Gremios docentes advierten a Vidal que no aceptarán el modelo educativo porteño

La dirigencia de SUTEBA analiza el nuevo escenario, y admiten que el triunfo opositor “fue sorprendido”. Si bien valoraron el llamado al diálogo, adelantaron que si la flamante gobernadora quiere imponer el modelo de la Ciudad de Buenos Aires “lo vamos a combatir”.

“Mi primera medida será convocar a gremios docentes”, dijo la gobernadora bonaerense electa María Eugenia Vidal a pocas horas de que se confirmara su triunfo. El llamado al diálogo se entendió como un intento de apaciguar la inquietud que podría despertar la llegada de la dirigente macrista a la gobernación, por una razón fundamental: el apoyo formar del gremio mayoritario SUTEBA a la fórmula del oficialismo. Esto hace suponer que la relación puede ser compleja, en especial en el primer tramo del nuevo gobierno. El Frente Gremial, que forman los cinco sindicatos principales del sector, fue una fuente de conflictos para Daniel Scioli durante sus ocho años, hasta que en el cierre de su gestión se logró una paritaria tranquila (la de 2015), lo que cerró en un acuerdo político para apoyar al oficialismo, que trabajaron en conjunto Hugo Yasky y Martín Sabbatella.

El llamado de Vidal tuvo un cauto recibimiento entre la dirigencia sindical bonaerense, que todavía está asimilando el cambio de escenario que representa el triunfo opositor. “Estamos ante todo sorprendidos”, admitió ante Gestión Sindical un dirigente de SUTEBA. Sobre la convocatoria lanzada por la gobernadora electa, afirmó que “esperemos poder reunirnos antes del 10 de diciembre, para empezar a conocer los planes y negociar la paritaria. Es fundamental tener tiempo para ponernos de acuerdo”.

Hasta el momento, las versiones hablan que el funcionario porteño Alejandro Finocchiaro tiene grandes chances de ser el reemplazante de Nora de Lucía en la dirección de Escuelas. Subsecretario de Políticas Educativas, el funcionario tendrá la difícil tarea de tratar con los gremios docentes, que rechazan algunas de las medidas tomadas en la Ciudad de Buenos Aires. “Estamos muy preocupados, si la política educativa que se implemente es como la que se llevó adelante en Capital Federal, la vamos a rechazar”, afirmó el mismo dirigente. Entre otras cosas, se cuestiona “el achicamiento sistemático del presupuesto educativo y la política de ‘escuelas selectiva’, que fomenta el sector privado”. Se estima que la confirmación del nuevo funcionario llegaría luego del balotaje, ya que muchos dirigentes nombrados para acompañar a Vidal tienen pretensiones de cargos nacionales.

Antes de las elecciones, en la dirigencia sindical docente esperaba que la convocatoria para discutir la situación salarial se diera antes de fin de año, y el cálculo era que fuera Aníbal Fernández y su ministro de Educación el interlocutor. “Creemos que el nuevo gobierno debe convocar, antes que asuma debemos empezar a discutir la paritaria 2016. Esperemos que pase”, dijo Roberto Baradel, durante el acto de cierre de campaña de Daniel Scioli.

Pero la derrota oficialista cambió el tono calmo del dirigente. En este contexto, Baradel sostienen su apoyo al oficialismo, pese a las diferencias del pasado. “Se discuten dos modelos, uno más volcado a la década del 90, privilegiando lo privado, viejas recetas. El otro, desarrollar un modelo en el país y la región que significa redistribución de la riqueza, que sabemos falta mucho”, remarcó el dirigente.

El resto de la dirigencia docente mantuvo por el momento una postura expectante, y no se pronunciaron sobre el triunfo de Vidal y su inmediato llamado a negociar. Dentro del Frente Gremial existen algunos matice, pero suele primar una mirada conjunta. Como SUTEBA, el sindicato SADOP jugó fuerte por el oficialismo provincial, y se mantiene cercano de Scioli de cara al balotaje. La FEB de Mirta Petrocini suele ser más radical en sus pedidos –recordar que en la paritaria de este año decidieron no firmarla junto al resto del frete -mientras UDA y AMET se mantienen más independientes. Por estas horas, analizan como posicionarse ante el nuevo gobierno, ya que se estima que el sector será un testeo de cómo se moverá ante los gremios estatales.