Garrahan: bronca en ATE por una conciliación obligatoria sin audiencia programada.
Dictó la conciliación obligatoria pero sin convocar a ninguna audiencia conciliatoria. El enojo de los trabajadores del Hospital Garrahan.
En el marco del conflicto que se viene desarrollando en el Hospital Garrahan, el Gobierno nacional decidió dictar una conciliación obligatoria que impidió la realización del paro que tenían previsto los trabajadores. Pero lo hizo sin fijar ninguna instancia de diálogo entre las partes, lo que desató un fuerte malestar en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
Para el gremio que conduce Rodolfo Aguiar, desde la administración de Javier Milei “no quieren resolver el conflicto, sólo prohibir la huelga”. Y, dejando en claro su bronca, intimó al Ejecutivo a que convoque a una audiencia «urgente».
Los trabajadores del hospital protestaron ayer frente al Ministerio de Salud reclamando un aumento del 50%, y se disponían a llevar adelante una huelga, que debieron suspender ante el dictado de la conciliación obligatoria.
Salarios de hambre en el Garrahan
El salario de un residente de primer año se encuentra actualmente en apenas $779.000. Una cifra irrisoria para quienes llegan a cumplir más de 60 horas por semana. Y la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores del Garrahan en el año y medio de gestión de Milei ya ronda el 50%.
“Lo que sucedió en las últimas horas no tiene precedentes. La autoridad de aplicación dictó una conciliación obligatoria de oficio, sin disponer la realización de audiencia alguna que posibilite el diálogo y la recomposición de la situación existente”, señaló Aguiar.
E insistió en dejar en claro que lo único que busca el Gobierno es impedir el ejercicio del derecho a realizar un paro. “El objetivo es claro: privar a los trabajadores de la herramienta más eficaz que tenemos, que es la huelga”, apuntó.
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En ese marco fue que también planteó, a través de sus redes sociales, que “a este Gobierno nunca le interesó resolver las causas del conflicto” en el Garrahan. Y a eso le sumó una advertencia a las autoridades nacionales: “No esperen entonces que nosotros cesemos en nuestros reclamos”.
En esa línea anticipó que de no resolverse la situación salarial, “la conflictividad seguirá en aumento”.
“Una situación límite”
Esta semana, Alejandro Lipcovich, secretario general de la Junta Interna de ATE en el hospital, había explicado que la decisión de ir al paro se había tomado porque “hemos llegado a una situación límite de vaciamiento y asfixia salarial”.
Y agregó: “Los salarios de los residentes no cubren la línea de pobreza. Y el personal de planta se suma no sólo por solidaridad, sino también porque padecemos la misma situación. Para dar un ejemplo, un enfermero con 10 años de antigüedad en el principal hospital pediátrico del país no llega a los $900.000”.
Para Lipcovich, “la situación llegó a un límite dramático, porque los salarios de hambre y las malas condiciones laborales no sólo nos afecta a los trabajadores y trabajadoras del Garrahan. Sufrimos un éxodo de personal, incluidos profesionales de altísima calificación, lo cual vacía las capacidades de atención de este hospital modelo”.
En este contexto, concluyó, “las víctimas son cientos de miles de niños y niñas, que junto a sus familias acuden a lo largo del año al Garrahan. Es evidente que (el ministro de Salud de la Nación, Mario) Lugones y los funcionarios que nombró en el Garrahan (El Kik, Menehem, Dalmazzo y Pérez) están decididos a vaciar el hospital a cualquier costo”.
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