El líder de Camioneros apuntó contra Mauricio Macri «por endeudar al país», y pidió que «escuche los reclamos y no sólo a los empresarios».
Tras encabezar el sábado una masiva movilización a la Basílica de Luján bajo el lema «Paz, pan y trabajo», Hugo Moyano volvió a reclamar al Gobierno que “los sueldos no alcanzan para comer”, y comparó la situación con los mandatos de Cristina Fernández de Kirchner.
«Cuando estaba el gobierno anterior no había estas necesidades, eran otras cosas. Lo que más decía de la expresidenta Cristina Kirchner era la soberbia. Pero iba a discutir lo del mínimo no imponible en el Impuesto a las Ganancias, hoy es el hambre y es la necesidad, voy a discutir los sueldos porque no alcanza para comer», manifestó el líder del Frente Sindical para el Modelo Nacional.
Ante la multitud que se acercó a Luján, la Iglesia subrayó que «ninguno de los problemas se puede resolver sin la interacción entre el Estado y el pueblo» y llamó a reconocer la «sana interdependencia» si se quiere lograr «un cambio positivo». En ese sentido, el dirigente sindical sostuvo que «hay una realidad que no se puede ocultar, y es que la gente pasa hambre».
Además, respecto de la gestión anterior, consideró que “no había deuda”, y que este gobierno “endeudó al país hasta en 100 años”.
«Cuando el Gobierno anterior se fue no había deuda y este en un año endeudó al país hasta en 100 años. La mayoría de este Gobierno tiene la plata en los paraísos fiscales, tanto los familiares como el Presidente», sentenció en diálogo con Radio Mitre.
Respecto a la participación de la Iglesia en el reclamo, el camionero sostuvo: “No traten de hacerle creer a la gente que la Iglesia tomó una actitud partidaria. Se habló de las necesidades de la gente, no fue ninguna actitud partidaria».
La idea de realizar una marcha a Luján surgió del líder de los metalmecánicos, Ricardo Pignanelli, quien integra junto a Hugo Moyano (Camioneros) y Sergio Palazzo (La Bancaria y la Corriente Federal) el triunvirato en las sombras que se opone al liderazgo de la CGT. Pignanelli encomendó a Domínguez, ex presidente de la Cámara de Diputados, coordinar la organización del evento con el Arzobispado Mercedes-Luján, que dirige monseñor Agustín Radrizzani.
La importancia del acto quedó evidenciada por haber tenido al propio Radrizzani como encargado de la misa. El arzobispo habló de la paz social, los más necesitados y llamó a seguir la palabra de Francisco sin intermediarios.
De la oración interreligiosa participaron Néstor Miguel, de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE); el sheik de la Mezquita de Flores –templo que estuvo en el centro de la denuncia de Nisman– y otros representantes del islam, el judaísmo y la iglesia metodista. Hugo Moyano siguió el acto junto a su mujer, Liliana Zulet, sus hijos Pablo y Gerónimo, además de Pignanelli y Palazzo.
Por su parte, sindicalistas, legisladores e intendentes bonaerenses del PJ acompañaron a Moyano durante la movilización. En las primeras filas estuvieron los legisladores nacionales Daniel Scioli, Felipe Solá, Fernando Espinoza, Daniel Arroyo y el camporista Eduardo “Wado” de Pedro.
También se destacó la asistencia de varios intendentes bonaerenses del peronismo: Gustavo Menéndez (Merlo), Verónica Magario (La Matanza), Gabriel Katopodis (San Martín), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Ariel Sujarchuk (Escobar), entre otros. El ex secretario de Comercio durante el kirchnerismo, Guillermo Moreno, y el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, también dieron el presente.
“Espero que el gobierno preste atención a estos reclamos que son reales y que no escuche solamente a los empresarios de Idea que solo quiere sacarle derechos a los trabajadores» pidió Hugo Moyano, en línea con lo que manifestó su hijo Pablo en la tarde del sábado, quien no descartó la posibilidad de un paro de 48 horas «si no reciben una respuesta esta semana».
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