El gabinete económico estudia ampliar exenciones en ganancias y sumar reintegros a las obras sociales sindicales.
El Gobierno analiza ampliar el menú de propuestas que discutirán a fines de esta semana Mauricio Macri y los sindicalistas peronistas, con el propósito de convencerlos de la necesidad de acordar paritarias con aumentos salariales por debajo del 30 por ciento. En el Gabinete económico dijeron que en la mesa de negociaciones podrán incorporarse exenciones en el Impuesto a las Ganancias adicionales a las ya comprometidas, así como nuevos reintegros de fondos a las obras sociales gremiales, entre otros ítems.
Será parte de la conversación pautada para este jueves o viernes, y de la que participarán junto a Macri el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca. Anoche estaba prácticamente definida una comitiva sindical a primera vista representativa de los sectores internos de las tres CGT. Irán los líderes de cada versión de la central obrera, Hugo Moyano, Antonio Caló yLuis Barrionuevo, con el «gordo» Armando Cavalieri (Comercio), el «independiente» José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y el colectivero Roberto Fernández (UTA), como referente del transporte.
El propósito del encuentro a solas que mantuvieron Macri y Moyano el jueves 28 de enero, en la quinta de Olivos, que reveló en exclusiva este diario, fue adelantarle al camionero el tenor de la cumbre que tenía en preparación el Ejecutivo y -de manera implícita- hacerle saber que mantiene su condición de interlocutor privilegiado entre el oficialismo y el campo sindical.
El cónclave de esta semana será entonces acotado a no más de una decena de participantes. No habrá empresarios y de hecho el Gabinete económico no tiene en carpeta todavía organizarle a Macri un encuentro con ese sector. Los funcionarios saben que la posición que sostiene el Gobierno frente a la ronda de paritarias, de llevar la pauta por debajo del 30% a cambio de fondos públicos y menor percepción impositiva, es un escenario ideal para los hombres de negocios, a los que en el mediano plazo sólo se les pedirá contener el alza de los precios.
El esquema de paritarias que maneja el Ejecutivo es flexible y sólo tiene como premisa el tope anualizado para los incrementos. Por lo demás, habrá opciones de firmar subas porcentuales para todo el año, o bien acordar incrementos por montos fijos en plazos menores, y diferir así la discusión definitiva para después de mitad de año.
El esquema de sumas fijas está orientado a seducir a los gremios que cuentan con promedios salariales bajos, en los que esos montos pueden tener un impacto significativo. Por caso, los metalúrgicos de la UOM o los textiles de AOT. El modelo a seguir será, para esos casos, el aplicado semanas atrás por la Asociación Bancaria, que entre montos fijos y compensaciones acordó con las entidades del sector un pago total de 14.500 pesos fraccionado entre enero y marzo, a cambio de reanudar el debate en abril. En cambio, para gremios como los de transporte la clave será la prometida modificación de Ganancias.
El paquete de concesiones gubernamentales, que adelantó este diario, consiste básicamente en morigerar el peso del impuesto a la cuarta categoría sobre los asalariados con mayores ingresos; aumentarles (y universalizar) las asignaciones familiares a los de las categorías medias y bajas, y destinar más fondos a las obras sociales sindicales. La ingeniería de esas promesas será la que quedará sujeta a debate en cada sector para establecer los acuerdos a gusto del Ejecutivo. En cambio, de momento quedó descartada una rebaja en el IVA a productos de la canasta básica.
En el caso de Ganancias, las garantías pasan por la suba a un rango cercano a $ 30 mil del mínimo no imponible; la modificación integral de las escalas (su falta de actualización derivó en que buena parte de los contribuyentes pasara a sufrir el descuento mayor, del 35 por ciento), y una suba en la misma línea de las deducciones.
Como parte de la discusión, sin embargo, en el Gabinete económico evalúan algunos extras, como la exclusión de rubros salariales como los viáticos del alcance del tributo, o bien la inclusión de nuevas deducciones no previstas como el alquiler de vivienda por parte del asalariado. En cualquier caso, los funcionarios a cargo de la negociación aclararon que todo formará parte de un proyecto de ley, con lo que descartaron el planteo de algunos sectores gremiales de disponer los cambios por decreto antes de la ronda salarial.
Otro ítem comprometido pero sujeto a retoques es la mayor inyección de recursos para las obras sociales. Además de la palabra empeñada en saldar de manera progresiva una deuda por $ 26 mil millones de pesos retenidos a las entidades de los gremios y que se estudia destrabar en efectivo, bonos y a cambio de obras de infraestructura, en la discusión podrá haber más beneficios. Entre ellos, la suba de la cápita que pagan los monotributistas por estar afiliados a una prestadora sindical, así como el monto que paga el PAMI a esas organizaciones por la atención de sus afiliados.
Como gesto de buena voluntad, el superintendente de Salud, Luis Scervino, distribuyó el viernes montos pendientes de pago a varios de los gremios que estarán involucrados en la negociación con el Gobierno, entre los que figuran Comercio, UOM, Camioneros y Gastronómicos.
Fuente: Ámbito Financiero
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