Interna sindical, malestar empresarial y desconcierto oficial: la trama secreta detrás del paro de colectivos
Desde esta noche las empresas de la zona del AMBA dejarán de prestar servicio, asegurando que no pueden sostener la situación, por la caída de la recaudación y la falta de actualización de los subsidios. La medida se da mientras los trabajadores reclaman aumento salarial, en el marco de una paritaria empantanada. La crisis golpea otra vez el liderazgo de Roberto Fernández, titular de la UTA, cuestionado desde hace tiempo.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
En medio de la disputa salarial, que se encuentra en conciliación obligatoria, las empresas de colectivos que operan en la Zona Metropolitana anunciaron que no prestaran servicios en horario nocturno, ante los problemas económicos del sector, que debe afrontar el pago de salarios en un contexto de congelamiento tarifario. En plena pandemia, la medida comenzará a regir en la noche del viernes, y podría dejar sin transporte a quienes se movilicen en ese horario. Detrás de esta medida, que desde el gobierno buscan desactivar, existe una fuerte puja por el pago de subsidios al sector, que es una de las tareas más urgentes del flamante ministro de Transporte nacional, Alexis Guerrera.
Pero además, existe un reiterado reclamo salarial de los choferes, que hasta el momento no fue resuelto, y que se da en el marco de una interna de la UTA, que incluye un fuerte movimiento que busca la salida de la conducción del histórico secretario general Roberto Fernández. Con estos condimentos, la situación tiende a complicarse, como sucedió en las grandes ciudades del interior del país, que en un escenario similar estuvieron meses sin servicio nocturno, incluso antes de la pandemia, lo que obligó a realizar cambios en las actividades, como el adelantamiento de las clases en universidades.
El anuncio de las cámaras empresariales tomó por sorpresa a los funcionarios del Ministerio de Transporte, que no anticiparon el anuncio de la suspensión de los servicios de las 21 y las 6 del día siguiente, a partir de hoy viernes, en todas las líneas de la zona metropolitana del AMBA.
“La medida adoptada tiene por objeto salvaguardar la continuidad de la operación en los horarios más necesarios, teniendo en cuenta el congelamiento tarifario desde hace más de dos años y el retraso en el reconocimiento del impacto de la inflación en los costos desde hace más de ocho meses”, remarcó el comunicado, que lleva la firma de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), Asociación Civil Transporte Automotor (ACTA), Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (CEAP), Cámara Empresaria del Transporte Urbano (CETUBA) y Cámara de Transporte de la Provincia de Buenos Aires (CTPBA).
Aclararon que a “las 21 saldrá el último servicio del día de cada cabecera de cada línea, retomándose las prestaciones a partir de las 06 horas del día siguiente, también de cada cabecera”. De no mediar una solución, la suspensión del servicio comenzará a regir esta misma noche.
Más recursos
En el sector empresarial afirman que hay un problema en el valor del boleto, y en la necesidad de mejorar os subsidios recibidos. “El boleto está 18 pesos, y cuna el actual contexto debería estar 100 pesos”, se sinceró una fuente cercana a las cámaras empresariales, ante la consulta de Gestión Sindical.
El tema de los subsidios y el congelamiento tarifario venía delicado, pero la pandemia terminó de hacer colapsar el sistema. Como ejemplo, la misma fuente afirmó que en marzo del 2021 “recaudamos el 30 por ciento de lo que recaudamos el mismo mes del año pasado”: es que las restricciones por el coronavirus afectaron notablemente al transporte público. En el sector, admiten que hay empresas que ya no pudieron pagar salarios, y esperan que haya una respuesta a sus reclamos para poder saldar la deuda. En tanto, remarcaron que la situación “es muy compleja”, y saben que el gobierno “nos hará trabajar, pero eso no quita que la situación es insostenible”.
En este sentido, el gobierno anunció que “habrá sanciones” a las empresas que se plieguen a la medida. Así lo adelantó el subsecretario de Transporte Automotor del Ministerio de Transporte, Marcos César Farina, que remarcó que “ante versiones de suspensiones de servicios de colectivos es necesario aclarar que se sancionarán a las empresas que no cumplan manteniendo la frecuencia máxima y garantizando los protocolos Covid establecidos”.
