La inflación de la CGT Azopardo dejó a todos los gremios con acuerdos salariales en baja
Los datos de la central hacen que todas las organizaciones de trabajadores que hasta ahora firmaron paritarias estén perdiendo poder adquisitivo. Los más cercanos fueron los aceiteros, con 38 por ciento. Quienes negociaron de forma semestral podrán revertir esta situación cuando se reabra la discusión. Además, la central confirmó el cronograma que terminaría con la unidad con el resto de los espacios en agosto.
A través de su Observatorio de Datos Económicos y Sociales, la CGT Azopardo mide cada mes la inflación, y desde tiempos del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner difunde los datos como forma de establecer un parámetro de la realidad de los trabajadores. Esta semana, aseguró que la inflación de abril se ubicó en torno del 5 por ciento, lo que hace que la proyección anual supere por décimas el 40 por ciento. Si tomamos en cuenta estos datos, todos los gremios, de todas las centrales del país, que cerraron acuerdos salariales lo hicieron por debajo de este índice, es decir, perderán poder adquisitivo a lo largo del 2016. Sólo los acuerdos semestrales pueden imaginar una recuperación. Además, se dio a conocer la fecha del congreso nacional de esta central, primer paso para la unificación, planteada para agosto de este año.
La inflación de la CGT que lidera Hugo Moyano se ubicó según sus datos en un 40,85 por ciento, un porcentaje que hasta el momento ningún gremio equiparó en la discusión salarial. Los que más se acercan son los aceiteros, que la semana pasada firmaron un acuerdo anual del 38 por ciento, lo que ubicará el salario inicial, correspondiente al peón ingresante sin formación ni experiencia, en torno a los 20 mil pesos (19.690). Cerca de ese porcentaje se ubicó La Bancaria, que logro una suba del 33 por ciento, ubicando el salario mínimo de cada trabajador en 20.517 pesos desde enero de 2016. La UTA, en cambio, acordó un 29 por ciento en tres tramos, por un año. Con los pagos remunerativos se puede llegar al 35 por ciento, pero todavía por debajo de la inflación medida por la CGT.
Entre los que cerraron acuerdos semestrales, uno de los convenios testigos fue el de los empleados de comercio, que acordaron una suba del 20 por ciento de abril a septiembre, más pagos adicionales. Los mecánicos de SMATA también firmaron una paritaria por seis meses (enero a junio), con una primera suba del 7,5 por ciento en el primer tramo y un 11 por ciento en el segundo.
Según los datos del Observatorio de Datos Económicos y Sociales moyanista, una familia tipo necesitó 11.832,30 pesos para no ser pobre el mes pasado. A su vez, esa misma familia precisó 5.166,94 pesos para no ser indigente. En el caso de un adulto, debió contar con una entrada mensual de 3.829,22 pesos para no caer debajo de la línea de la pobreza, cifra que representó un gasto de 125,89 pesos por día. Para no ser indigente necesitó contar con un ingreso por mes de 1.672,15 pesos, es decir 54,97 pesos por día.
Para este año, se espera que las negociaciones salariales permitan revertir el deterioro del salario real, golpeado por la inflación, que algunos ubican en torno al 35 por ciento anual. En este sentido, el trabajo del Observatorio de la CTA advierte que en lo que va del 2016 “las negociaciones salariales no parecen avanzar rápidamente”. “En efecto, en 2014 se registraron los mayores incrementos salariales de toda la década (entre un 30 y un 40 por ciento para la mayoría de las actividades), y aún así se verificó una caída del salario real”, concluyó el informe.
Congreso normalizador
Por otra parte, la CGT que lidera Moyano convocó hoy miércoles a un congreso nacional ordinario de esa central para el 14 de julio en el estadio de Obras Sanitarias, como paso previo obligatorio al congreso extraordinario del 22 de agosto, que determinará la unidad de todos los gremios que reivindican una única CGT. Antes de los dos congresos, la central moyanista realizará con las organizaciones sindicales que le son fieles un comité central confederal, el viernes 3 de junio, en la sede de la calle Azopardo, que deberá ratificar el congreso de julio, donde se debería aprobar “memoria, balance y la designación de autoridades”; aunque este último punto está sujeto a cómo marchen para entonces las gestiones de unidad entre las centrales de Moyano, de Luis Barrionuevo y de Antonio Caló.
Si el escenario sindical no presenta modificaciones al día de hoy, el 14 de julio, Moyano habrá cumplido su tercer mandato consecutivo al frente de la CGT Azopardo y daría al fin un paso al costado, allanando así el camino a la constitución de una sola CGT.
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