25 de Noviembre
de 2024
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Guerra entre municipales y el intendente macrista de una ciudad santafesina

29. 03. 2016

A pocos días de haber asumido, el intendente PRO Javier Meyer decidió «bajar salarios por decreto» para afectar a unos 40 trabajadores. El conflicto se extendió por unos dos meses y recrudeció aún más cuando Gendarmería Nacional desembarcó para instalarse en la localidad.

La Municipalidad de Las Rosas «está totalmente paralizada». A pocos días de haber asumido, el intendente PRO Javier Meyer decidió «bajar salarios por decreto» para afectar a unos 40 trabajadores. El conflicto se extendió por unos dos meses y recrudeció aún más cuando Gendarmería Nacional desembarcó para instalarse en la localidad. El secretario general de Festram, Claudio Leoni, acusó al jefe comunal de «violento», ya les pidió intervención a diputados provinciales de diversos partidos y no descartó lanzar una medida de fuerza en todos los municipios y comunas de Santa Fe. Meyer redobló la apuesta y avisó: «Si es necesario, llamaremos a presentar currículums porque la administración se va a poner en marcha».

El macrismo gobierna en tres localidades de la provincia: Funes, Rufino y Las Rosas. En la ciudad ubicada a unos 120 kilómetros al oeste de Rosario, Meyer se convirtió en intendente a mediados del año pasado al vencer por apenas 13 votos al candidato del Frente Progresista. Apenas arrancó la gestión, el mandatario abrió un frente de conflicto muy duro con los empleados municipales, al punto de tener hoy la ciudad virtualmente detenida. El municipio de la ciudad cabecera del departamento Belgrano no presta funciones desde hace unos dos meses y el propio intendente denunció penalmente unas 14 veces a los referentes del sindicato local.

El martes de la semana pasada se celebró en las puertas del municipio un plenario de secretarios generales de Festram. Acompañaron al gremio representantes de la CGT y CTA de distintas delegaciones regionales, con el objeto de reclamar al intendente local el cumplimiento de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo. Pero Meyer se niega desde entonces y «no acata algo constitucional», según le remarcan desde el gremio. Firme en tu tesitura, en un audio publicado por el portal Las Rosas Digital, el funcionario PRO dijo que no entrará en la «ilegalidad» ya que «están por fuera de lo que establece la Ley 9286 del Estatuto del Empleado Municipal». Mientras los gremialistas se reunían, el edificio municipal era custodiado por Gendarmería. «Ese día hubo 400 efectivos entre oficiales y Gendarmería para una Municipalidad que tiene 200 empleados, es gravísimo», exclamó Leoni.

«El intendente bajó salarios por decreto y puso en revisión todos los haberes, se vieron afectados unos 40 trabajadores por reducción de suplementos y adicionales. Ahí empezó el conflicto. Esto se podría resolver como se resolvieron cientos de estos conflictos. Pero ha instado a hacer reuniones con partidarios para provocar enfrentamientos, ha llegado a niveles de acusación tales como llamar a los dirigentes como mafiosos, delincuentes, dijo que tendríamos que estar presos, agarró un salvavidas como la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y consiguió instalar Gendarmería en la ciudad», describió el referente de Festram.

El senador departamento al Guillermo Cornaglia fue uno de los que intentó mediar en la situación. Pero según el sindicato «terminó insultado por el intendente», que define al conflicto como «un golpe institucional». Festram tomó contacto con los legisladores Luis Rubeo (PJ), Carlos Del Frade (Frente Social y Popular) y Alicia Gutiérrez (Sí), quienes se comprometieron a realizar algún tipo de «presentación» en la Cámara. En unos días, además, el gremio convocará a dos conferencias de prensa, una en Rosario y otra en Santa Fe, para pedir que «intervenga la Legislatura». Por lo pronto, si el conflicto se extiende tomarán una medida de fuerza en toda la provincia. «Es un modelo de ajuste, esto va a tener una magnitud impresionante, está claro que (Meyer) quiere que los repriman», apuntó Leoni.

El intendente, por su parte, denunció ataques al edificio municipal y a su domicilio personal. «Se sale con la Justicia, tenemos 40 empleados que se han desafiliado, que quieren salir a trabajar, pero son amenazados», apuntó Meyer al sitio de noticias local, al tiempo que consideró un «show» el plenario que se realizó la semana pasada. «Hay muy pocos gendarmes, no es que se vino a reprimir, son de protección propia, avasallaron mi domicilio, esto no es joda. Su presencia es más que necesaria, la considero correcta», afirmó.

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