22 de Noviembre
de 2024
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Tensión en metalúrgica del conurbano bonaerense: trabajadores temen desalojo violento

05. 11. 2020

En la planta de Gri Calviño, de Florencio Varela, la Infantería está presente desde el lunes, y amenazan con terminar con la toma pacífica de sus empleados, que rechazan los despidos de esta semana y reclaman por salarios atrasados. Fracasó la audiencia de conciliación en el Ministerio de Trabajo. Afirman que detrás del conflicto existe un intento de flexibilizar las condiciones laborales.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

Desde hace un mes, los trabajadores de la metalúrgica Gri Calviño, ubicada en la localidad de Bosques, realizan una toma pacífica en la planta ante el incumplimiento de salarios. El conflicto se profundizó esta semana, cuando se enviaron unos 30 telegramas de despido, lo que profundizó el “lock-out” patronal. Para colmo, desde ayer martes hay una fuerte presencia policial, lo que pone en alerta a los empleados, que temen un “desalojo violento”.

Los problemas en esta firma dedicada a la producción de torres eólicas se remontan a agosto por el incumplimiento de los acuerdos salariales establecidos, que terminó con la paralización de la producción. De fondo, los trabajadores aseguran que se trata de un intento de flexibilización las condiciones laborales dentro de la planta, y piden ayuda para resistir el avance de la empresa. Hoy fracasó una audiencia en el Ministerio de Trabajo provincial, donde asistió la dirigencia de la seccional Quilmes del sindicato UOM.

La tensión en Gri Calviño aumentó esta semana cuando efectivos de Infantería de la Policía Bonaerense rodearon la planta, donde los trabajadores realizan una toma pacífica ante la falta de respuesta de la empresa a sus reclamos salariales. Los problemas por haberes adeudados comenzaron en octubre, pero los 30 despidos de este lunes agravaron la situación. Esto, y la presencia policial, generó el clima de alerta. “Hay trabajadores que se quedan en la planta porque perdieron el alquiler, porque no pueden pagarlo, y por eso están en la planta, si los sacan van a la calle”, le dijo a Gestión Sindical uno de los trabajadores, desde Florencio Varela, donde está ubicada la planta.

Según confirmaron, hace dos meses y medio que no cobran sus salarios, en un conflicto que se remonta a agosto, cuando la empresa comenzó un proceso de flexibilización laboral. Esta semana, los empleados se encuentran en el lugar esperando que les den respuesta a sus reclamos, pero hasta el momento lo único que cambió es la fuerte presencia policial. En el lugar trabajan unos 260 empleados, y están enmarcados en general en el convenio metalúrgico.

Ante esta escalada de la tensión en la metalúrgica, se realizó una audiencia en el Ministerio de Trabajo provincial, en la delegación Quilmes. Allí, los empresarios se mostraron intransigentes en su posición. En tanto, la delegación de la UOM Quilmes permitió que un grupo de empleados de la firma asistieran a la reunión, que finalizó sin mayores respuestas. “Los trabajadores de GRI Calviño, con voluntad de llegar a un entendimiento con la empresa nos sumaron a la audiencia con el Ministerio de Trabajo y la seccional IOM Quilmes.

Pero la intransigencia y soberbia desplegada por los abogados de la empresa solo busca entorpecer cualquier posibilidad de acuerdo”, explicó el mismo trabajador consultado. Para respaldar a sus compañeros, los empleados se movilizaron al lugar. Durante estos meses de pandemia, hubo varios momentos donde se paralizó la producción, ya que faltaron materiales. Esto generó que no se pagaran la totalidad de los salarios, pero hace un tiempo comenzaron los atrasos. Para justificar los despidos, la empresa habló de cesantías “por causa justa”, ya que sino violarían el decreto nacional que rige desde el inicio de la pandemia.

A comienzos de octubre, los empleados comenzaron a pedir que se liquide el pago del ATP, además de un bono por la pandemia, el pago de movilidad y las condiciones laborales. En ese momento, los trabajadores aseguraron que los dueños de la empresa desconocieron los acuerdos establecidos en el Ministerio de Trabajo y que presionan para realizar “una flexibilización laboral que implicarían despidos”.

Si bien la UOM nacional firmó un acuerdo para que los trabajadores suspendidos cobraran un 75 por ciento de los salarios, en la metalúrgica de Florencia Varela se había acordado un pago del 95 por ciento de los haberes, pero no se cumplió, lo que comenzó a darle forma al conflicto. A partir de eso se paralizó la producción.

La empresa GRI Calviño Towers Argentina es un emprendimiento conformado por GRI Renewable Industries y Metalúrgica Calviño, exportó por primera vez torres eólicas a los Estados Unidos, en un envío de 45 tramos de torres eólicas Vestas con sus tres grúas en banda de estribor de 120 toneladas cada una. La empresa en 2019 estuvo involucrada en un escándalo porque el Ministerio de Trabajo nacional pagó unos 2 millones de pesos en subsidios a empleados despedidos, según un convenio con las autoridades de la gestión anterior.

La firma tiene vínculos con el ex ministro del gobierno de Cambiemos Francisco Cabrera, y se la vinculó con otro ex funcionario macrista, Guillermo Dietrich. Como informó en noviembre del año pasado Gestión Sindical, el escándalo estalló cuando la secretaría de Empleo de la cartera laboral brindó un “acompañamiento a los trabajadores cesanteados en el marco de su proceso de reinserción laboral”. Esto incluyó el pago de un salario mínimo. Este pago es similar al REPRO, el programa para asistir a trabajadores con este tipo de problemas, pero direccionado exclusivamente a la empresa.

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