sacarlos por la fuerza”. “Se escuchó a policías hablando entre ellos que decían que tenían órdenes de sacar a los que estaba afuera, y después meternos adentro y ‘cagarmos a palos’. Textual de la policía, incluso decían que tenían marcada a la gente que había que pegarla”, agregó el delegado. En este sentido, Quinteros remarcó que el operativo se enmarca en la escalada represiva que se vive en el país. “Es parte de lo que pasó en Panamericana, o lo que paso en el Congreso con los docentes, es una bajada de línea del Estado, que está queriendo disciplinar a la clase obrera, el que protesta o se manifiesta, palos”, dijo.
El conflicto en AGR comenzó cuando la firma cerró sus puertas, despidiendo a casi 100 trabajadores, a quienes les adeuda salarios y no le pagó indemnización. Los empleados decidieron tomar el lugar, y permanecieron 82 días, antes de la orden de desalojo del pasado viernes. Desde un primer momento, se habló de un lock-out patronal, e incluso afirman que ahora la empresa sigue trabajando. “El Ministerio de Trabajo se pronunció y dijo que no es un conflicto laboral, por lo que se desligaron del tema. Esta es una empresa que nos adeuda dinero y sigue funcionando”, remarcó Quinteros. La comisión interna tiene pruebas de que sigue funcionando, y habló de una boleta del Automóvil Club Argentino (ACA) que llegó al taller, donde e hacía una orden de compra de 300 mil ejemplares por 2.50.000 millones de pesos. “Si el Ministerio tuviera la mínima voluntad iría a la AFIP y vería que la razón social de AGR sigue funcionando”, explicó Quintero.
Por último, los trabajadores anunciaron que esta semana realizarán una movilización a la sede de la cartera laboral, para pedir que vuelva a intervenir en el asunto. Será el miércoles 12 de abril, en horario a confirmar. No se descarta que junto a la Federación Gráfica Bonaerense se tomen nuevas medidas de fuerza. “El gobierno le da vía libre a Clarín para que haga y deshaga como quiera”, concluyó el delegado.
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