Más despidos: tras 45 años, cierra emblemática autopartista de La Matanza

Se trata de Dino Mattioli, ubicada en Virrey del Pino. Tiene una deuda importante con la AFIP y un gasto de 200 mil pesos por luz y gas.

La decisión parece no tener vuelta atrás: la autopartista Dino Mattioli de Virrey del Pino, creada hace 45 años, cerrará y despedirá a sus 40 trabajadores.

Por este motivo, la seccional La Matanza de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) está realizando las gestiones para que los operarios cobren lo adeudado -tres quincenas- y la totalidad de las indemnizaciones.

Lo reveló su secretario general, Hugo Melo, quien advirtió que «tenemos a muchas empresas con problemas, desde pequeñas y medianas hasta grandes como Acindar».

Melo señaló que Dino Mattioli «se venía cayendo, y entró en convocatoria de acreedores. Su titular nos informó que carecen de capital para continuar produciendo, tienen una deuda con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y por las tarifas. Por mes tienen un gasto de 200 mil pesos por luz y gas. Literalmente, la pasó por arriba el plan económico del gobierno».

Añadió el dirigente gremial que «el dueño afirmó que no puede seguir, y por eso puso en venta la planta, con el objetivo de pagar las indemnizaciones y hacer frente a las deudas. Nosotros estamos hablando con los delegados y los empresarios».

Desastre generalizado

A continuación advirtió que «hay muchas firmas complicadas, como la autopartista Sabo de Lomas del Mirador, donde los trabajadores señalan que la producción se redujo en un 70 por ciento».

Melo puntualizó que «las pequeñas y medianas empresas vienen siendo castigadas por la importación, pero las grandes también tienen inconvenientes, como Acindar, que redujo los turnos de 4 a 3; otras los han disminuido de 3 a 2».

A continuación el secretario general de la UOM matancera señaló que «en 2016 realizamos una jornada con la participación de alrededor de 120 empresarios metalúrgicos que tenían dificultades y funcionarios, para que respondieran inquietudes como créditos, Repro (Programa de Recuperación Productiva) e importaciones. Pero no tuvieron respuestas, y la mayoría de esas empresas cerraron».

Añadió que «buscamos alternativas de soluciones para que los compañeros sigan trabajando, pero el ejército de desocupados crece todos los días».