Por las importaciones y los altos costos, se perdieron 4 mil puestos de trabajo en la industria del calzado

Un informe de la Cámara de la Industria del Calzado confirmó los datos, y aseguró que el gobierno no cumplió el límite de ingresos de productos importados. El gremio UTICRA había denunciado la situación a fines del año pasado.

El último año se perdieron 4 mil empleos en el sector de calzado, según la Cámara que reúne a los fabricantes, que denunciaron el aumento de importaciones, la caída del consumo y los altos costos internos como las principales causas. En las fábricas de calzado el escenario pasa de las suspensiones y adelantos de vacaciones a los despidos. El gremio del sector había denunciado esta situación ya a fin de año.

“La industria cayó 4,6 por ciento el año pasado. Estamos en un uso de capacidad instalada del 63 por ciento”, explicó el presidente de la Cámara de la Industria del Calzado, Alberto Sellaro. A la caída del consumo interno se sumó el aumento de importaciones, que en enero de este año mostró una suba del 62 por ciento”, detalló Sellaro, que precisó que la base de comparación ya era alta porque el año pasado habían quedado sin efecto las ‘declaraciones juradas anticipadas de importación’ de Guillermo Moreno (DJAI), lo que generó un fuerte ingreso de productos del exterior.

“Para el año pasado, en Producción nos dijeron que sólo iba a entrar 24 millones de pares. Entraron 27,3 millones, un 22 por ciento más que el año anterior. Para este año nos volvieron a prometer que serán sólo 24 millones los que entren”. Brasil es el principal proveedor de calzado importado. El año pasado, las importaciones crecieron 82 por ciento, mientras que las de China lo hicieron un 73 por ciento. Los acuerdos por cupos de importación con Brasil que marcaron la relación bilateral del sector en los últimos años no se renovaron el año pasado. “El Gobierno desechó la idea”, aseguró Sellaro.

Hugo Albado, representante del sector en Córdoba, detalló que el 70 por ciento de las fábricas tiene suspensiones o vacaciones adelantadas y los despidos totalizan unas 300 personas. En Santa Fe, según señaló Damián Valerio, de la Cámara local, se contabilizan 150 despidos. Las marcas de calzado deportivo fueron las que más rápido reaccionaron con las importaciones. “Se importan kits de ensamble”, explicó Sellaro, lo que requiere menos mano de obra. “El Gobierno muestra voluntad de diálogo pero sin respuesta”, indicó el representante del sector, que le presentó a Producción un pedido para mejorar la competitividad del sector, con incentivos y una baja en la presión tributaria y laboral.

Esta situación ya había sido denunciada por el gremio del sector. En noviembre del año pasado, la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina (UTICRA) confirmó 3.500 despidos y 9 mil suspensiones, y afirmaron que las perspectivas “no son las mejores”. “Es una verdadera sangría, todos los días nos enteramos que cierra un taller, que se despide 10, 15, 20 empleados”, remarcaron fuentes del gremio consultadas por Gestión Sindical. En un reciente relevamiento, se determinó que una de las zonas más afectadas es el coburnano bonaerense, donde se produjeron varios cierren, sobre todo en el segundo semestre del año.

a retracción del consumo y las importaciones son los dos grandes golpeas al mercado laboral de la industria del calzado, que insiste con medidas que protejan el empleo. En este sentido, UTICRA estuvo en el Congreso cuando se debatió la ley de participación público-privado, y fue uno de los más críticos a la hora de señalarle al gobierno su falta de política industrial”. “Si le abren la puerta a China, estamos muertos”, se sinceró la misma fuente consultada. Estos planteos no impidieron que se apruebe la ley. Lo que si se firmó fue una imitación del ingreso de productos, firmado por la Cámara de la Industria del Calzado y el gobierno, que impone un tope de 24 millones de pares por dos años. “Sirve, pero no soluciona el problema de fondo”, estimaron desde el gremio. Finalmente, ni ese parche se cumplió.