La compañía no asignó tareas este lunes a los operarios de la planta de la localidad de Ferreyra, aunque prometió abonar el 75% de los salarios caídos. Los trabajadores consideran que estas maniobras de los empresarios atentan contra sus fuentes de empleo y la estabilidad laboral, pero no pueden evitar la aplicación de la medida, que contaría con el acompañamiento del sindicato Smata.
La fábrica de camiones Iveco, del Grupo Fiat, anunció la paralización de la línea de producción instalada en la provincia de Córdoba y la suspensión de los 500 trabajadores por la falta de ventas a Brasil y el exceso de stock.
La compañía no asignó tareas este lunes a los operarios de la planta de la localidad de Ferreyra, aunque prometió abonar el 75% de los salarios caídos. Los trabajadores consideran que estas maniobras de los empresarios atentan contra sus fuentes de empleo y la estabilidad laboral, pero no pueden evitar la aplicación de la medida, que contaría con el acompañamiento del sindicato Smata. Por falta de información fidedigna tampoco se sabe si el parate se extenderá al resto de la semana o si volverán a ordenarlo en los próximos días o meses. Una versión indica que el plan se extenderá por diez días.
La semana pasada Iveco frenó sus actividades a mitad de semana por un conflicto en la autopartista Montich, que le provee chasis. Tras finalizar el concurso preventivo de crisis, los dueños de Montich redujeron $ 2.500 los salarios y para aplacar las quejas de los 100 empleados metalúrgicos cerraron las puertas de las fábricas. La firma, que posee dos plantas en Córdoba, se negó a sostener el pago extra que la Nación realizaba en condición de Repro y ahora los trabajadore ven disminuídos sus ingresos y denuncian «lock out».
No es la primera vez que Iveco realiza una suspensión masiva. En agosto de 2012 anunciaron el envío a casa por tiempo indefinido de los 900 mecánicos que poseía en ese momento. «El primer semestre no ha sido bueno para el sector, con ventas que han tenido una clara retracción. Como durante todos estos meses hemos continuado con el trabajo normal, nos encontramos con un stock de camiones acumulado que no tenemos dónde ubicar», comentó un vocero de la empresa en aquel entonces. Lo mismo resolvió en abril de 2014, con la suspensión de los 600 trabajadores.
En línea con la fábrica de camiones, en Fiat hoy no trabajarán otros 1.500 trabajadores y 350 no irán a la planta MQ200, de Volkswagen, también en Córdoba.
Iveco Argentina S.A posee 10 concesionarios y 46 puntos de venta en todo el país y es parte del grupo CNH industrial, el holding de Fiat, que agrupa también a los negocios de fabricación de maquinaria agrícola, ómnibus y motores. Desde 2014 sus principales directivos quedaron en el mira de la Justicia por el desvío de los fondos que la empresa pagó por el auspicio exclusivo del programa estatal Fútbol para Todos.
Según los seis contratos firmados entre la AFA y la Jefatura de Gabinete entre 2010 y 2015, Iveco habría pagado $ 85 millones para publicidad, de los cuales $ 60,2 millones fueron abonados a cambio de los spots publicitarios con 159 camiones. Los restantes $ 24,8 millones se entregaron en dinero. Sin embargo, la jueza federal María Romilda Servini de Cubría detectó que al menos dos unidades fueron facturas y no entregas. Pero además, pone en duda el bajo monto por el cual se intercambió la publicidad y la modalidad de pago en «especies».
Según la denunciante Graciela Ocaña, el Estado «no se habría sujetado a las normas legales, violando el reglamento para la adquisición, enajenación y contratación de bienes (Decreto 436/00); y que no se entendía cuáles eran las razones para aceptar el pago en especie, sin conocerse la determinación de la necesidad de contar con estos vehículos y el destino que se le darían».
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