La unidad de la CGT se cocina al calor del recambio presidencial y las disputas internas
La reunión en el hotel Castelar dejó una imagen concreta de la unidad que se viene, aunque las ausencias de Caló y compañía sembraron algunas dudas. “Nosotros tenemos la cabeza en llevar ganar con Scioli en primera vuelta”, afirmaron alrededor del metalúrgico. Confirman que las conversaciones se iniciaron a principio del año. El anuncio de Ganancias, el catalizador para terminar de fundir la unidad.
“La unidad de la CGT es un problema del movimiento obrero”. Con tono seco, el ministro de Trabajo nacional Carlos Tomada se sacó de encima la incómoda pregunta sobre el encuentro del hotel Castelar, donde la dirigencia sindical firmó un documento, entendido como el primer paso concreto para cerrar el año con una sola CGT. Cuando parecía que el funcionario iba a dejar la fragmentación como herencia, las conversaciones se apuraron, al punto que ya se especulan con las formas que tendrán la nueva central. Pero las ausencias, en especial la de Antonio Caló, complican un poco la unidad futura. El anuncio de Daniel Scioli sobre el Impuesto a las Ganancias, el catalizador que puede cocinar definitivamente la nueva etapa del sindicalismo argentino.
La gran mesa del hotel Castelar se puso ver a dirigentes de las tres centrales, encabezados por Hugo Moyano y Gerardo Martínez. El líder de la UOCRA fue varias veces mencionado como el principal operador para lograr la unidad, representantes del sector conocido como los independientes, que si bien reporta a la CGT Alsina tiene “agenda propia”. Además, estuvieron representantes de “los gordos”, el histórico bastión de los gremios masivos como Comercio, y de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), alineados a la CGT Azopardo pero que en el último tiempo se mueve de manera autónoma, en especial por el juego que hacen Roberto Fernández (UTA) y Omar Maturano (La Fraternidad).
Si bien la reunión tomó a algunos por sorpresa, a tan pocos días de las elecciones, las negociaciones venían desde hace meses. Fuentes sindicales confirmaron a Gestión Sindical que los primeros contactos “se dieron a principio de año”. “Hubo reuniones durante todo el año, cuando se gestaron las medidas de fuerza nacionales. Los primeros pasos se dieron desde la CATT, y se fueron extendiendo a todos los sectores”, agregaron. El documento firmado, denominado “El camino de la unidad para garantizar la producción y el trabajo”, es un claro mensaje al futuro gobierno, pero también un mojón puertas adentro.
Si la algarabía que reinó en el encuentro demuestra el paso importante que se dio –que hasta hace un tiempo parecía impensado –las ausencias marcan la mayor incógnita. Además de Caló, faltaron gremios importantes muy cercanos al gobierno, como el SMATA y la Unión Ferroviaria. “Nosotros estamos pensando en ganar en primera vuelta, tenemos la cabeza ahí”, afirman cerca del metalúrgico.
“Lo hablamos con Caló y decidimos en conjunto no concurrir, porque pensamos que no es el momento de un encuentro de ese tipo”, le dijo a Gestión Sindical Sergio Sasia, titular de la Unión Ferroviaria. “A tres días de las elecciones no nos pareció que ayude esa foto, nosotros tenemos una agenda política y nos concentramos en ella”, agregó. Para el dirigente, la unidad debe darse “con un profundo debate, y con una agenda común. La unidad forzada dura poco, por eso decimos que necesitamos discutir más”. Para el futuro, estos gremios se sumarán a las discusiones por la unidad, porque “siempre fue nuestro objetivo”, como graficó Sasia.
Pero si las ausencias matizan el optimismo sindical, el anuncio de Daniel Scioli sobre Ganancias parece ser el empujón final que termine de unificar a los gremios. “Vamos a modificar el Impuesto a las Ganancias. Un trabajador o jubilado que gane menos de 30 mil pesos netos de bolsillo no va a pagar este impuesto”, dijo el gobernador en el cierre de campaña, usando la última carta en la manga para seducir el voto sindical. El gran pedido de todos los sectores, que motorizó las peores protestas de la era K, oficializado a horas del principio de unidad. El “moño” que cierra el paquete de la CGT.
En los gremios cercanos al gobierno se entusiasman, y hablan de “promesa cumplida”. En quienes todavía miran a Scioli de reojo, son más cautos. En el moyanismo, por ejemplo, esperan que se concrete para festejar. “Siempre es bueno una mejora para los trabajadores nosotros hicimos mucho para lograr esto”, afirmó una fuente del entorno de Moyano consultada por Gestión Sindical. Como ya se dijo cuando se insinuó la reforma del Mínimo no Imponible hace unos meses, quienes están alejados del oficialismo esperan que se concrete el anuncio para festejarlo. “Del dicho al hecho hay mucho trecho, dice el dicho, y como decía el general Perón, mejor que decir es hacer. esperemos que se concrete”, concluyó la misma fuente.
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