La mirada de los choferes
El paro empresarial llega en momentos que los choferes reclaman mejoras salariales, vacunación contra el coronavirus y otras mejoras, en el marco de una paritaria que está empantanada. En este sentido, en el entorno de la UTA consideran que este tipo de medidas apunta a “condicionar” las discusiones.
Un dato que genera atención en el gremio es que después de mucho tiempo las cinco cámaras empresariales firmaron un documento en común, y hacen una medida en conjunto. “Históricamente estaban divididas, pero esta vez se pusieron de acuerdo, lo que marca que hay decisión de cumplir la medida de fuerza”, le dijo a Gestión Sindical una fuente del sector.
En la paritaria, recalcó la misma fuente, “las empresas usan como argumento que no le dan los costos y que necesitan más subsidios para el sector. Hoy, por cada colectivo que tiene la línea el estado paga tres salarios de sus trabajadores, además del precio diferencial del gasoil u la renovación de unidades”. En tanto, la parte de la ganancia del subsidio, atada a la venta de boletos, está en baja, por eso “piden más subsidios”.
Que haya un nuevo ministro de Transporte, luego de la muerte de Mario Meoni, hace que la medida tenga “muchas chances de cumplirse”, como un mensaje al funcionario. En este sentido, en la mayoría de las líneas los choferes tienen la información que se cumplirá el paro, aunque algunas líneas emblemáticas, como la 60, podrían funcionar. “La situación es compleja, en el medio estamos los trabajadores, pidiendo aumento de salario, protocolos estrictos y vacunación”, remarcó la misma fuente, que adelantó que el martes 11 de mayo volverá a reunirse la paritaria del sector.
Críticas a Roberto Fernández
En los últimos días, sectores que no responden a Roberto Fernández se movilizaron para pedir no sólo una resolución de la paritaria, sino además que el histórico dirigente deje el gremio. Este conflicto se da en medio de una larga disputa entre la conducción de la UTA y sectores “rebeldes”, que tienen como cara visible a Miguel Ángel Bustinduy. Los cuestionamientos, informó esta semana Gestión sindical, crecen no solo por la falta de respuestas en las paritarias, sino que hay alarma por las falencias en la obra social.
“Nuestra conducción nos llevó a este desastre”, sostuvo el dirigente. En este marco, desde la agrupación Juan Manuel Palacios que lidera Bustinduy volvieron a denunciar a la conducción de Fernández que “no está a la altura de dirigir la UTA” y que en vez de preocuparse por los trabajadores está atento a sus negociados. Desde este sector opositor a la conducción de Fernández de UTA, ratificaron su reclamo por los $100 mil pesos de salario inicial, vacunas para los choferes como trabajadores esenciales y que se respeten los protocolos Covid-19 para que los conductores trabajan fuera de peligro.
En la interna de la UTA, Roberto Fernández debe enfrentar al sector de Bustinduy, además de sectores clasistas, que tienen una agenda propia de reclamos, como la comisión interna de la Línea 60. Algunos de estos grupos se reúnen en el Movimiento de Agrupaciones Clasistas (MAC), como “trabajadores de transporte”.
Este espacio emitió un comunicado luego del anuncio del paro nocturno empresarial done consideraron que la medida “es extorsiva”. “Es una extorsión al público y toda la sociedad. Buscan aumentar sus millonarias ganancias y tapar la lucha que estamos dando los choferes. Justo cuando está abierta la negociación paritaria y sobre todo que los choferes estamos organizándonos y luchando, como ya mostramos en los distintos cortes que se hicieron. Saben además que está en marcha un plan de lucha con nuevas acciones”, afirmaron.
En general, en estos grupos recuerdan que antes de la pandemia las ciudades del interior estuvieron meses in servicio por la noche, en una pelea similar entre el reclamo de los trabajadores por mejores salarios y las empresas por la suba de subsidios.
“Quieren ocultar que los miles de trabajadores y sus familias, que le pusimos el cuerpo a trabajar en la pandemia en pésimas condiciones laborales, estamos reclamando las condiciones más elementales para que cualquier trabajador y su familia pueda vivir dignamente”, concluyeron desde la MAC.
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