Obras sociales sindicales en “máxima alerta” por el impacto de un pico de casos de coronavirus

Las entidades esperan que el pico de casos tenga impacto en su estructura, la cual adaptan para la emergencia. La OMS afirmó sobre un posible colapso, que alcanzaría a todo el sistema sanitario. Por eso, piden recursos para afrontar el delicado momento. “Estamos muy preocupados”, admiten referentes del sector.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

Hace unos días, un representante en el país de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reunió a distintos integrantes del sistema sanitaria argentino, para analizar el impacto que tendrá un aumento exponencial de casos de coronavirus, en el marco de la pandemia que afecta a todo el planeta. Los distintos actores de la salud local escucharon un duro diagnóstico, que incluyó una advertencia: “Se van a golpear contra una pared”. La entidad cree que si no se logra bajar el número de casos y se llega a un pico al estilo de España y de Italia, el sistema colapsará.

Las obras sociales sindicales estuvieron presentes en esta reunión, y comenzaron a preparar sus estructuras para esta situación compleja. Para eso, piden que el estado termine de cumplir con el giro de los fondos que se adeudan, para afrontar la crisis que se avecina. El reclamo fue escuchado por el gobierno, que hace unos días hizo uno de estos pagos, que esperan sirva para optimizar la atención de los afiliados. Los gremios además pusieron a disposición del Ministerio de Salud su capacidad hotelera para aislar pacientes y eventualmente internarlos.

La preocupación de las obras sociales sindicales luego de la reunión con miembros de la OMS apunta a evitar un colapso de sistema. Según fuentes de la cumbre consultadas por Gestión Sindical, la entidad cree que el país se verá “desbordado” cuando los contagios de Covid-19 sean masivos, y haya circulación viral autóctona.

“Se van a chocar contra una pared de concreto, el número de camas del sistema no alcanza para la demanda, y entonces se genera el colapso”, explicó a los agentes sanitarios la representación de la OMS. Se estima que hasta la crisis, el país tenía unas 165 mil camas de internación, además de 8 mil de terapia intensiva, divididas en los 3.100 hospitales y sanatorios de todo el país, incluyendo los que perteneces a las obras sociales. Incluso si se ponen todos a disposición de la pandemia, si existe un pico de contagios en poco tiempo “la atención se satura, y los recursos no llegan a los casos graves”, que representan entre un 15 y un 20 por ciento según las estimaciones.

De la reunión con la OMS las obras sociales se fueron con la idea que se vienen “tiempos difíciles”. “Nuestros sanatorios están adaptándose para lo peor, estamos preparando todo para este pico”, le dijo a Gestión Sindical un referente de una importante entidad que presta servicios en el sur del conurbano bonaerense. Esto incluye suspender varios servicios –sólo se dejan los esenciales –además de posponer cirugías y otras cuestiones. “Estamos muy preocupados, vamos a tratar de contener a nuestros afiliados, pero ya faltan recursos, y todo indica que esto empeorará”, agregó el mismo referente.

Los expertos recuerdan que hasta la aparición de casos autóctonos –es decir, sin antecedentes de viajes al exterior o contactos con contagiados o sospechosos –las tareas se centraban en la “contención” del virus. Ahora, con el virus instalado, comienza el momento de “mitigar” sus efectos. Y para eso todo el sistema sanitario deberá realizar un gran esfuerzo.

A la par que preparan sus estructuras para el pico de la pandemia, las entidades a través de los dirigentes siguen negociando la llegada de fondos para afrontar el esfuerzo. Hace unas semanas, la dirigencia de la CGT admitía por lo bajo que había cierta inquietud porque el ministerio de Salud y el Ejecutivo no cumplieron su promesa de pagar los fondos que se le adeudan a las obras sociales.

La buena relación con Ginés González García comenzó perderse cuando el ministro decidió no hacer lugar al pedido cegetista de poner a alguien de su riñón en la estratégica Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), y designó a Eugenio Zaranini, alguien de su máxima confianza. Cuando explotó la pandemia, desde la Casa Rosada decidieron darle algo de aire al sector, y confirmaron el pago de unos 4.800 millones de pesos para el sector, casi un tercio de lo que reclaman los sindicatos, unos 15 mil millones de pesos. La noticia se confirmó luego que Zanarini recibiera a los directores médicos de las obras sociales, donde no sólo analizaron la reunión que tuvieron junto a los representantes de la OMS sino además las medidas a adoptar en el corto plazo.

La irrupción del coronavirus cambió la agenda del país, y dejó casi todos los temas en un segundo plano. En etapa de contención, una de las preocupaciones fue la necesidad de aislar a personas que viven con sus familias, o que llegan del exterior, Para eso, la CGT inició relevamiento de su capacidad hotelera, para ponerla a disposición del Ministerio de Salud nacional.

“Les pedimos a los compañeros y compañeras que tengan a bien informar la capacidad hotelera y la cantidad de camas que disponen cada organización gremial en el país», señaló la CGT a través de un comunicado que lleva la firma de sus dos secretarios generales, Héctor Daer y Carlos Acuña. En ese sentido, la central afirma que “es importante informar de forma urgente a fin de garantizar el compromiso de solidaridad y así poder ayudar a palear esta crisis que padece la sociedad en su conjunto”, subraya la comunicación. Por ahora el número no se conoció, y no se descarta que en esas instalaciones –la CTA de los Trabajadores hizo lo mismo en estos días –se puedan volver en “hospitales móviles”, cuando la capacidad del sistema esté en juego.