¿Paritarias permanentes? Los mecanismos en los que avanza el sindicalismo para actualizar los salarios en lo inmediato
La contundencia del paro, golpeó duro en el Gobierno, que por estas horas estaría dispuesto a negociar algunos de los reclamos. En principio, los mayores popes sindicales buscan que se efectivice de inmediato y en una sola cuota el aumento que habían acordado en varias cuotas para los próximos meses. También intentan que le habiliten el uso de sumas no remunerativas, una modalidad que Triaca prohibió por decreto y no está dispuesto a revisar.
Aunque todavía no lo haga público, ni lo admita, el Gobierno comenzó a revisar las paritarias. Según se pudo saber, en la secretaría de Trabajo, a cargo de Jorge Triaca, se encuentran por estas horas relevando el impacto de los acuerdos salariales, el período de su vigencia y la inflación correspondiente.
La idea es diferenciar aquellos gremios que cerraron aumentos del orden del 15% a principio de año de aquellos que obtuvieron un aumento a mitad de año, por lo general del 25%. Solo los primeros –en su mayoría cercanos al Gobierno- tendrían margen para renegociar adicionales en sus convenios este año, en el que se prevé una inflación superior al 42%.
La reapertura inmediata de las negociaciones salariales fue uno de los principales reclamos que levantó ayer la cúpula de la CGT en lo que fue la cuarta huelga general contra la gestión de Mauricio Macri, quien participó de la Asamblea de la ONU en una jornada agitada por la renuncia del presidente del Banco Central, Luis Caputo.
Tanto el ala dialoguista representada por el triunvirato -que aún preserva el poder institucional en la central obrera- como los gremios duros liderados por Hugo Moyano, destacaron la contundencia de la medida, a la vez que apuntaron contra el Gobierno por su falta de respuestas a los reclamos y fustigaron la salida de Caputo en plenas negociaciones con el FMI.
Este año, los gremios acordaron un 25% de aumento en promedio en hasta tres tramos, pero solo percibieron un 15% hasta ahora mientras los precios acumulan a agosto un 24,3%. Para evitar un mayor desfasaje, el titular del sindicato mercantil Armando Cavalieri espera una señal oficial para avanzar en un adelanto de una sola cuota del 10% adicional, acordado en julio en tres tramos (3% en octubre, 3% en noviembre y 4% en enero de 2019).
La idea es que le habiliten el uso de sumas no remunerativas, una modalidad que Triaca prohibió por decreto y no está dispuesto a revisar.
Retoman negociaciones
“Va a haber reuniones con celeridad, si no hubo es porque estaba el paro”, confiaron cerca de Cavalieri.
El ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, repasó ayer con Triaca los últimos datos de empleo y la competividad. Hoy se conocerán las cifras de trabajo formal que elabora la secretaría de Trabajo a partir de los datos de AFIP. Los números del INDEC mostraron un fuerte deterioro del mercado laboral la semana pasada, al registrarse un aumento del desempleo de 8,7% a 9,6% interanual en el segundo trimestre. Los funcionarios aseguran que hay un “diálogo continuo” sobre empleo y salarios con la dirigencia sindical.
“No son meses fáciles, se sabía por lo que ocurrió con el tipo de cambio, pero estamos en contacto y las mesas funcionan”, admitieron fuentes oficiales.
Los sectores díscolos, en tanto, intentaron ayer capitalizar a su modo la huelga general, sin guardar expectativas -a diferencia de sus pares de Azopardo- en una eventual convocatoria oficial al sindicalismo.
La conferencia realizada ayer en la sede de Camioneros contó con la participación del dueño de la casa, Hugo Moyano, los dos titulares de la CTA Pablo Micheli y Hugo Yasky, y el bancario Sergio Palazzo, además del líder de los maestros bonaerenses Roberto Baradel. Más temprano, el dirigente de la Asociación Bancaria fogoneó una reapertura masiva de paritarias, al proponer “ajustar salarios por inflación hasta tanto se estabilice la economía”. Palazzo explicó en declaraciones radiales que en su actividad acuerdan “mes a mes” la recomposición de los salarios por la suba de los precios, por lo que sugirió que “esa debería ser la salida en este momento para preservar el poder adquisitivo del salario”.
Luego de obtener un 20%, la Bancaria negoció un incremento adicional de 4% a partir de agosto y otro igual desde septiembre, que llevó el aumento total a un 28%. Si bien la cifra fue aceptada por las cámaras, los banqueros se quejan por lo bajo de las “revisiones”, la salida que encontró el Gobierno a principio de año para eliminar las cláusulas gatillo incorporadas en el 2017. La sensación de los empresarios es que el sistema ideado para evitar una actualización automática de los salarios en función de la inflación terminó por convertirse en un esquema engorroso de negociaciones permanentes, que genera cada vez mayor tensión.
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