La crisis sigue destruyendo puestos de trabajo: denuncian despidos en la histórica fábrica Siam

La emblemática marca de heladeras despidió a 20 empleados de su planta de Avellaneda, y desde julio ya son 165 los cesanteados. Afirman que no se trata de una baja en la productividad, sino en la intención de la fábrica de achicar el personal. Le reclaman a la delegación local del Ministerio de Trabajo que dicte la conciliación obligatoria. Los cesanteados permanecen en la puerta del lugar.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

Emblema de la producción nacional en las década del 40 y 50, la fábrica Siam reabrió sus puertas en 2013, con promesas de un inversión millonaria y la creación de mil puestos de trabajo. Pero cinco años después, el panorama es absolutamente distinto. Este lunes, 20 operarios fueron despedidos de la planta ubicada en Avellaneda, lo que hace que en este año se hayan cesanteados a 165 trabajadores.

Ante la grave situación, la fábrica sólo mantiene activo un turno, y emplea a unas 60 personas, muy lejos de las metas de años atrás. En tanto, los empleados comenzaron un nuevo plan de lucha, para intentar revertir la situación.

Los trabajadores, junto a delegados del gremio UOM, se encuentran negociando con autoridades de la delegación local del Ministerio de Trabajo y representantes de la firma Pilisar para la reincorporación de los cesanteados.

En las próximas horas, la cartera laboral podría dictar la conciliación obligatoria, y abrir un canal de diálogo para que se alcance una solución.

Los empleados denuncian que desde agosto la firma presiona con un plan de retiros voluntarios, que no hace más que agravar el cuadro futuro.

Los nuevos despidos en Siam agravan el conflicto en la firma, que produce heladeras. Desde esta mañana, los empleados se encuentran en la puerta de la planta en la localidad de Avellaneda, luego de los nuevos despidos.

Según le confirmó a Gestión Sindical Alejandra, trabajadora del lugar, en total los cesanteados “fueron 20, que se suman a los 70 que se despidieron en julio de este año, cuando se decidió cerrar el turno tarde”.

Se trata de 20 operarios a los que no les permitieron ingresar esta mañana, cuando debían comenzar con sus tareas. “A esto se le suma que en agosto la empresa abrió un listado de retiros voluntarios, y presiona a todo el personal para que lo acepte, amenazando con nuevos despidos, que al final se produjeron esta semana”, agregó Alejandra.

En total, otros 85 empleados se sumaron a los retiros, llevando los despidos a 165. Los telegramas no aclaran los motivos de la decisión, ni la forma en que se pagarán las liquidaciones correspondientes.

“No tienen ningún justificativo de por qué nos echan, solamente nos dicen que prescinden de nuestros servicios”, explicó la trabajadora.

Actualmente, Siam emplea a 60 trabajadores, que realizan el único turno de la firma. Los despedidos realizan una permanencia en el lugar, y esperan que la delegación Avellaneda del Ministerio de Trabajo dicte la conciliación obligatoria.

En una reunión que tuvo lugar hoy los delegados de la UOM llevaron ese pedido. Los primeros despidos fueron personal contratado, pero luego con los retiros voluntarios se incluyó a todo el personal.

“Esa es una forma de despidos encubiertos, dónde se fueron presionados 85 compañeros, por eso decimos que en tres meses ya despidieron a 165 empleados”, ratificó Alejandra. Además, en las últimas semanas la firma intento descontar el premio al presentismo luego que los trabajadores se sumaran al paro nacional de septiembre, convocado por la CGT.

Contradicciones de los empresarios

Además, los representantes de los empleados niegan que la reducción de personal tenga que ver con la baja productividad. “La empresa está aumentando la exportación al tiempo que disminuye la producción nacional”, dijo Alejandra.

Pilisar es parte de la multinacional Newsan, dueña, entre otras, de las marcas Philco, ATMA, Noblex, Pioneer y Compaq. Las y los trabajadores despedidos advierten:

Desde que se inició el conflicto, distintas agrupaciones cercanas al gremio metalúrgico reclamaron más protagonista del sindicato que conduce a nivel nacional Antonio Caló.

Mediante un comunicado, agrupaciones metalúrgicas que forman parte de la Coordinadora Sindical Clasista (liderada por el Partido Obrero), cuestionaron a la UOM de Avellaneda por el manejo del conflicto.

“A la presión patronal hay que sumarle el terror que intentan sembrar los representantes de la seccional UOM de Avellaneda, diciendo que ‘lo mejor’ es agarrar los retiros voluntarios con las indemnizaciones, porque no hay condiciones para defender los puestos de trabajo, ya que el Gobierno mandaría la Gendarmería a la fábrica ante cualquier hecho de resistencia”, repudiaron.

En septiembre hubo un abrazo a la planta, y se pidió la intervención del intendente local, Jorge Ferraresi, que comprometió mediar en la situación. En este punto, en una reunión los trabajadores le pidieron al jefe comunal que firme un convenio con la fábrica para proteger los puestos de trabajo.

Según pudo saber Gestión Sindical, el plan propuesto es que los empleados arreglen las heladeras, cocinas y lavarropas que están en la planta y que se están echando a perder por la falta de demanda.

La idea es arreglarlos y entregarlos a las personas del distrito que los necesiten. Pero hasta ahora la comuna no respondió a la propuesta.

Idas y vueltas

Fundada en 1911, Siam tuvo su época de gloria en los 40 y 50, como emblema de producción nacional. Luego de los vaivenes de varias décadas, la firma cerró sus puertas.

En mayo de 2012, la empresa NewSan prometió un plan de inversión de 35 millones de dólares para la reactivación de la planta de Avellaneda, donde en ese momento trabajaban 100 operarios.

Según la firma, se crearían mil empleos en tres años para la fabricación de una línea blanca. Un año después, en mayo de 2014, la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner junto al gobernador Daniel Scioli inauguraron las obras de mejora en la planta, y ratificaron el plan de inversión.

Pero poco más de cuatro años, los despidos se multiplican y hay incertidumbre sobre el futuro de la histórica firma.