Los gremios cercanos al kirchnerismo, entre la autocrítica y el reposicionamiento
La dirigencia que adhiere al actual gobierno asimila el golpe de la derrota y se planta frente a la nueva coyuntura. Aseguran que en la sociedad se instaló “una idea de cambio” que Macri aprovechó. Además, se hablaron de “errores propios”. Por ahora, esperan más definiciones, y rechazan que un empresario sea Ministerio de Trabajo.
En el seno de la CGT Alsina, el sector sindical que se alineó desde la fractura de 2011 con el gobierno nacional, sintieron el golpe de la derrota del candidato oficialista Daniel Scioli. En pocos días, pasaron de pensar en ganar en primera vuelta a repensar el panorama del año que viene, con un presidente de la oposición, y no peronista, en la Casa Rosada. En conversaciones privadas, los dirigentes analizan la nueva coyuntura, y repasan los errores cometidos que llevaron a esta derrota. Lo cierto es que esta situación condiciona su postura dentro de la futura unidad de la CGT, y los deja en debilidad ante los ganadores del proceso electoral, en especial el moyanismo. Para muchos dirigentes se viene un tiempo “de reflexión”. Pese a esto, buscan influenciar en la elección del futuro ministro de Trabajo.
La derrota electoral se hizo sentir en el semblante de los principales dirigentes que rodean a Antonio Caló, quien le puso el hombro a la candidatura de Scioli y terminó recibiendo una derrota ajena, pero que lo debilita puertas adentro del sindicalismo. Por el momento, el análisis le apunta a errores propios y virtudes ajenas. “Se metió en la gente esta idea de cambio, lo empezaron a reclamar, como que este gobierno era prepotente, que no dialogaba. Eso se fue metiendo en la gente, no ahora sino hace seis, siete años”, analizó un dirigente sindical de la CGT Alsina, en diálogo con gestión Sindical.
Según el mismo dirigente, esta idea se potenció “con los latiguillos” de la campaña. “También se cometieron errores, obviamente, y se pagaron”, agregó. En esa central, ven como “un problemón” la cantidad de puestos que tienen a cubrir. “Las segundas líneas son donde se generan las políticas, las líneas de gobierno, y ahí es donde parece que está más flojo el frente Cambiemos. Esperemos que no se vengan tiempos complicados”, agregó.
Más pragmático, Caló saludó al presidente electo y espera señales para comenzar a charlar. “Felicito a Macri y le deseo que haga una buena gestión porque si él tiene éxito, tendremos éxitos todos los argentinos”, dijo públicamente. Además, el dirigente analiza las señales que lanzan desde el moyanismo, que se convertirá en el principal interlocutor del sector con el gobierno. En concreto, algunos dirigentes hablan ya de “pacto social”, una idea que a Macri le gusta esbozar, para sintetizar la idea de sentar al sector empresarial con los gremios, y acordar medidas conjuntos.
A los dirigentes de la CGT Alsina este les hace ruido. No creen que sea necesario un pacto al viejo estilo argentino, y prefieren hablar de “acuerdos básicos para la paz social”. Pero de ninguna manera alguna forma de “quietismo” que entre otras cosas limite las paritarias, el gran tema que viene.
Por lo pronto, algunos dirigentes de la central cercana al gobierno actual tienden puentes con el macrismo, para intentar adelantarse al nuevo panorama. Según pudo saber este medio, le hicieron saber a Macri que no estaban de acuerdo con la designación del empresario cordobés Jorge Lawson. Tanto los “gordos” como el sector del MASA, donde radica el sector más cercano a Caló, quieren alguien con buen diálogo con los gremios, que pueda terciar, y no estar tan involucrado con el sector empresarial, como el cordobés. Para ellos Jorge Triaca hijo sería ese nombre, aunque está cada vez más lejos esa posibilidad, ya que hoy figura como principal candidato a ser presidente del bloque de Diputados del futuro oficialismo. “Las paritarias serán libres”, dijo Triaca recientemente, para sumar adhesiones sindicales a su postulación en Trabajo, algo que habría tenido el efecto contrario.
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