Sostienen que los acuerdos de este año quedaron por debajo de la inflación porteña. El gobierno está abierto al diálogo, pero dice que no hay más partidas destinadas a salarios.
El Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, reconoció que la Ciudad evalúa otorgar un bono de fin de año para los estatales porteños. Sin embargo, los gremios con mayor representación en el distrito pugnan en la mesa por una suma que se incorpore al salario, lo que en la práctica sería una reapertura de las paritarias.
En asambleas y en el esquema intersindical, los trabajadores arguyen que la suba del costo de vida supera los acuerdos firmados este año y puntualizan que, entre enero y octubre, el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad registró un aumento del 36,6%, que llegará al 44,7% en la serie anualizada.
Este argumento choca con la posición del Gobierno porteño, que esgrime que los empleados municipales recibieron sumas fijas en enero y febrero para contener la pérdida de poder adquisitivo por la devaluación de diciembre, y cerraron paritarias por encima de la progresión actual de precios. Teniendo como punto de partida marzo, dicen que los números muestran un avance de la inflación por debajo de la recomposición salarial. Pero esa explicación no satisface a la contraparte gremial.
No contentos con los estándares nacionales, los docentes porteños exigieron la convocatoria a la Comisión de Monitoreo para evaluar las variables económicas y definir un posible aumento. «Tuvimos una pérdida del salario real cercana al 10%», comentó el secretario general de UTE-Ctera Capital, Eduardo López, a El Cronista. «La propuesta de Nación de un bono con piso de $ 2000 es completamente opuesto a nuestro reclamo», avisó López, quien ya negocia con la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña.
También los Metrodelegados, que dependen de la administración porteña, tienen canales de diálogo abiertos con Sbase y Metrovías para acordar una mejora salarial persistente en el tiempo. «La mayor oposición viene de la Ciudad», dicen los trabajadores del subte, que firmaron un 32% y recibieron cuotas no remunerativas en enero y febrero. Por ahora no mencionan medidas de fuerza.
Sutecba, un gremio de peso del que dependen más de 80.000 empleados, se maneja con total hermetismo. «Estamos en pleno proceso de tratativas y no podemos dar información», se justificaron al ser consultados por la negociación, que incluye «otros temas gremiales». Sucede que el sindicato que conduce Amadeo Genta representa una masa salarial no menor, y de este acuerdo dependen otros gremios más pequeños, que usan estos valores como referencia de base para sus reclamos.
El Gobierno porteño se muestra conciliador y asegura que habla con todos los sectores. «Este tema no figura en el presupuesto 2016, por lo que no está previsto», subrayaron, dando a entender una posición inflexiva ante el reclamo. Reconocen que, de acordarse un bono o una suma fija, la Ciudad tendrá que efectuar una reasignación de partidas presupuestarias de otras áreas donde esperan fondos destinados a cuestiones políticamente menos urgentes. Nada ocurrirá hasta ver los resultados del acuerdo firmado en la mesa del diálogo tripartito entre el Gobierno nacional, empresas y sindicatos.
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