Portuarios realizan un paro de 48 horas por el “inminente despido” de 800 trabajadores
Los integrantes de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (FEMPINRA) confirmaron la medida de fuerza, que comenzará el domingo próximo en todas las terminales del Puerto de Buenos Aires y en la terminal Exolgan, de la localidad bonaerense de Dock Sud. Afirman que la fusión de dos firmas monopólicas en el sector terminará con las cesantías.
La conducción nacional de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (FEMPINRA), a cargo de Juan Carlos Schmid, decidió activar un paro de 48 horas desde el domingo en todas las terminales del Puerto de Buenos Aires y en Exolgan, en la localidad bonaerense de Dock Sud, ante «la grave situación de la estación marítima porteña y la posibilidad cierta de que se produzcan 800 despidos». La huelga fue decidida por la conducción de la organización y el cuerpo de delegados y se realizará desde la 0 del domingo hasta las 24 del lunes ante «la grave situación en el Puerto de Buenos Aires, la concentración que ejerce el grupo dominante Maersk-APM Terminals y su control de la Terminal 4 mediante un sistema de integración vertical».
Los dirigentes denunciaron también que Maersk concentra el 75 por ciento del movimiento marítimo y de carga a través de sus socios MSC y Hamburg Sud, ambos «con intereses en la terminal Exolgan, en Dock Sud, a lo que se suma la drástica caída de la carga de la Terminal más importante (Río de la Plata S.A. Dubai Ports), lo que provocaría el inminente despido de 800 trabajadores», puntualizó el secretario de Prensa, Luis Rebollo.
La FEMPINRA explicó que esas cesantías se producirían en el contexto de «la finalización de un proceso licitatorio viciado por intereses inmobiliarios y monopólicos en la gestión macrista» y denunció que Maersk, a menos de 80 días de la asunción del nuevo gobierno, procura producir «un daño económico-social al puerto federal y destruir el comercio exterior argentino en lugar de preservar el empleo y fortalecer las economías regionales».
«La situación se produce en pleno proceso de revisión del pliego licitatorio y del ordenamiento de un puerto federal competitivo, en el que los trabajadores son la herramienta esencial para el desarrollo nacional, y atenta contra la soberanía nacional, lo que implica una clara maniobra extorsiva a los operarios y el gobierno», aseguró.
La FEMPINRA se movilizó esta semana hacia la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia para exigir «la definición de un conflicto de integración vertical entre Mersk y Terminales Río de la Plata S.A. a fin de que no se produzcan despidos ni traslados de cargas hasta el nuevo pliego licitatorio», aunque señaló hoy en su comunicado que en apariencia «los intereses comerciales internacionales no respetan los derechos de los trabajadores».
El gremio denunció que la empresa Gestión Laboral, subcontratada por Terminales Río de la Plata S.A., priorizó hoy los preavisos de despidos de forma verbal y exigió la inmediata desafectación de los funcionarios macristas en la Administración General de Puertos S.E. (AGP), designados en los últimos días de esa gestión para continuar operando con «la integración vertical y con el esquema de negocios inmobiliarios».
Los gremialistas reclamaron al gobierno nacional la conformación de una amplia mesa de discusión de los temas del Puerto de Buenos Aires entre representantes de Trabajo, Transporte, Defensa de la Competencia, las empresas Terminal Río de la Plata S.A., Terminal 4 S.A., Buenos Aires Containers Terminals S.A. (5), Exolgan S.A, Maersk Argentina, MSC, Hamburg Sud, AGP y representantes de la Cancillería.
La huelga de 48 horas incluirá asambleas informativas y de esclarecimiento en rechazo de «los despidos y las conductas monopólicas a través de la integración vertical, lo que provocó en su momento el colapso del Puerto de Buenos Aires por Maersk para controlar el comercio exterior y monopolizar y obstaculizar la soberanía y el desarrollo productivo». «No fueron los trabajadores quienes quebrantaron la paz social», concluyó Schmid.
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