Reunión clave por despidos en Acindar, un conflicto que alerta a Antonio Caló

Hoy habrá un nuevo encuentro para intentar destrabar el conflicto, por el despido de 12 operarios. La firma, en manos de capitales indios, no acepta reincorporar a todos los operarios cesanteados. Preocupación en la UOM por otro posible paro.

A 55 kilómetros de la ciudad de Rosario, Villa Constitución en Santa Fe se mantiene como uno de los cordones industriales más importante del país. Dueña de un pasado lleno de lucha sobraras –con el “villazo” como estandarte –esta localidad es un foco de alerta para Antonio Caló, titular de los metalúrgicos del país. Es que esta semana habrá una reunión clave para destrabar el conflicto en Acindar, la siderúrgica líder del país, por el despido de 12 operarios. Con el vencimiento de la conciliación obligatoria, podrían volver las protestas, que ponen en evidencia los signos de deterioro del sector, pese al optimismo que públicamente muestra el líder de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y de la CGT Alsina. A pocos días de las PASO, nadie quiere un nuevo paro en el seno del sindicalismo más cercano al gobierno.

Hace unos 20 días, la dirección de Acindar, hoy en manos de capitales de la India, despidió a 12 operarios, lo que generó un paro por tiempo indeterminado. Si bien la seccional local de la UOM no está alineada a Caló –se incorporó a la CTA Autónoma local–para el metalúrgico este es un problema, ya que desde que se firmó el acuerdo salarial de este año, el líder sindical quiere mostrar que además de una mejora en los ingresos, la actividad industrial no está en baja, sino todo lo contrario. Pero problemas como los que vienen de Villa Constitución desmienten a Caló.

Según informaron desde la Comisión Interna de la siderúrgica, mañana martes habrá una nueva reunión para intentar de destrabar el conflicto. La firma no quiere incorporar a seis de los 12 despedidos, y los quiere trasladar a otras áreas. Pese a la conciliación obligatoria, los empleados no pudieron volver, lo que generó la protesta de la Comisión Interna y la seccional local de la UOM.

Para Caló, un conflicto en una metalúrgica tan emblemática a menos de dos semanas de las PASO es un dolor de cabeza. Como sucedió en otros sectores, el gobierno busca desactivar cualquier malestar que pueda enrarecer el clima preelectoral. Si bien Santa Fe es un gobierno opositor, el “poder de daño” de un conflicto a largo plazo en un gremio tan cercano a la candidatura de Daniel Scioli puede ser mucho. Los sindicatos industriales apuestas fuerte al gobernador provincial, bajo el paraguas del PJ y del modelo productivo. Por eso, que una industria como Acindar esté paralizada a tan poco de los comicios puede tener un efectos demoledor.

Además, fuentes del sector le explicaron a Gestión Sindical que la pelea de fondo busca “bajar costos para poder ser competitivos con otras industrias del acero, como la china”. Para eso, “se bajaron los estándares de seguridad”, lo que aumentó la tasa de accidentes. “No por casualidad los despidos son de sectores con mayor índice de accidentes”, afirmaron las mismas fuentes.

Acindar tiene 72 años y actualmente produce un millón 400 mil toneladas de acero por año. A partir de la integración con ArcelorMittal en 2006, la compañía pasó a representar en Argentina al que es considerado el mayor grupo siderúrgico a nivel mundial con presencia en más de 60 países. El 70 por ciento de su producción va destinado al mercado interno y un 30 por ciento se exporta, en su mayoría a Brasil. Según sus propios números, tiene una facturación anual de alrededor de 7.500 millones de pesos.

Según el periodista Carlos del Frade, “en 1991 Acindar tenía 3.600 trabajadores. Hoy, con menos de la mitad de obreros, la producción aumentó y también creció la tercerización”. “Los nuevos despidos en Acindar y su curiosa manera de aceptar la conciliación obligatoria sin permitir el ingreso de los trabajadores despedidos, hace necesario pensar el actual rol que cumplen los grandes señores que están por detrás del poder económico concentrado en las principales doscientas empresas que hoy manejan la Argentina”, analizó Del Frade.