Gremios porteños piden volver atrás con la flexibilización de la cuarentena: “Fue un error”

Distintos sectores alertaron de los problemas que traerá el aumento de la circulación de personas, en pleno aumento de la curva de contagios. Los metrodelegados afirman que de seguir así se pone en riego el sistema sanitario de la Ciudad. ATE Capital en tanto reclama medidas para los trabajadores sanitarios, por ser personal esencial. La CTA Autónoma y otras organizaciones insisten en pedir un protocolo para barrios vulnerables.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

El lunes por la noche, los espacios públicos de la Ciudad de Buenos Aires sufrieron una verdadera invasión de corredores y deportistas. En la primera jornada donde se autorizaban estas actividades, los porteños salieron masivamente, generando alarma por la falta de distanciamiento en momentos que la zona metropolitana vive una curva ascendente de casos de coronavirus. La situación generó tanta preocupación que incluso el presidente de la Nación habló de volver a la “cuarentena absoluta”, sobre todo luego que ayer martes se superaran por primera vez los mil contagios.

En la zona metropolitana se da el principal foco de circulación del Covid-19, y es donde se discute cómo seguir con el aislamiento. En este sentido, gremios porteños alertan que “fue un error” haber permitido muchas actividades en distintos barrios, y el aumento de los casos pone en tensión el sistema sanitario de la Ciudad de Buenos Aires. Por eso, piden que se dé marcha atrás con algunas medidas, como la apertura de algunos sectores y se analice el tema de las salidas recreativas y deportivas.

La preocupación de varios gremios de la Ciudad de Buenos Aires apunta a los efectos de la flexibilización que fue realizando en estos tiempos el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, que incluye la apertura de locales de ropa y calzado y la posibilidad de salir a correr. El problema, afirman, es que la medida se tomó cuando la curva de casos va en aumento, y ayer martes se superó los mil casos confirmados, concentrados en la Capital Federal y el gran Buenos Aires, que forman el área metropolitana AMBA.

Uno de los lugares donde temen que esta apertura pueda impactar es en el subte, que tiene reportados entre sus empleados al menos 10 casos. “La flexibilización nos sigue pareciendo un error, que no se sostiene con la curva de contagios y el índice de duplicación”, sostuvo el secretario de Prensa de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP), Enrique Rositto.

El dirigente le dijo a Gestión Sindical aseguró que el gobierno porteño “está cediendo a la presión de los ‘runners’, y con eso pone en peligro el sistema sanitario de la Ciudad de Buenos Aires”. En este sentido, mostró preocupación porque en este contexto “ocuparemos una cama con un corredor imprudente y dejaremos afuera a una enfermera”.

Por sus condiciones, el subte es potencialmente un foco de contagios, sobre todo si comienza a relajarse el aislamiento y aumenta el número de pasajeros. Por el momento, los metrodelegados aseguran que más allá de la cantidad de gente que está circulando, el servicio mantiene la cantidad de personas que lo usan estable.
“Por el momento no hemos notado un aumento de pasajeros, para el uso del subte no crecieron mucho las actividades esenciales habilitadas. Estamos según el día entre 50 y 60 mil pasajeros diarios, contra el 1.200.000 que había antes de la pandemia”, explicó Rositto.

Pese a las medidas preventivas, en los últimos días aumentaron los casos de coronavirus entre los trabajadores, incluyendo varios casos en la Línea H. “En el caso puntual de la H hay tres supervisores y una conductora que dieron positivo de Covid-19”, confirmó Rositto. Esto obligó a aislar a varios trabajadores, que estuvieron en contacto con los casos.

Al inicio de la pandemia, la Secretaría de Salud Laboral del gremio genero un protocolo para evitar los contagios, que incluye mantener los horarios fijos de los turnos, para evitar que haya contactos estrechos entre muchos trabajadores, y hasta el momento comparado con lo que sucedió con otros subterráneos del mundo no se registraron brotes de importancia.

Otra área crítica en la Ciudad de Buenos Aires es el sistema sanitario. Los trabajadores de la salud vienen denunciando al gobierno de Rodríguez Larreta por la falta de elementos de protección en hospitales y centros de asistencia públicos, y temen que el aumento de casos por la flexibilización del aislamiento y la falta de políticas preventivas termine afectando a más personal esencial como el sanitario.

“La Ciudad de Buenos Aires es un desastre en la prevención del coronavirus”, aseguró Juan Manuel Sueiro, secretario Adjunto de ATE Capital. Sobre el pedido de los empleados del sistema de salud, Sueiro le contó a Gestión Sindical que “a los fallos que tenemos a favor de los reclamos de los trabajadores de salud, Rodríguez Larreta responde con pedidos de destitución de los jueces”.

En este contexto, el gremio viene reclamando que se suministren de barbijos de calidad, camisolines, botas, máscaras faciales, antiparras, guantes de látex, alcohol en gel y ropa de trabajo. Además, se denunció el mal manejo de los casos que aparecieron en los hospitales.

En este sentido, Sueiro contó que en el hospital Udaondo se produjo “un caso particularmente grave, donde la dirección se negó durante más de una semana a hacerle el test a una paciente con síntomas y que finalmente se supo que estaba infectada, lo que puso en peligro a cientos de trabajadoras/es y pacientes, por lo que nos vimos en la obligación de denunciar penalmente a la dirección”.

Para el dirigente, por las medidas del gobierno porteño “27 mil trabajadores de salud están expuestos, hay muchísimos casos positivos y se invisibilizan”. Por esto, ATE Capital reclama “la realización de tests serológicos a todo el personal de Salud para poder identificar casos de forma temprana y así reducir el riesgo de contagio a pacientes y otros trabajadores y trabajadoras”.

Otra de las preocupaciones es la falta de protocolos específicos para los barrios populares, que desde hace un tiempo se volvieron foco de contagios. En este sentido, la CTA Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires junto con otras organizaciones –como el Observatorio de Derecho de la Ciudad y el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas – vienen accionando ante la justicia por la situación que se viven en villas y barrios vulnerables. En este sentido, este colectivo de organizaciones está llegando “un mapeo continuo sobre las restricciones en el acceso al agua potable en los barrios populares”, y elevaron un conjunto de propuestas concretas para garantizar “el acceso pleno a este bien esencial en todos los hogares”.

En este sentido, en un informe denunciaron que “no existe un plan de contingencia para garantizar el agua potable”. “Tampoco existe un plan con relación a la prestación del servicio de alimentación”, agregó este trabajo, al que tuvo acceso Gestión Sindical. Por eso, la central obrera solicita “de manera urgente conformar un Comité de Crisis al más alto nivel jerárquico, donde todos los ministerios involucrados articulen transversalmente, garantizando el ejercicio de la democracia participativa convocando al conjunto de la comunidad y sus organizaciones”.