Polémica: la UTA le sacó los fueros a los delegados cordobeses, que inician una huelga de hambre
En una asamblea, les quitó la inmunidad sindical a 10 delegados de dos empresas, que encabezaron la huelga de casi dos semana a principio de junio. Como respuesta, se montó una carpa e iniciaron una huelga de hambre. Acusan a la conducción nacional de avalar despidos y ser cómplice de la política de ajuste del gobierno provincial y nacional. La semana que viene habrá un festival con despedidos de otras ramas para apoyar la lucha.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
A principio de junio, los choferes de colectivos de la capital cordobesa mantuvieron casi dos semanas el servicio paralizado, por un conflicto que inició por el descontento por la paritaria firmada por la UTA y que desnudó la fuerte interna entre la conducción nacional del gremio y la seccional local. La medida de fuerza, criticada por el propio titular del sindicato Roberto Fernández, terminó con despidos y la declaración de “servicio esencial” del transporte público, lo que limita la posibilidad de huelga. La semana pasada, la puja sindical escribió otro capítulo: en una asamblea se aprobó quitarle los fueron a varios delegados que motorizaron el paro, lo que los dejó al borde del despido. Como reacción, un grupo está desde hace unos días en huelga de hambre frente al edificio de la Municipalidad capitalina, en reclamo de sus puestos. “Buscan imponer el ajuste”, dicen los trabajadores, que acusan de complicidad a la conducción nacional del gremio.
El viernes pasado la asamblea realizada en la sede de la UTA cordobesa –intervenida desde hace un tiempo –aprobó quitarle los fueros sindicales a 10 delegados, tres de la empresa Tamse y siete de Aucor. Los mismos fueron los que encabezaron la huelga de junio, y la “rebelión” contra la intervención nacional. Por mayoría, los afiliados les quitaron los fueros, lo que habilita a las empresas a despedirlos. “Los dirigentes nacionales amenazaron con nuevos despidos masivos si seguían estos delegados, por eso se terminó votando a favor de la medida”, le dijo a Gestión Sindical una fuente del sector, en estricto off. Es que la relación de los delegados y choferes de la provincia con la conducción que encabeza Roberto Fernández está en su peor momento, con acusaciones cruzadas de todo tipo. “La asamblea además fu ilegal, por lo que se irá a la justicia a pedir que se la anule”, adelantó l misma fuente.
Ante esta situación, varios de los delegados iniciaron esta semana una huelga de hambre frente a la Municipalidad de Córdoba capital, para reclamar los puestos laborales. “Una de las compañeras ya perdió 10 kilos, y no logramos que nos atiendan. Es muy peligroso lo que pasa acá, si a alguno tiene un problema de salud será responsabilidad de los funcionarios y la UTA”, se quejó la misma fuente. Esta semana hubo un festival solidario para apoyar la lucha de los delegados, con grupos de despedidos de otras ramas. En tanto, el jueves que viene volverán a realizar una jornada en la carpa levantada en el lugar. Habrá bandas y participarán cesanteados de la UOM, de SUTNA y otros sectores. “Queremos parar el ajuste del gobierno nacional y sus gobernadores, los despidos son parte de su política de flexibilización, y los gremios son cómplices”, agregó la fuente cordobesa.
Hace un año y medio que la UTA decidió intervenir la seccional Córdoba, a cargo de Luis Arcando. Cuando se lanzó el paro de junio, en contra del acuerdo salarial y para pedir elecciones libres en el gremio, la conducción nacional criticó a los delegados, e incluso acató la conciliación obligatoria. Incluso deslizó que si los empresarios deciden pedir al Ministerio de Trabajo provincial que se declare ilegal la huelga, no apelaría la medida. Esto generó un nuevo foco de tensión, ya que el paro se levantó sin la reincorporación de los más de 180 despedidos. La asamblea de la semana pasada fue encabezada por el secretario de Interior de la UTA, Jorge Kiener, que fue muy crítico con la medida de fuerza de principio de año.
“Es terrible lo que está pasando, están dejando que despidan delegados por defender los derechos de los trabajadores”, agregaron desde Córdoba, que se quejan porque la intervención no cesa. “La intervención es ilegal, porque la ley de Asociaciones Sindicales dice que a los 15 días se debe llamar a elecciones, y no sólo no ocurrió eso, sino que la UTA intervino por segunda vez la seccional”, remarcaron desde Córdoba. Además, los delegados “rebeldes” se quejan del estatuto del gremio, que afirman no cumple con la ley. “es como una dictadura, que les permite quedarse en el poder, porque el estatuto no cumple los requisitos de la ley nacional”, denunciaron. En cuanto a los despidos de los delegados, aseguran que “están decididos”. Las empresas están esperando las notificaciones de la UTA para enviar los telegramas”, dijeron. En tanto, el gremio que conduce Roberto Fernández se defiende, y dice que la asamblea que definió la quita de fueros es legal, ya que contó con el aval del 10 por ciento de los trabajadores de cada empresa, que la ley exige como mínimo para iniciar el proceso de desafuero.
La “rebelión cordobesa” no es el único foco de conflicto que amenaza la autoridad de Roberto Fernández. En la Ciudad de Buenos Aires, los trabajadores de la Línea 60 llevan 10 días de paro, luego de que una inspección detectara irregularidades en dos cabeceras de la firma. La comisión interna de esa empresa está enfrentada desde que asumió a la conducción nacional de la UTA, por lo que en los conflictos que mantiene no cuenta con el apoyo del gremio. “Estamos con fuerza para seguir, no queremos lamentar otra muerte. La empresa no se hace cargo de lo que pasa, la UTA mira para otro lado, estamos my limitados para difundir nuestro conflicto, pero hasta que no haya una respuesta vamos a seguir”, le dijo hoy viernes una fuente de la comisión interna a Gestión Sindical. Por estos conflictos, se creó una agrupación denominada Interlíneas, que nuclea delegados de base descontentos con la conducción de Fernández. Además, luego de firmar una suba salarial del 21 por ciento en dos tramos para este año, choferes autoconvocados marcharon a Plaza Miserere, en el barrio porteño de Once, para pedir la reapertura de las paritarias, y expusieron la interna dentro del sector.
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