Flexibilización laboral y autodespacho: las estaciones de servicio quieren menos empleados y más baratos

Empresarios de estaciones de servicio quieren menos empleados y más baratos.
Durante un encuentro de empresarios realizado en un hotel cinco estrellas porteño, afirmaron que es imperioso reducir costos en las estaciones de servicio.
Con el argumento del alto costo laboral, empresarios de estaciones de servicio reclamaron que se habilite el autoservicio en los surtidores y la implementación de mayor flexibilización laboral a través de una nueva reforma, para poder afrontar de algún modo la crisis económica.
El pedido surgió de una reunión de empresarios del sector en toda América Latina, llevado a cabo en el Hotel Marriott de la Ciudad de Buenos Aires. Allí, los estacioneros argentinos encontraron coincidencias en representantes de otros países, fundamentalmente en lo relacionado con el autoservicio, que les permitiría trabajar con menos personal.
En el Marriott se reunió la Comisión Latinoamericana de Empresarios de Combustibles (CLAEC), en la que los más altos ejecutivos coincidieron en la mirada que propone avanzar en más reformas para “aggiornar” las leyes laborales y en la implementación del autodespacho en la región.
Por el momento, el tema choca con la negativa del Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (Soesgype) conducido por Carlos Acuña, uno de los secretarios generales de la CGT, que ya hizo saber su negativa a estas eventuales modificaciones.
La voz de los dueños de estaciones de servicio argentinas
En la reunión en el hotel de cinco estrellas, la voz cantante sobre la reforma laboral la llevaron los representantes de la Argentina, con mensajes directos para el gobierno de Javier Milei.
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Gonzalo Rodríguez, el presidente de la Cámara de Comerciantes de Derivados del Petróleo, Gas y Afines (CAPEGA), opinó que en el país el sector se rige por “una legislación laboral vetusta que es urgente aggiornar para generar más empleo, garantizar previsibilidad y seguridad jurídica”.

Por su parte, Adriana Sors, presidenta de la Cámara de Estaciones de Combustibles y Anexos de Entre Ríos, afirmó que el costo actual en tasas y aportes relativos al salario -repartido entre patrón y empleado- representa casi la mitad del total de los sueldos. “Si la remuneración de un operario de playa ronda hoy los 950 a 1.000 dólares, el 45 por ciento del mismo son las cargas sociales e impositivas”, planteó.
Un reclamo que cruza fronteras
Empresarios uruguayos participantes del cónclave sostuvieron la misma argumentación, denunciando altos costos y lamentando la legislación fuerte.
“El costo laboral es del 50 por ciento y el marco normativo es muy complejo, entre la Constitución, las leyes y las ordenanzas. Cada vez hay más (normas) y cada vez más costosas”, aseguró Federico de Castro, de la Unión de Vendedores de Nafta del país vecino.
En general, las expresiones giraron alrededor de los mismos temas: regulaciones y legislación laboral «vetusta» fueron algunos de los puntos en común que se repitieron entre las exposiciones realizadas.
“La legislación de Brasil es una de las más rígidas y cada día se complica más», cuestionó, por caso, Carlos Guimaraes, vicepresidente primero de la Federación Nacional de Comercio de Combustibles y Lubricantes de Brasil. El empresario brasileño no tuvo pruritos en asegurar que la ley en su país «es muy beneficiosa para los empleados y poco para los empleadores”.
Tras las exposiciones de Perú, Honduras, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Paraguay, El Salvador, marcadas por similares realidades y algunos matices, los participantes coincidieron en que una alternativa para reducir los costos es la implementación del autoservicio. Los empresarios argentinos pidieron que se avance en toda las estaciones del país pese a la negativa sindical.
“Es el inicio de un cambio cultural que nos igualará al resto del mundo, que nos permitirá descomprimir los costos y seguir garantizando un buen servicio”, consideró Rodríguez, de CAPEGA.
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