Para ATE-INDEC, el salario “de piso” de cualquier trabajador no debería ser inferior a los $61 mil
En un informe, la comisión interna del organismo estableció que ningún asalariado debería cobrar menos de 61.882 pesos, para poder acceder a una canasta mínima de alimentos, bienes y servicios. Este valor sirve “de referencia” para las negociaciones que se abren este año. Además, se estimó que la inflación en el 202 no será menos al 40 por ciento.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
Sin duda, la pérdida salarial respecto a la inflación es la peor cara del modelo económico que impuso el gobierno de Mauricio Macri, en especial en el último año, cuando la suba de precios dejó a casi todos los sectores con haberes por detrás de la corrida inflacionaria. Muchos trabajos dan cuenta de estas pérdidas, y la necesidad de recuperar esos porcentajes –que en algunos casos superan el 30 por ciento –antes de negociar las paritarias de este año. En paralelo, la suba del IPC aleja la canasta básica lejos de los asalariados.
Desde noviembre del 2011, la comisión interna de ATE en el INDEC hace una comparación de los sueldos a partir de una canasta de productos y servicios, para determinar un “piso” de ingresos que todo trabajador, ya sea público o privado, debería tener para poder acceder a ese paquete.
El trabajo busca ser una especie de guía para la discusión salarial, y lograr ingresos acordes a la realidad económica. Esta semana, se difundió un nuevo informe de esta canasta, que determinó que este “salario estándar” no debería ser inferior a los 61 mil pesos. “El informe tiene como fin dar un argumento sólido que pueda ser utilizado tanto en las negociaciones paritarias propias y de otros gremios para exigir una urgente recomposición salarial”, destacaron los autores del trabajo.
El trabajo de ATE-INDEC calculó una canasta que incluye alimentos, bienes y servicios, un valor de referencia para las negociaciones salariales que se vienen. “Ningún trabajador debería percibir un salario de bolsillo inferior al valor calculado en ese ejercicio, 61.882 pesos”, destacó el informe, al que tuvo acceso Gestión Sindical.
El mismo realizó “un ejercicio de estimación para acercar los valores requeridos a fin de cubrir las necesidades básicas de los trabajadores y sus familias para que tengan una vida digna, siempre según los datos oficiales del INDEC”. Esta canasta está constituida por dos valores: 19.910 pesos necesarios para adquirir una canasta alimentaria mínima y 41.971 pesos para acceder a otros bienes y servicios básicos. La comisión explicó que las canastas utilizadas para su informe “son las llamadas de Consumos Mínimos y surgieron como propuesta metodológica innovadora en el INDEC, aunque todavía no se han aplicado en las mediciones oficiales”.
“No se trata de la línea de pobreza ni del valor para el mínimo vital y móvil, es el ingreso calculado en base a una canasta mínima”, aclaró Raúl Llaneza, titular de ATE-INDEC. “Este valor es el que nosotros tomamos como un umbral para que se cubran las necesidades básicas de un hogar tipo. Es un salario de piso, lo que debería ganar un trabajador, tampoco hablamos de hogar”, explicó Llaneza, en diálogo con Gestión Sindical. Este “salario estándar” tampoco no es el mínimo que establece el Consejo del Salario –hoy ubicado en los 12.500 pesos –y que este año deberá reunirse todavía. “Lo relacionamos a necesidades básicas, al piso que deberían ganar todos. Después el techo lo marcará cada actividad en su negociación, y el contexto, no es lo mismo el costo de vida en Buenos Aires, el sur del país o la Mesopotamia”, agregó el dirigente. La canasta está elaborada a partir de una experiencia de la Encuesta Permanente de Hogares, presentada en la CEPAL. “No son las habitualmente utilizadas para la medición de la pobreza, pero no por ello ambas canastas deben verse como contrapuestas, dado que se trata de metodologías diferentes pero compatibles entre sí”, señaló el informe.
La pérdida salarial fue una constante durante la gestión de Mauricio Macri, en especial en su segunda mitad de mandato, donde la inflación creció considerablemente. En este sentido, a principio de este año el Observatorio del Derecho Social realizó una escala con los sectores que más perdieron en la carrera contra la suba de precios, desde el último trimestre de 2015 al mismo período del 2019, cuando Macri fue presidente.
La entidad usó datos oficiales, y comparó las subas acordadas ese tiempo con la inflación acumulada, y concluyó que “salvo los aceiteros, ningún asalariado en el país le ganó a la suba generalizada de presión”. El trabajo destacó que los textiles fueron los que más perdieron, con una caída del 38,7 por ciento en estos cuatro años, seguidos por los trabajadores de prensa con un 35,9 por ciento y los estatales nacionales (convenio SINEP), con un 35 por ciento de retroceso. Por detrás, se encuentran los trabajadores de la televisión (26 por ciento), los metalúrgicos (22 por ciento), comercio (21,2 por ciento), alimentación (20,5 por ciento), docentes de la provincia de Buenos Aires (19,7 por ciento), maestranza (18,8 por ciento) y camioneros (18,7 por ciento).
Por último, el informe de ATE-INDEC hizo una proyección de los indicadores para este 2020, que junto con el salario piso servirán a todos los sectores a negociar de manera más precisa las subas salariales para este año. “Una vez difundido el dato del IPC (Índice de Precios al Consumidor) de diciembre se conoció el acumulado de 2019, que fue del 53,8 por ciento (de inflación).
Ante esta realidad hay analistas que ya estiman que la inflación para este año rondará el 40 por ciento. Pero este sería el piso en el mejor de los escenarios, ya que suponen el dólar oficial manteniéndose en el rango de los 64 pesos”, alertó el informe.
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