Lo que dejaron las elecciones de ATE: la ruptura Micheli-De Gennaro y el avance del yaskismo
Los comicios blanqueron la interna entre el conductor de la CTA Autónoma y el ex candidato a presidente, que hizo que perdieran la conducción en Capital Federal y que haya dudas sobre cómo repercutirá en ATE y la central a futuro. Desde la lista verde y Blanca destacan el avance en varias seccionales, e insisten con no reconocer el triunfo de Hugo Godoy.
Sentado en el centro de la escena, Hugo Godoy sonríe. A la derecha, un exultante Víctor de Gennaro aplaude, arengando al resto de la dirigencia. Cerca de Godoy, su compañero de fórmula, Luis Fuentes, y parado, a su espalda, Ricardo Peidró, secretario Adjunto de la CTA Autónoma. La foto muestra el festejo íntimo del oficialismo de ATE, que se adjudicó el triunfo a nivel nacional en los comicios de la semana pasada. Pese a los recursos interpuestos por la lista Verde y Blanca, Godoy aseguró que la tendencia “es inmodificable”, y se mostró confiado en los números que manejan. Las elecciones del gremio estatal fueron una de las más tensas de los últimos tiempos, y dejaron sus huellas. En el oficialismo, blanqueó la interna entre De Gennaro, líder histórico del sindicato, y Pablo Micheli, hoy titular de la CTA. Además, mostró un avance en el yaskismo, que ganó varias provincias y llegó a la conducción en Capital Federal, y promete a través de la vía legal seguir peleando la conducción nacional, lo que muchos ven como una ruptura inminente.
Las diferencias entre De Gennaro y su espacio y Micheli vienen de antes de los comicios estatales. Durante el armado de las listas para las PASO, el ex candidato a presidente no pudo lograr un apoyo formal del titular de la CTA, que coqueteó hasta último momento con Progresistas, el espacio que conduce Margarita Stolbizer. Incluso las versiones indican que el espacio le ofreció ser compañero de fórmula de la dirigente bonaerense, como parte de una estrategia para tentar al propio De Gennaro para que vuelva al viejo FAP con el GEN y el socialismo. Finalmente Micheli recibió la oferta de encabezar la lista del Parlasur, pero decidió no aceptar para preservar la unidad de la CTA, algo que se terminó complicando con las elecciones de ATE.
El punto de quiebre fue Capital federal, donde Micheli apoyó una lista, que fracturó el espacio Verde-Anusate. Esto posibilitó el triunfo de Daniel Catalano y Juan Manuel Sueiro, que se unieron para enfrentar al oficialismo. “Se pelearon por la caja, y por el perfil político del gremio. Y terminaron perdiendo la seccional, y dejando que el yaskismo avance”, admitió ante Gestión Sindical una fuente del gremio estatal. El avance dejó preocupación en el oficialismo, que si bien sostiene que su triunfo a nivel nacional “es inapelable”, asegura que “se perdieron seccionales grandes”.
De cara al futuro, queda ver como esta fractura afecta no sólo el funcionamiento del gremio, en manos de dirigentes cercanos a De Gennaro, sino la CTA Autónoma. “ATE es la columna vertebral de la CTA, si no responde a Micheli se va a complicar su funcionamiento”, remarca la misma fuente. Como dato importante, en los festejos de Godoy estuvo Ricardo Peidro, segundo de la central, que además fue uno de los que cuestionó los coqueteos de Micheli con Progresistas, al punto que sugirió que si era candidato debía poner en discusión su cargo al frente de la central.
En tanto, el triunfo en Capital Federal demostró que el espacio que responde a la CTA de los Trabajadores que conduce Hugo Yasky logró un avance dentro de la interna de ATE. Si bien la Corriente Federal del gremio, cercana al gobierno nacional, no admitió la derrota, puertas adentro se mostraron confirmes con la elección realizada, incluso si no logran imponer a Fernando Acosta como secretario general.
El punto saliente fue el triunfo en Capital Federal, pero también sostener la conducción de cal menos ocho provincias. Si bien en Buenos Aires estuvieron lejos de pelear la conducción, en el resto del país se nota el avance del yaskismo, que incluso se plantea como un factor de poder a futuro. “Esto fue un respaldo de los afiliados a quienes expresan las políticas del gobierno nacional, como la defensa de las fuentes de trabajo y la apuesta al pleno empleo”, dijo Andrés Larroque, diputado nacional de La Cámpora que recibió a los dirigentes gremiales que ganaron en suelo porteño, mostrando la íntima relación que existe entre el espacio interno de ATE y el gobierno. Como reflejó en ese encuentro Luciano Fernández, electo secretario gremial, “este es un triunfo de la generación de Néstor y Cristina. De los que salimos a las calles en 2001 y volvimos a creer en la política el 25 de mayo del 2003”.
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