Se trata de la fábrica más grande de la provincia de Misiones, que llegó a tener 1.500 trabajadores en 2015 pero debido al derrumbe del consumo interno Nike no retiraba la producción y la empresa ya no tiene más pedidos. Hoy cuenta con 330 trabajadores. Con las medidas de protección de la industria nacional e incentivo del consumo, se renueva la esperanza.
Por Matías Tagliani / Director de Gestión Sindical
A pesar de los problemas económicos que genera la pandemia, que se suman a la desastrosa retracción económica que generó la gestión del macrismo, surgen buenas noticias relacionadas al empleo y producción industrial. A la reapertura de la planta de Corral, una firma que reconstruye neumáticos para Goodyear, ahora suma la próxima reapertura de la fábrica del Grupo Dass, una empresa que produce zapatillas para Nike.
La confirmación llegó de boca de Joao Batista da Silva, director administrativo y de finanzas del grupo brasileño, tras una reunión que mantuvo con Agustín Amicone, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (UTICRA), y representantes del Ministerio de Trabajo de la Nación.
La planta ubicada en Eldorado, provincia de Misiones, cabe recordar, comenzó a funcionar en 2008 con 70 trabajadores y alcanzó su pico más alto de producción en 2015, con 22 mil pares de zapatillas diarias y 1500 trabajadores. Sin embargo, por la crisis económica desatada por el modelo económico del macrismo, donde el consumo cayó estrepitosamente y además la apertura indiscriminada que afectó gravemente al sector, fue reduciendo su personal hasta los 330 empleados actuales.
Justamente, la brutal caída de las ventas en 2019 provocó que Nike no haya retirado producción y los productos se acumularon sin vender, lo cual llevó al cierre de la planta en octubre pasado.
En su inicio, se quedó con los derechos de Fila Argentina; luego sumó Umbro Argentina, además de fabricar la marca propia Tryon; y más tarde comenzó a fabricar para otras marcas, como Nike, Adidas y Converse. No obstante, la apertura a las importaciones afectó de lleno al sector de calzado, especialmente a las empresas que hacían zapatillas para marcas internacionales, como Dass.
A través de un comunicado, la compañía precisó que «la lectura de las señales económicas del país, los indicios de medidas tendientes a preservar la producción local y una apuesta al crecimiento del consumo, fueron las claves que la impulsaron a asumir los riesgos necesarios para mantener operativa la planta».
“Con mucho esfuerzo, hemos encontrado una solución para mantener nuestra fábrica abierta y preservar los 330 puestos de trabajo. La lectura del mercado y las políticas de gobierno, sumado a la transferencia de algunas líneas -que actualmente se fabrican en Brasil-, la adquisición de una nueva licencia y nuestra vocación industrial impulsaron nuestro coraje para asumir riesgos y mantener la continuidad de las actividades en la fábrica. Estamos convencidos que el gobierno realizará las gestiones necesarias para reactivar el consumo y la protección de la industria nacional”, explicó Batista da Silva.
Hacé tu comentario