Las dos versiones de la central coinciden con la mirada respecto de los pasos a seguir ante el veto de la ley antidespidos y el nuevo salario mínimo, vital y móvil. “El presidente se equivoca”, dijo el secretario Adjunto de la CTA Autónoma, José Rigane. Desde el espacio de Yasky dicen que la semana que viene habrá una cumbre con Micheli. “Ojalá el grado de acompañamiento sea amplio”, agregaron, dando por sentada la medida.
La postal no podía ser más contradictoria: con una fábrica que estuvo a punto de cerrar y que todavía no reincorporó a la totalidad de su personal, el presidente Mauricio Macri anunció el veto de la llamada “ley antidespidos”. Si bien ya había sido adelantado, las advertencias de los gremios que impulsaron la normativa –que suspendía las cesantías por 90 días, entre otras cuestiones –ponían al jefe de estado ante la posibilidad de una rebelión sindical. Las primeas horas después del anuncio, la temperatura no pareció subir demasiado. Salvo las dos fracciones de la CTA, que cumpliendo con su anticipo, anunciaron que propondrán un paro nacional para rechazar la decisión del gobierno. “Macri desconoce la realidad social que se vive en el país”, lanzaron desde la CTA Autónoma, que pide una respuesta inmediata al veto. Las CGT, por ahora en silencio.
Macri vetó la totalidad de la ley, en un acto realizado en la sede de la avícola Cresta Roja, que paradójicamente re abrió sus puertas pero sin la totalidad de su personal. “Voy a vetar la ley que para mí es antiempleo”, dijo el presidente, que luego hizo una larga alocución justificando la medida. Más allá de los tímidos aplausos durante el anuncio, el clima en la fábrica era tenso, adentro y afuera, ya que manifestantes se acercaron al lugar con consignas contra el gobierno, que dispuso un impresionante operativo policial que contó con efectivos de infantería y carros hidrantes. Además, acusó a la oposición de poner “palos en la rueda”, y ratificó que las inversiones traerán “más y más empleo”, contra la ley vetada, que consideró perjudicial para el país.
Apenas se anunció el veto, las dos CTA mostraron su descontento, y se pronunciaron a favor de una medida de protesta, incluso superior a la que se dio el 29 de abril. “El presidente se equivoca, todo al afirmar que esta era una ley que iba contra los argentinos”, aseguró José Rigane, secretario Adjunto de la CTA Autónoma. En diálogo con Gestión Sindical, el dirigente criticó los argumentos de Macri para vetar la ley: “la verdad que en un país como el nuestro donde no hay una ley que garantice la estabilidad en el trabajo, porque argentina no está adherida a los convenios de la OIT que dan esa garantía, donde existe la posibilidad del empresario de despedir a cualquier trabajar sin causa, y donde hay una ola de despidos en el ámbito privado y público, una ley como esta no puede ser que vaya contra de los trabajadores”.
Si bien Rigane consideró la “ley antidespidos” como “un parche que no resuelve el problema de fondo”, ratificó que la voluntad de las cinco centrales obreras era su aprobación por 180 días, y que contó con el apoyo mayoritario del Congreso. “Qué le va a decir Macri a los desocupados, que dentro de seis meses la economía va a mejorar, van a llegar inversiones, bajará la inflación y habrá más empleo Ahora, cómo vive ese trabajador de acá a esos seis meses, de qué vive. Es una ofensa a todos los trabajadores, no se puede resolver la desocupación con palabras”, sostuvo Rigane, que aseguró que “creo que Macri desconoce parte de la realidad, en especial la realidad social que se vive en el país. Con estar preocupados como dicen no alcanza”.
Con el mismo espíritu, la CTA de los Trabajadores criticó la medida y ya habló de un paro para protestar por la decisión. “Frente a esta demostración de cerrazón y negación de los canales que tiene una Central y agotados todos los caminos, vamos a ir al paro y movilización”, subrayó el titular de la central Hugo Yasky, en declaraciones radiales. Esta decisión ya había sido anticipada días atrás, cuando la idea del veto se comenzó a hacer fuerte. Pero a diferencia de otros dirigentes, que todavía no dieron pasos hacia esa medida, en la CTA ya comenzaron a pedir encuentros. Una fuente de la central le confirmó a Gestión Sindical que ya se pacto un encuentro con Micheli para la semana que viene, para empezar a delinear la protesta.
Del lado de la CTA Autónoma, coinciden con la medida, aunque se mostraron más cautos. “Nosotros planteamos la nacionalización de un paro, y se lo vamos a plantear al resto de las organizaciones sindicales. Ojalá el grado de acompañamiento sea amplio, para hacer una protesta todos juntos. Si no, será responsabilidad nuestra hacer las acciones necesarias para tomar esta decisión”, agregó Rigane. Por esta cautela, el dirigente no arriesgó cuando se puede definir la medida: “esto tiene un tiempo, el paro no puede decretar, hay que tomar la decisión, discutirlo con las otras centrales y después ir en búsqueda del consenso de los trabajadores. Ojalá estemos dispuestos todos, porque facilita su realización para que sea algo masivo y tenga incidencia en la realidad argentina”.
Esta coincidencia entre las centrales separadas en 2010 es una más de las que se vienen dando desde que asumió el poder Macri. En primer lugar, ambos espacios apoyaron los paros nacionales de ATE, contra los despidos de en la administración pública. Además, se sumaron a la jornada del 29, y son muy críticos de las políticas oficiales. Esta misma semana, coincidieron en rechazar el aumento del salario mínimo, que se elevó un 33 por ciento en tres veces. Las dos CTA querían llevar a 10 mil pesos el mínimo. Fue en el encuentro del Consejo del Salario que el gobierno logró enfriar a las tres CGT, que luego del veto no se pronunciaron públicamente. Las promesas que los empresarios cumplirán el compromiso de no despedir, más los lazos políticos que tejieron algunos dirigentes con el macrismo será clave para saber qué hacen los espacios, que hoy están más cerca de ver el paro propuestos por las CTA desde su casa que desde el palco principal.
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