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de 2024
Fuera de Megáfono.

Ramón Ayala entre dos frentes: la interna del UATRE y la posible fractura de las 62 Organizaciones Peronistas

14. 04. 2018

El sucesor de Gerónimo “Momo” Venegas vive momentos complejos. Por un lado, seccionales rebeldes rechazan el techo salarial que quiere imponer, e incluso hablan de un intento de correrlo de la conducción. Por otro, la intervención del PJ divide al espacio de las 62, entre quienes quieren volver a la CGT y el peronismo y los que quieren mantener la alianza con el gobierno nacional.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

Luego de la muerte de Gerónimo “Momo” Venegas, Ramón Ayala “heredó” el espacio de poder que construyó el dirigente sindical, en especial en los últimos años, como la “pata sindical” del gobierno nacional. Así, se convirtió en titular del UATRE y conductor de las 62 Organizaciones Peronistas, y apenas lo hizo ratificó su alineamiento con el oficialismo. Con el correr del tiempo, el dirigente comenzó a sufrir de presiones internas tanto en su gremio como en la entidad que supo ser el brazo político de la CGT, y que hoy actúa como un espacio autónomo a la central obrera. En el primero de los casos, la “rebelión” de la seccional Tucumán, que no acepta el techo salarial que quiere imponer la conducción nacional, que bajo la premisa de la Casa Rosada pretender firmar paritarias con un techo del 15 por ciento. En el segundo de los casos, la intervención del PJ dejó al grupo virtualmente fracturado, ya que una serie de dirigentes se sumó a la movida encabezada por Luis Barrionuevo, algo que el propio Ayala rechaza. Los cuestionamientos pueden terminar con su liderazgo en ambos sectores.

El liderazgo de Ayala en el UATRE comenzó a ser cuestionado apenas asumió, luego de la muerte de Venegas, en especial por seccionales que no fueron cercanas al viejo conductor, y que buscan “un cambio en el manejo del sindicato”. El caso más notable es el de Tucumán, donde los dirigentes resisten el intento de intervención de la conducción nacional, que en febrero del año pasado terminó con tiros y corridas en la sede del gremio en la localidad de Juan Bautista Alberdi. El conflicto se volvió a intensificar en estos días, cuando los trabajadores se oponen a la firma de una paritaria del 15 por ciento en la producción del limón y otros cítricos. Por esto, esta semana los empleados rurales del citrus realizaron corte de rutas y protestas, desautorizadas por la conducción nacional, que intervino la seccional porque el año pasado se logró un acuerdo salarial por encima del promedio nacional.

La tensión entre las seccionales “rebeldes” del UATRE y la conducción de Ayala puede llegar a un quiebre dentro del sindicato. Muchos dirigentes ya se animan a cuestionar al heredero de Venegas, algo que en otras épocas era impensado. “En Tucumán siempre hubo ruido contra el ‘momo’, porque hay dirigentes con una larga historia de lucha”, le dijo a Gestión Sindical un dirigente del sindicato rural. En este contexto, confirmó que “hay una fuerte puja para sacar a Ayala de la conducción nacional, ya hay encuentros para organizar de alguna manera una movida para intentar cambiar el rumbo del sindicato”. La alianza con el gobierno, que aisló a la UATRE del resto del movimiento obrero, es la principal crítica a la conducción.

Pero los problemas de Ayala no sólo se limitan a su gremio. En el seno de las 62 Organizaciones Peronistas hay una fuerte puja por el futuro del que supo ser el brazo político de la CGT. Desde hace un tiempo que un espacio liderado por Horacio Valdéz (sindicato del vidrio) intenta llevar al espacio nuevamente al seno de la CGT, y que abandone su alianza con el oficialismo. Este grupo es parte de la movida que terminó con la intervención del PJ, a manos del gastronómico Luis Barrionuevo, que con el apoyo tácito del moyanismo se metieron en la interna peronista. Esta movida es rechazada por Ayala, que pidió “la unidad y renovación del movimiento obrero”. “Esa CGT debe congregar a todos los sectores, inclusive a Hugo Moyano y Luis Barrionuevo. También a los gremios de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), porque están confederados. Las 62 quiere a todos adentro, integren o no el consejo directivo, y regresará a su seno si se superan ciertas realidades. Nunca se fue de la central obrera. Solo se opuso a la conformación del triunvirato”, puntualizó Ayala, en declaraciones periodísticas. Pese a esto, Ayala rechazó la intervención, que si pidieron varios de los dirigentes que están con Valdez, que buscan volver a las 62 “al seno del peronismo”.

La interna en las 62 Organizaciones Peronistas podría terminar con el liderazgo de Ayala, y el alineamiento con el oficialismo nacional. Es que muchos de los dirigentes se quejan que pese al irrestricto apoyo que comenzó con Venegas, no hubo desde la Casa Rosada un apoyo a sus reclamos, sobre todo desde la muerte del dirigente. “La relación con el gobierno la manejaba el ‘Momo’ de manera personal, sin intermediarios. Hoy no hay una relación fluida con el oficialismo, esto debemos discutirlo, no podemos seguir en esa postura sin nada a cambio”, se sinceró un dirigente del espacio, ante la consulta de Gestión Sindical. Esto incluye al partido Fe, que creó Venegas y que hoy forma parte de cambiemos, aunque está en una especie de impasse legal. La sucesión de Venegas en ese partido está en discusión, y podría ser otro dolor de cabeza para Ayala, si se decide abandonar la senda del oficialismo.

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