Para cuándo estiman que habrá recuperación plena de empleo

El Indicador Predictivo del Empleo de la Universidad de San Martín dio su expectativa en base a números oficiales. Los detalles.

Enero 2026 puede ser el mes en el cual todos los empleos que se destruyeron entre el final de la gestión de Alberto Fernández y la primera parte de la gestión Javier Milei se recuperen. Así lo remarca el Indicador Predictivo del Empleo (IPE-CETyD) de la Universidad de San Martín, según su proyección que está basada en números oficiales. La gran pregunta es cómo harán para llegar millones de argentinos a ese momento.

En este 2025, no se espera un crecimiento de contrataciones de manera importante más allá de la reforma laboral. Desde el IPE contaron que habrá sí ciertas mejoras, una continuidad en el leve crecimiento del empleo que se observa en los últimos meses. Algo que coincide con las expectativas de las principales consultoras económicas, que esperan una moderada expansión del PBI tanto para el último trimestre de 2024 (+0.9%) como para el primero de 2025 (+1%).

Por lo cual, si no hay variables económicas que vayan en dirección contraria los planes del oficialismo, y el crecimiento se mantiene, se llegaría a inicios del año que viene con la posibilidad de recuperación de los puestos laborales que estaban en pie en agosto de 2023.

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En el IPE consideraron que “ante esta situación no hay demasiado margen para ser optimistas y esperar una recuperación más rápida, a no ser que se activen dos grandes generadores de empleo como son la construcción y la industria, dos de los sectores más afectados por el actual modelo”.

Cómo está el desempleo

A pesar de los planes de ajuste, sobre todo en la obra pública, la cifra alcanzó al 6,9% de la población durante el tercer trimestre de 2024 según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). El dato implica un crecimiento de 1,2 puntos porcentuales respecto al mismo período de 2023 y una merma de 0,7 puntos respecto al segundo trimestre.

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La fe está colocada en la reforma laboral, que motive a empresarios a invertir y contratar más personal. Básicamente, según Julio Cordero, el secretario de Trabajo de la Nación, por “la confianza en el plan económico acompañada por la reforma laboral de la Ley de Bases, más su reglamentación, que ayudan a brindar la seguridad jurídica que permite nuevas contrataciones”.

“Cinco mil trabajadores más es bastante, aunque por supuesto que nos hubiera gustado que fueran mucho más, pero la tendencia a la incorporación de personal evidencia algo muy positivo”, destacó el funcionario libertario sobre el leve repunte que existió.

Es más: dijo que “tardó mucho en sancionarse la reforma laboral de la Ley Bases -agregó-, y cuando sale empezamos a decir: ‘Señores, contraten porque ya están dadas las condiciones’. Por eso las empresas valoran que hayan desaparecido las multas y que el supuesto trabajo no registrado no les multiplique más las indemnizaciones. No sabíamos qué podía pasar, pero estamos viendo que eso, más la reglamentación de la ley, van restableciendo una confianza que permite el crecimiento del empleo”.

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Un trabajo reciente de parte de la central obrera subraya que hubo una pérdida de 187.000 puestos de trabajo asalariados formales entre noviembre de 2023 y octubre de 2024, de los cuales 124.000 se dieron en el sector privado y 43.000 en el Estado.

En el desagregado por sectores, se habla de sectores duramente castigados como la construcción (gracias al fin de la obra pública), la industria manufacturera y el empleo público. Hay una conclusión que aparece en el texto: «Tanto desde el lado de la oferta como desde la demanda se advierte que la recesión afectó especialmente al mercado interno, que al momento actual no muestra tendencias expansivas».