La comisión interna y diversos sectores sindicales rechazaron la causa judicial iniciada a uno los delegados de la empresa, en pleno conflicto de 2015. El jueves se movilizaron pidiendo se cierre la causa, promovida por abogados de la empresa DOTA. “Se trata de un ataque hacia los trabajadores”, dijo Néstor Marcolín, delegado gremial.
Con una movilización a la Cámara de Apelaciones en Capital Federal, trabajadores de la Línea 60 se manifestaron en contra la causa iniciada contra un delegado de la comisión interna, acusado de “amenazas” durante el conflicto sindical del año pasado. Acompañados por varios gremios, reclamaron que se deje sin efecto la denuncia, que según afirman fue realizada “por encargo de la empresa”. Durante la audiencia, se pasó a un cuarto intermedio, luego del cual la cámara deberá decidir el futuro de la causa. “Se trata de un ataque hacia los trabajadores”, afirman los compañeros del delegado denunciado.
La causa se inició cuando en 2015 los choferes de la línea 60 protagonizaron un conflicto de más de 40 días, y como instrumento gremial de protesta prestaban servicio pero no cobraban boleto. Ante esta situación, calificada por la comisión interna como un “lock-out patronal”, se inició una causa contra el delegado Héctor Cáceres, acusado por dos inspectores de la empresa. “No entendemos como procesan a Cáceres, cuando las únicas pruebas que hay son los dichos del abogado de la empresa, a partir de unos dichos de dos inspectores. Ponen abogados querellantes para impulsar la causa”, le explicó a Gestión Sindical el delegado Néstor Marcolín. El dirigente sindical aseguró que “queda a las claras que si la empresa pone a los abogados se trata de un ataque hacia los trabajadores”.
Durante la manifestación, los trabajadores recordaron que los abogados querellantes puestos por la empresa DOTA son parte del estudio de abogados “que defendió al (ex presidente de la dictadura) Roberto Viola, en ese marco se da está esta denuncia”. El procesamiento fue realizado por el fiscal José María Campagnoli, quien aceptó los dichos del abogado, mientras la jueza subrogante Laura Bruniard procesó a Cáceres sin más elementos.
Ante estas irregularidades, los trabajadores se movilizaron a la Cámara de Apelaciones ayer jueves, junto a un grupo de dirigentes de base y gremios, entre ellos integrantes de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP). Luego de la audiencia, se determinó que en 15 días la justicia definirá el futuro de la causa, si se sobresee a Cáceres como piden los trabajadores o si se da curso a los pedidos de la querella, y se sigue el curso de la investigación.
A mediados de 2015, los trabajadores de la Línea 60, una de las más populares de la zona metropolitana, encabezaron una larga lucha, contra los despidos decididos por la empresa DOTA y las malas condiciones laborales. Allí, se utilizó el no cobro de boletos como parte de la acción sindical, algo avalado por la justicia. Ante esto, la firma decidió no sacar las unidades a prestar servicio, lo que se consideró un lock-out patronal. Luego de más de 40 días, hubo una salida al conflicto, pero la relación entre las partes se mantuvo hasta ahora tensa.
“Hoy estamos trabajando, siempre organizándonos por si nos quieren quitar una conquista”, dijo Marcolín sobre cómo está en estos días la situación en la empresa. “La empresa siempre te quiere quitar derechos, por eso nosotros siempre nos preparamos para resistir. Los reclamos generales siguen, como el mal mantenimiento por parte de la empresa del material rodante, malas condiciones en las cabeceras, como la de Ingeniero Maschwitz, en especial con los compañeros de técnica”, concluyó el delegado.
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